Definición de banca de inversión

El concepto de banca tiene varios usos. Uno de ellos refiere al conjunto de los bancos y los banqueros. La banca, por lo tanto, puede referirse a las entidades que se dedican a facilitar la financiación.

Inversión, por otra parte, es un concepto económico vinculado a la colocación de capital para conseguir una ganancia futura. Esto quiere decir que el inversor resigna un beneficio inmediato por uno futuro que resulta improbable pero que, en principio, debería ser mayor al actual. La inversión contempla tres variables principales: el rendimiento esperado (cuánto dinero se espera ganar), el riesgo (qué probabilidad existe de obtener la ganancia esperada) y el tiempo (cuándo se lograría dicha ganancia).

Se conoce como banca de inversión o banca de negocios a las entidades que se especializan en obtener dinero u otros recursos financieros para que las empresas privadas o los gobiernos puedan realizar inversiones. Dichos instrumentos financieros son obtenidos por la banca de inversión a través de la emisión y comercialización de valores en los mercados de capitales.

Es habitual que la banca de inversión también ofrezca servicios de consultoría para el desarrollo de adquisiciones, fusiones o divisiones.

Las regulaciones para el funcionamiento de la banca de inversión varían según el país. Por lo general, las autoridades suelen otorgar licencias especiales para este tipo de bancos, sin que puedan operar de manera simultánea como bancos comerciales. La banca de inversión, por lo tanto, no puede captar depósitos.

La crisis financiera que estalló en Estados Unidos en 2008 fue generada principalmente por la quiebra de muchos bancos de inversión, como Lehman Brothers.

Diferencias con la banca comercial

La banca comercial y la de inversión presentan muchas más diferencias de las que se perciben por lo general; se trata de dos tipos de negocio bien definidos.

Con respecto a la imagen, la banca comercial es principalmente percibida por el público general, ya que cuenta con un gran número de sucursales, al alcance de todos. El negocio que la caracteriza es el pago por los depósitos de sus clientes y el cobro por los créditos que les otorga, teniendo como principal objetivo que la diferencia entre dichos pagos sea siempre positiva. Por otro lado, también se dedica a conceder tarjetas de crédito y a realizar operaciones tales como tramitación de avales, transferencias, intermediación en la bolsa, planes de pensiones y fondos de inversión.

Entre las actividades de la banca de inversión se encuentra la venta de divisiones completas entre compañías, la emisión de bonos, las fusiones, sacar empresas a Bolsa, el diseño y la ejecución de Oferta pública de adquisición (OPA) y las operaciones de trading en los mercados financieros a gran escala. Cabe mencionar que, a diferencia de la anterior, no cuenta con muchas sucursales pequeñas, sino con unas pocas de considerables dimensiones.

Los beneficios también son un punto que las distingue. Los de la banca comercial presentan una gran estabilidad, ya que muy raramente entra en pérdidas. Para que la banca comercial de un país determinado pierda dinero en la mayoría de sus operaciones es necesario que dicho territorio se encuentre en una crisis de absoluta emergencia.

La banca de inversión, por su parte, tiene beneficios mucho menos estables. Para poner esta diferencia en perspectiva, durante las buenas épocas de la economía, sus ganancias son mucho mayores que las de la banca comercial, pero esta situación se revierte considerablemente en tiempos de desaceleración, al punto de causar fuertes caídas y pérdidas. Esto último, cabe señalar, no es un indicativo de la salud económica a nivel general de un país, sino que se trata de fenómenos normales a lo largo del ciclo de vida de la banca de inversión.

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