Definición de bouquet
Bouquet es un vocablo francés que se utiliza con frecuencia en nuestro idioma, aunque existe un término equivalente en castellano: buqué. El concepto de bouquet o buqué tiene dos grandes acepciones.
El bouquet puede ser el olor que emana de los vinos tras su crianza y que revela información sobre las características de la bebida. Estos aromas son adquiridos por el vino a medida que envejece: para que una persona pueda percibirlos, debe servir el líquido en una copa, agitarla y luego dejar reposar unos instantes. Al acercar la nariz, notará el bouquet en cuestión.
Es importante tener en cuenta que el bouquet no está vinculado al olor de las uvas ni de los componentes químicos derivados de la fermentación. El bouquet es el aroma particular que desarrolla el vino luego de permanecer estacionado en botellas o barricas. En los vinos de buena calidad, el bouquet está en equilibrio con la fragancia de las uvas y de los productos procedentes de la fermentación.
En general se distingue entre el bouquet de reducción y el bouquet de oxidación. El bouquet de reducción es propio de aquellas bebidas que, mientras envejecen, están en botellas y no se encuentran en contacto con el aire. Lo ideal es beber esta clase de vino apenas se abre la botella, ya que el bouquet se ve afectado por el oxígeno de la atmósfera.
El bouquet de oxidación, en cambio, es característico de los vinos que envejecen en barricas y en contacto con el aire. El oporto y el jerez son ejemplos de vinos con bouquet de oxidación.
Bouquet, por otra parte, es el nombre que reciben los arreglos florales de tamaño pequeño. Un bouquet, en este sentido, es un adorno que tiene un sentido estético o artístico.
Los arreglos florales de este tipo suelen usarse para decorar salones de fiesta y también para hacer las veces de ramo de novia, por lo cual durante el proceso de planeamiento de una boda es uno de los elementos más importantes. Como es costumbre en la actualidad, gracias a la gran cantidad de información y tutoriales presentes en Internet no estamos obligados a contratar a alguien para que arme nuestro bouquet, sino que podemos aprender a hacerlo en casa.
El primer punto a tener en cuenta a la hora de elaborar un bouquet, o una serie de ellos para la novia y las damas de honor, es el color. En este caso, este parámetro está ligado a las especies de flores, ya que no podemos alterarlas, y por eso debemos escoger aquellas que se adecuen a nuestro diseño ideal.
La importancia del color de las flores se puede explicar desde diferentes puntos de vista: por un lado, no debe ser demasiado parecido al del vestido de novia, ya que deberían contrastar; pero tampoco debe ser demasiado ruidoso porque de este modo podría alterar el equilibrio cromático y estropear las ansiadas fotos de la ceremonia.
Armar un bouquet es mucho más que simplemente amontonar varias flores y amarrarlas entre sí: se trata de elaborar un adorno agradable, con un estilo bien definido, con una forma que denote movimiento. Para obtener los mejores resultados es necesario escoger una flor especialmente resistente que pueda sostener el ramo sin quebrarse: la flor predominante del bouquet.
Habiendo escogido la flor predominante, es el momento de las secundarias, las cuales son absolutamente opcionales, ya que muchas personas prefieren una sola variedad. Sin embargo, los resultados que se pueden obtener combinando tamaños y tonalidades son muy interesantes y valen el esfuerzo necesario para conseguirlos. En este grupo también entran las bayas, los brotes y las flores pequeñas que se pueden dispersar por encima del bouquet.