Definición de carretera
Si quisiéramos determinar el origen etimológico del término carretera, tendríamos que marcharnos hasta el latín. Así, en él comprobaríamos que emana de la palabra carrus, que era un vehículo de dos ruedas. Un vocablo al que se uniría una serie de sufijos para crear el concepto que ahora nos ocupa como el sufijo –eta, que es sinónimo de carreta.
La carretera o ruta es un camino público pavimentado que está dispuesto para el tránsito de vehículos. Por lo general se trata de vías anchas que permiten fluidez en la circulación. Por ejemplo: “Disculpe, señor… quiero llegar a la playa de San Camilo: ¿qué carretera debo tomar?”, “Los turistas se han quejado por el mal estado de la carretera”, “Quienes quieran viajar hacia el norte deben tener en cuenta que hay unas tres kilómetros de congestión en la carretera A-4”.
En el caso de España nos encontramos con diversos tipos de carreteras. Así, por ejemplo, están las nacionales que, como su propio nombre indica, son aquellas que dependen directamente del Estado y se identifican porque cuentan con dos carriles y doble sentido de circulación. En ellas la velocidad máxima permitida es de 100 kilómetros por hora.
Luego, estarían las carreteras comarcales que son las que se encuentran bajo la jurisdicción de una provincia. Se caracterizan porque disponen de calzada única, con dos carriles, o calzada doble. Asimismo permiten la circulación en doble sentido de vehículos y en ellas no se puede superar una velocidad de 100 kilómetros por hora.
Las terceras carreteras más frecuentes son las llamadas locales, que dependen directamente del ayuntamiento de un municipio y disponen de calzada única con dos carriles. Cuentan además con arcenes estrechos, de no más de medio metro, y la velocidad máxima a la que se puede circular por ellas es de 90 kilómetros por hora.
En cada país, no obstante, la clasificación de carreteras es diferente. Así, por ejemplo, en Argentina existen rutas nacionales, rutas municipales y rutas provinciales. Mientras que en Estados Unidos se habla de autopistas interestatales, carreteras locales y carreteras federales.
Cabe destacar que las carreteras son caminos de dominio y uso público. Ningún ciudadano, en teoría, tiene derecho a prohibir el paso a otro. Sin embargo, ante su importancia para el funcionamiento de un país, las carreteras suelen ser cortadas o bloqueadas por manifestantes que desean llamar la atención y efectuar un reclamo. En esos casos, las autoridades se ven ante el dilema de salvaguardar el derecho a la libre circulación o respetar el derecho a la expresión.
Otros tipos de bloqueos son los peajes, avalados por el Estado. Es habitual que se conceda a una empresa privada el derecho a cobrar por el paso de los vehículos en la carretera, a cambio que dicha compañía se encargue del mantenimiento del camino: “Si quieres llegar a Pueblo Norte a través de esta carretera, deberás pagar dos peajes en los próximos cien kilómetros”.
Es posible distinguir entre las carreteras y las autopistas (o autovías) ya que las primeras suelen presentar cruces y pasos al mismo nivel, mientras que las autopistas están diseñadas para la circulación a alta velocidad.