Definición de atosigar

La primera acepción del término atosigar que menciona la Real Academia Española (RAE) en su diccionario alude a dañar o intoxicar con tósigo (ponzoña, veneno). El uso más habitual del concepto, de todos modos, se asocia a presionar o abrumar a alguien.

Por ejemplo: “La estrategia de la empresa consiste en atosigar a los deudores con llamadas telefónicas, visitas y notificaciones judiciales”, “Como entrenador, intento no atosigar a los jugadores con indicaciones en medio de los partidos”, “Creo que no deberíamos atosigar a los niños con tantas obligaciones académicas y extraescolares”.

Cuando una persona es atosigada, se siente agobiada por la presión que ejerce alguien sobre ella o que se genera por una cierta inquietud o requerimiento. Supongamos que una cantante se divorcia de su marido en medio de un escándalo de infidelidad. La noticia genera que muchos medios de comunicación deseen tener el testimonio de la figura. De este modo, cuando ella sale de su casa, decenas de periodistas se le acercan de forma violenta y le realizan muchas preguntas a la vez, colocándole micrófonos junto al rostro y fotografiándola de manera constante. Esta actitud de los trabajadores de prensa no hace más que atosigar a la cantante, quien pretende escaparse del acoso.

Los problemas económicos también pueden atosigar a una persona. Un hombre puede sentirse atosigado cuando le debe dinero a tres bancos diferentes, no tiene empleo y debe pagar el alquiler de su casa para no quedarse en la calle. El malestar incluso puede ser físico, con cefalea, problemas estomacales y dolores en el cuello, por citar algunas posibilidades.

Lo numerosos sinónimos que podemos encontrar del término atosigar en los diccionarios nos pueden ser de gran ayuda para comprender los matices de su significado y sus aplicaciones; veamos algunos de ellos a continuación: fustigar, hostigar, azuzar, acosar, cansar, aguijonear, fastidiar, fatigar, brear, importunar, incordiar, acuciar, insistir, molestar, asaetar, oprimir, urgir, obligar, conminar y apremiar. Por otro lado, dos de sus antónimos son serenar y tranquilizar.

De esta larga lista podemos centrarnos en las palabras más comunes, aquellas que suelen formar parte del habla cotidiana, para explicar más en profundidad las sensaciones que caracterizan la acción de atosigar. Quizás el término molestar sea el más amplio de todos los expuestos en el párrafo anterior, y por eso resulta adecuado para entender en qué grupo de reacciones se encuentra la que atraviesa una persona cuando la atosigan.

La insistencia es otro de los rasgos del atosigamiento; por ejemplo, si un individuo aturde a otro con una serie de cuestiones, sin tomar en cuenta el efecto que esto cause en él y repitiendo su discurso de forma innecesaria o con demasiada frecuencia. Existen ciertos matices que separan la insistencia que busca incentivar a alguien a hacer algo que le gusta y le interesa y aquella que genera una molestia, un agobio.

Si nos enfocamos en el verbo oprimir, también presente en la lista anterior, podemos explicar la sensación de ahogo que suele generar el atosigamiento en quien lo recibe. Se trata de una imposibilidad de pensar con claridad, de una falta de oxígeno (tanto en sentido figurado como literal), que pueden ser descritas también con los términos «agobio, angustia» o «sofocación».

Como consecuencia de esta acción se da un estado de fatiga, generalmente caracterizado por una falta de claridad para tomar decisiones. Atosigar a alguien es someterlo a una situación que no le es grata; si bien no siempre se lleva a cabo de forma intencional, los resultados pueden ser igualmente negativos. Cuando el causante es un ser querido, al menos existe la posibilidad de pedirle que se detenga; en el ámbito empresarial, el protocolo dificulta las cosas.

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