Definición de balance hídrico
Para poder entender a la perfección el significado del término balance hídrico es necesario que previamente se proceda a analizar el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma:
-Balance deriva del francés, exactamente de la palabra “balance” que es sinónimo de balanza.
-Hídrico, por otro lado, es una palabra que procede del griego. En concreto, es fruto de la suma de dos componentes claramente delimitados como son el sustantivo “hydor”, que es sinónimo de “agua”, y el sufijo “-ico”, que se utiliza para indicar “relativo a”.
El concepto de balance puede usarse con referencia al vaivén de un objeto que se mueve alternadamente hacia cada costado. La noción también alude al análisis económico de los ingresos y los egresos monetarios y a la comparación que se realiza de una situación para sacar una conclusión. Hídrico, por su parte, es aquello que se vincula al agua como elemento que aparece en la naturaleza.
Estas definiciones nos permiten acercarnos a la noción de balance hídrico, aunque primero es necesario establecer con claridad qué es el balance de materia. Se trata de un método de las matemáticas basado en la ley de conservación de la materia, que indica que la materia no se destruye ni tampoco se crea: simplemente se transforma.
Respetando estos principios, el balance de materia considera que la masa que se encuentra en un sistema cerrado se mantiene constante (con la excepción de las reacciones atómicas o nucleares y de la materia que alcanza una velocidad cercana a la velocidad de la luz). De este modo, cuando ingresa masa a un sistema, debe acumularse en él o salir (la entrada es igual a la acumulación más la salida).
Si retomamos la idea de balance hídrico, podemos afirmar que se trata de la relación existente entre la totalidad de los recursos hídricos que entran a un sistema y la totalidad de recursos que salen del mismo sistema en un cierto periodo de tiempo.
Un sistema hídrico puede ser una laguna, un río, una represa o hasta el cuerpo de una persona, por citar algunas posibilidades. Si tomamos el caso de un lago, las entradas de recursos hídricos pueden producirse por la lluvia, el transvase de agua de una cuenca hídrica o el aporte de agua subterránea, mientras que las salidas de los recursos pueden deberse a la evaporación, la extracción por parte del ser humano, las infiltraciones, etc.
Hay que establecer que dentro del ámbito de la salud también se utiliza el concepto de balance hídrico. Exactamente se emplea para referirse al equilibrio que existe entre los recursos hídricos que llegan al organismo y los que salen del mismo en un periodo de tiempo determinado. Y es que de esta manera es como se puede controlar que el cuerpo cuente con la cantidad de líquido que necesita para poder seguir funcionando con absoluta normalidad.
Se considera en este caso que el agua que llega al cuerpo lo hace tanto a través de los líquidos que se ingieren como también de los alimentos que se comen. De esta manera, se establece que el ingreso de líquido al organismo suele estar entre los 2.100 y los 2.900 mililitros. De esa cantidad pierde al día unos 2.400 mililitros debido al sudor, a la orina, a las heces…
El equilibrio, por tanto, se puede ver alterado por situaciones concretas tales como vómitos, diarreas, hemorragias, sudoraciones excesivas…