Definición de bisagra
Se denomina bisagra a un objeto formado por dos piezas que tienen un eje común, el cual les permite moverse en conjunto para unir dos elementos. También llamado pernio o gozne, este herraje posibilita la apertura y el cierre de las ventanas y las puertas.
Existen múltiples clases de bisagras, de diversos materiales y formas y con numerosos usos diferentes. Hay bisagras de bronce, cinc, acero y plástico, por ejemplo, que permiten una apertura de 180° o menos y que se instalan con tornillos u otros métodos.
Las puertas suelen tener dos o tres bisagras que favorecen su desplazamiento. Así una persona puede abrir o cerrar la puerta, acercándola o alejándola del marco según lo desee. Lo habitual es mover la puerta desde su manija, picaporte, tirador o pomo: la fuerza aplicada hace que la bisagra cumpla su función.
Las ventanas tienen un funcionamiento similar. Al igual que las puertas, suelen contar con bisagras que hacen posible su movimiento de rotación y, por lo tanto, su apertura y su cierre.
En el caso de las puertas y de las ventanas corredizas o correderas, no tienen bisagras ya que funcionan de otro modo. Cuando son corredizas, las puertas y las ventanas se desplazan sobre un eje hacia delante y atrás o hacia derecha e izquierda, pero no hacia dentro y hacia fuera.
En el lenguaje coloquial, la idea de bisagra se utiliza para calificar al acontecimiento o momento que marca un cambio de estado o de situación: “La lesión de Messi fue una bisagra en el partido: a partir de entonces el seleccionado argentino perdió el control del balón”, “Los analistas consideran que mayo será un mes bisagra en la economía local debido al vencimiento de los bonos de la deuda”, “La detención del presidente sería una bisagra en la historia nacional”.
Cómo lubricar una bisagra
Cuando una bisagra comienza a chirriar, es decir, a emitir un ruido agudo y punzante a causa de haber perdido su lubricación, su uso comienza a generar molestias, especialmente de noche. Por esta razón, es muy importante mantener las bisagras de todas las puertas y ventanas en buen estado.
Los pasos para lubricar una bisagra son pocos y sencillos, además de no requerir el uso de herramientas demasiado específicas. El primer paso es comprar el lubricante más adecuado. Sobra decir que en este producto no deberíamos escatimar en gastos, ya que un ahorro considerable puede acarrear la necesidad de aplicarlo con mucha frecuencia, o incluso puede no dar el resultado deseado.
Algunos de los lubricantes de bisagras más recomendables son los de silicona (que se comercializan en aerosol y son muy fáciles de aplicar), la grasa de litio (resiste de forma efectiva el polvo y se consigue en casi todas las tiendas de autopartes) y los aceites comestibles (ideales para salir de un apuro, pero mucho menos efectivos que los dos anteriores).
Seguidamente, es necesario retirar la clavija de la bisagra haciéndola girar en sentido antihorario, ya sea con la mano o con unas pinzas, y quitar todo rastro de polvo y mugre, ya que son éstos los causantes del mal funcionamiento y el ruido. Si está oxidada, entonces puede ser necesario un producto inhibidor para aflojarla. Llega el momento de aplicar el lubricante, tanto sobre la clavija como en los huecos de la propia bisagra.
A partir de este punto, es cuestión de volver a colocar la clavija y comprobar si continúa produciendo el chirrido; de ser así, entonces deberemos volver a quitarla y lubricarla, y así sucesivamente hasta conseguir el resultado que buscamos. El exceso de producto se puede limpiar con una toalla de papel o con un trapo de tela.