Definición de carabina
Con origen en el vocablo francés carabine, una carabina es un arma de fuego que se asemeja a un fusil, aunque tiene una potencia inferior y una longitud menor. Puede decirse que una carabina es una especie de fusil corto, ya que incluso muchas veces emplea las mismas municiones.
Las carabinas surgieron para ser utilizadas por los integrantes de la caballería. Estos soldados, al estar montados, no podían usar mosquetes o fusiles. Por lo tanto, en el siglo XIX, los miembros de la caballería comenzaron a portar carabinas, quedando los fusiles para los soldados que se desplazaban a pie.
La facilidad de uso era la principal ventaja que brindaban las carabinas; en cambio, la falta de puntería y alcance eran sus falencias más notorias. Cuando las caballerías perdieron preponderancia y empezaron a popularizarse distintos vehículos a motor, las carabinas aún mantuvieron su vigencia gracias a quienes buscaban armas cortas y livianas. Con el paso de los años las carabinas evidenciaron diversos avances y por eso nunca dejaron de utilizarse.
En Chile, se conoce como Carabineros a una institución policial creada en 1927. El nombre procede de las carabinas que utilizaban aquellos primeros integrantes. Estas armas incluso aparecen en el escudo de la entidad.
El Arma de Carabineros, por otra parte, es una fuerza del Estado italiano. Fue fundada en 1814 y entre sus funciones se encuentra el cuidado de las fronteras.
De la misma manera, no hay que pasar por alto que carabina es también un género de insectos, exactamente es una subtribu de coleópteros que son depredadores y nocturnos. Por regla general se alimentan de orugas y lombrices de tierra.
No hay que olvidar tampoco que existe una expresión que utiliza el término que ahora nos ocupa. Nos estamos refiriendo a “carabina de Ambrosio” que se emplea para referirse a un objeto que no sirve para nada o que, al menos, no ejerce bien la función para la que se creó.
No se sabe con ciencia cierta el origen de dicha expresión, pero lo que sí se sabe es que era muy utilizada en el siglo XIX. No obstante, es cierto que existe una teoría que establece que quizás su origen se encuentra en la leyenda de un bandolero del siglo XIX que no dudaba en asaltar a quienes pasaban por los caminos haciendo uso de una carabina que no tenía pólvora sino que estaba cargada con semillas. De ahí que empezara a popularizarse la siguiente expresión: “ser como la carabina de Ambrosio”.
De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), también se llamaba carabina a una mujer adulta que ejercía de acompañante de las jóvenes en determinadas circunstancia, como durante una situación de cortejo.
Así, por ejemplo, en las primeras décadas del siglo XX en España cobraron mucha importancia la figura de estas mujeres a las que se les denominaba carabinas. Su función era evitar que una pareja de novios se quedaran solos y pudieran estrechar lazos afectivos. Por eso, tenía que salir con ellos para conseguir que no pudieran tener un acercamiento más afectuoso e íntimo.