Definición de boutique
La noción de boutique pertenece al idioma francés pero también se utiliza en nuestra lengua. La Real Academia Española (RAE), de hecho, incluye el término en su diccionario y lo define como una tienda de indumentaria de moda o de artículos selectos.
Por lo general las boutiques son establecimientos de dimensiones reducidas, que ofrecen una atención personalizada. Quienes acuden a una boutique suelen estar dispuestos a pagar precios algo elevados para acceder a productos de lujo o que están de moda. Es habitual que, en una ciudad, se concentren varias boutiques en un mismo barrio, haciendo de la zona un lugar turístico.
Una diseñadora de indumentaria, por ejemplo, puede abrir una boutique para ofrecer sus creaciones. En este caso, la diseñadora vende directamente sus productos, sin acudir a un distribuidor o a otra tienda. En la boutique también puede establecer un contacto directo con sus clientes e incluso realizar pruebas de vestuario.
También se suele calificar como boutiques a diferentes emprendimientos comerciales que apuestan por el trato personalizado y la alta calidad. Un hotel boutique, en este marco, es un establecimiento hotelero que cuenta con pocas habitaciones y que ofrece comodidades lujosas a sus huéspedes. Estos hoteles no suelen pertenecer a cadenas y muchas veces son atendidos por sus propios dueños.
Se trata de un concepto relativamente joven, ya que fue creado en los años 80. El hotel boutique no sólo ofrece un servicio exclusivo, sino que ostenta un diseño digno de ser admirado y también destaca por su ubicación. Su surgimiento tuvo lugar en la ciudad de Nueva York, y no fue hasta finales de la década de 1990 que este nuevo estilo de hotel terminó de cobrar forma.
Mientras que las cadenas de hoteles de carácter internacional buscan la uniformidad de todos sus establecimientos, como si se tratara de un ejército de soldados que deben seguir las mismas órdenes, el hotel boutique quiere destacarse, ofrecer su propio estilo y conseguir que los clientes no encuentren un trato similar en ningún otro sitio.
Con respecto a su ubicación, lo normal es que los hoteles boutique se sitúen en los barrios comerciales y dinámicos de las grandes urbes, aunque esto no es obligatorio. El diseño y la arquitectura suelen ser elegantes, con un trabajo frecuente de mantenimiento para que su aspecto siempre sea impecable. También es común el uso de temas para dar un carácter todavía más definido al establecimiento.
Sobra decir que la dedicación puesta en el diseño de un hotel boutique no se concentra solamente en el exterior del edificio, sino que se ve reflejada en cada rincón. En su interior es común que entre la decoración, las características de la arquitectura y, ¿por qué no?, la vestimenta de sus empleados se cree un ambiente único, que ayude a definir la personalidad del establecimiento.
En un hotel boutique el cliente no es un número ni un mero componente de la relación comercial que desarrolla con el fin de obtener ganancias económicas; el cliente debe sentirse como un invitado de lujo, casi como un amigo al que reciben con los brazos abiertos y deben hacer que se sienta como en su casa, pero mejor. El servicio debe ser especializado, basado en las necesidades individuales y no en una serie de paquetes que todos reciben y a la cual se ven forzados a adaptarse. No por nada se dice que solamente los más exigentes se decantan por estos hoteles.
Las librerías que ofrecen libros antiguos, especializados o de ediciones acotadas, por otra parte, pueden ser calificadas como librerías boutique. Al igual que los hoteles, no forman parte de grandes grupos, sino que se trata de proyectos personales o familiares.