Definición de ático
Las primeras acepciones de ático que menciona el diccionario de la Real Academia Española (RAE) aluden a lo vinculado a Ática, una región perteneciente a Grecia que tiene como capital a Atenas. Ático, en este marco, es el gentilicio de esta zona y el nombre del dialecto de la lengua griega clásica que se hablaba allí.
En la actualidad, sin embargo, el uso más habitual del término ático aparece relacionado con la arquitectura. Se llama ático al espacio que se ubica en el último piso de una construcción, debajo de la azotea. También se conoce como ático al lugar que permite ocultar la cubierta de la fachada o el comienzo de las techumbres.
Un ático puede ser un desván, altillo o buhardilla. En este caso, por lo general se destina al almacenamiento de elementos que no se utilizan con frecuencia. Por ejemplo: “Voy a ordenar todos mis libros y apuntes de la universidad para guardarlos en el ático”, “Ayer, limpiando el ático, encontré mi colección de revistas de la década del ‘80”, “Guardo los juguetes de mi infancia en el ático”.
Ante una situación económica complicada, muchas veces los áticos son reacondicionados como habitación para que una persona viva en dicho ambiente: “Cuando me quedé sin empleo, tuve que irme a vivir al ático de la casa de mis padres”, “El niño duerme en el ático ya que no podemos mudarnos a una vivienda más amplia”.
Por otro lado, a veces el aprovechamiento del ático para cumplir una función diferente a la usual no tiene que ver con problemas económicos, sino quizás a lo contrario o bien a la pasión por la decoración. Existen muchos ejemplos en Internet de áticos que han sido completamente renovados para convertirse en oficinas, talleres, habitaciones de artesanías o dormitorios, entre otras ideas.
Si no tenemos tantas cosas que almacenar en el ático, o bien si podemos donarlas o venderlas, de esta manera podemos obtener un espacio más íntimo, que nos permita concentrarnos o encontrar la inspiración, sin necesidad de hacer una gran inversión monetaria.
El cine suele usar la figura del ático como elemento clave de las películas de terror. Si bien en ciertos países no es muy común la presencia de este tipo de habitación en la mayoría de las casas, se reconocen fácilmente a nivel internacional, y resultan ideales para generar momentos de mucha tensión.
Así como ocurre con los sótanos, que tampoco son tan comunes en todas partes del mundo, en el ático no siempre reinan el orden y la higiene, sino que se aprecia un gran número de cajas y muebles cubiertos de polvo y envueltos en telaraña. A esto se le suman los objetos pequeños o de formas irregulares que no han sido adecuadamente almacenados, todo coronado por la pobre iluminación que puede proveer una sola bombilla.
Los áticos también pueden convertirse en departamentos (apartamentos), que pueden o no ser de lujo. Esto es posible cuando, en un edificio nuevo, se destina el espacio a la construcción de una vivienda. En España, por ejemplo, se conoce como ático a la vivienda que se ubica en el último piso de un edificio y, si bien suele tener un precio superior al resto de los apartamentos, esto se debe principalmente al hecho de que posea mayores dimensiones y una terraza.
Por ejemplo, en un edificio que cuente con dos apartamentos por piso, es probable que el ático abarque la superficie equivalente a dos viviendas, con gran parte del espacio destinado a un patio descubierto. Entre las ventajas del ático con respecto al resto de las opciones se encuentra un mayor grado de intimidad, más luminosidad y, dependiendo de la zona en la que se ubique, mejores vistas.