Definición de calzada
La raíz etimológica de calzada se encuentra en el vocablo latino calciāta, que puede traducirse como “camino empedrado”. Esa palabra latina derivaba a su vez de “calx”, que era como se daba en llamar a la piedra caliza que se utilizaba para darle forma a esas citadas vías.
Se llama calzada al sector de la calle que se encuentra entre dos veredas (también conocidas como aceras).
Podría decirse, por lo tanto, que la calzada es por donde transitan los vehículos, a diferencia de las veredas o aceras que permiten la circulación de peatones. Por ejemplo: “Tenemos que enseñarle al perro a no bajar a la calzada”, “El gobierno anunció que la avenida tendrá calzada reducida durante cerca de un mes por obras de mantenimiento”, “El automóvil salió de la calzada y subió a la acera, donde embistió a cuatro personas”.
Hablar de calzada es hacer referencia obligada a las llamadas calzadas romanas que están consideradas como auténticas obras de ingeniería. Fueron usadas por Roma para poder vertebrar todo su Imperio y se convirtieron en piezas clave no solo para favorecer el transporte de mercancías y el comercio sino también para facilitar a las tropas el llegar a otros rincones y poder conquistarlos.
Por supuesto, tampoco hay que pasar por alto que ejercieron un papel fundamental a la hora de expandir la cultura y que agilizaban los viajes desde Italia hasta cualquier otro rincón que estuviera bajo el mando romano.
Es interesante establecer que se crearon tres tipos diferentes de calzadas: las publicae, que fueron las primeras a las que se les dio forma y que vinieron a unir las principales ciudades entre ellas; las privatae, que eran privadas pues solo podían ser usadas por los dueños de las propiedades en las que estaban; y las viae vicinales, que unían varios pueblos de una misma región.
A lo largo de esas calzadas podían encontrarse elementos tan importantes como puentes, vados, piedras miliares o albergues, por ejemplo.
Entre los documentos más importantes que se han conservado donde quedaban “registradas” las calzadas romanas destacan dos. Uno es “La Tabula Peutingeriana” y el otro es “El Itinerario de Antonino”.
También se denomina calzada a la parte de una carretera o ruta que posibilita el avance vehicular: “Las autoridades debería construir una carretera con al menos dos calzadas para unir estas ciudades”, “La calzada de esta ruta está llena de baches”, “La repavimentación de la calzada demorará unos seis meses”.
Las calzadas tienen un número variable de carriles. Las calles por lo general tienen un único carril, mientras que las avenidas suelen tener dos carriles que permiten avanzar en direcciones contrapuestas. Las autovías y las autopistas, por su parte, pueden contar con más de dos calzadas por sentido.
La división de la calzada en carriles se puede desarrollar con marcas de pintura sobre el pavimento. Cuando se trata de carriles de sentidos opuestos, es habitual que se usen plantas o medianas a modo de separación.
Calzada también es un apellido bastante usual. En la provincia de Buenos Aires (Argentina), existe una localidad denominada Rafael Calzada, que homenajea con su nombre a un político, escritor y abogado nacido en 1864 y fallecido en 1929.