Definición de autóctono

El término autóctono recorrió un largo camino etimológico antes de llegar al castellano. Sus orígenes se encuentran en el vocablo griego autóchthōn. Luego pasó al latín como autochthŏnes, y más tarde al francés como autochtone.

Autóctono es un adjetivo que puede aplicarse al ser vivo, al producto o al lugar que es originario o nativo del país en el que se encuentran. Lo autóctono, por lo tanto, es propio de un sitio.

En el terreno de la biología, la idea de autóctono se vincula al ser que es originario del ecosistema en el que vive. Un ser autóctono, gracias a la evolución, se encuentra adaptado al ecosistema en cuestión. Por eso si se introduce un ser alóctono (no originario de este espacio), es posible que se genere un desequilibrio en dicho ecosistema.

De la misma manera, no podemos pasar por alto que Autóctono es un personaje griego. En concreto, se trata de una figura que el filósofo Platón recoge en su obra “Critias”. Ahí se establece que aquel es uno de los hijos de Poseidón y Clito, que tuvieron cinco pares de gemelos. Exactamente se establece que, junto a Mneseo, formaban la tercera pareja de gemelos. Ese personaje estaba al frente de una región de la Atlántida.

La adaptación de los seres autóctonos al entorno hace que, para la agricultura y la ganadería, sea muy importante conocer las propiedades de los animales y las plantas. El cultivo de una especie autóctona tiene más probabilidades de desarrollarse, y de manera más sencilla, que el cultivo de plantas alóctonas.

El Lama guanicoe, conocido coloquialmente como guanaco, es un animal autóctono de América del Sur. Puede encontrarse en regiones de Argentina, Chile, Bolivia, Perú y Paraguay.

Los productos típicos de una zona también se conocen como autóctonos. Por ejemplo: “Este es un queso autóctono que se produce de forma totalmente artesanal”, “La cerveza autóctona es un atractivo turístico de la ciudad”, “Me encanta la comida autóctona de esta provincia”.

Además de todo lo expuesto, tampoco hay que olvidar que el término que nos ocupa viene a ser el que utilizó la banda española Ars Amandi, que se enmarca dentro del género folk rock, para denominar a uno de sus trabajos discográficos. En concreto, así le dio a llamar al octavo álbum que les llevó a conseguir numerosos premios.

Exactamente con ese disco recibieron el galardón a la Banda Revelación en el año 2003, lo que le sirvió además para realizar una enorme gira ejerciendo como telonera del famoso grupo Mago de Oz.

Entre las canciones que daban forma a ese álbum destacaron algunas tales como “Camino sin fin”, “La suerte está echada” o “Abre la puerta niña”. Esta última era un homenaje al grupo de rock andaluz Triana.

Paco Moreno, Dani Aller, El Pelusa o Alberto del Río son los integrantes de esta banda que ha conseguido convertirse en un referente por mezclar el rock con elementos tan folklóricos de la cultura castellana como el pito castellano.

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