Definición de aposición
La palabra aposición podemos subrayar que se trata de un término cuyo origen etimológico se encuentra en el latín. En concreto, deriva de “appositio”, que es fruto de la suma de los siguientes componentes:
-El prefijo “ad-”, que equivale a “hacia”.
-La palabra “positus”, que deriva del verbo “ponere”, que puede traducirse como “poner”.
-El sufijo “-tio”, que se utiliza para indicar “acción y efecto”.
Se denomina aposición a una construcción gramatical que consiste en el desarrollo de una unidad sintáctica a partir de dos elementos de una misma clase. En una aposición, un grupo nominal o un sustantivo son seguidos por otro de idéntica clase para la conformación de una unidad en la cual el segundo elemento se encarga de especificar al primero.
Las aposiciones pueden incluir elementos con un valor gramatical idéntico o diferente. De acuerdo al caso, puede tratarse de un sustantivo, un adjetivo, un pronombre u otra clase de palabra. En ocasiones se utilizan artículos o preposiciones entre los elementos.
“El idiota de Agustín” es un ejemplo de aposición, formada por un adjetivo (“idiota”) y un sustantivo propio (“Agustín”), además de un artículo (“el”) y una preposición (“de”). Las aposiciones también permiten vincular un sustantivo genérico a un nombre propio: “Lago Nahuel Huapi” (“lago” + “Nahuel Huapi”).
Además de lo ya indicado hasta el momento, podemos subrayar la existencia de dos tipos fundamentales de aposición:
-La explicativa, que se caracteriza por el hecho de que aporta una información aclaratoria y adicional al sustantivo. Hay que tener en consideración que cuando va en medio de una oración lo habitual es que se establezca entre comas. Ejemplos de esta clase de aposición es “Miguel de Cervantes, escritor español, es el autor de Don Quijote”; Felipe VI, el rey de España, asiste a una cumbre iberoamericana; Villanueva del Duque, población cordobesa de España, es una verdadera belleza”…
-La especificativa. Esta se identifica por ser la aposición que tiene como misión añadir información al nombre o sustantivo para así poder diferenciarlo de otros. Viene a ser un complemento del nombre. Ejemplo de eso sería “la tía Eva”, “el profesor Manuel”, “el contrato temporal”…
En ciertos casos, las aposiciones resultan innecesarias ya que el propio sustantivo se define por sí mismo. Si alguien expresa que un evento deportivo se llevará a cabo en “la ciudad de Lisboa”, está empleando una aposición (“ciudad” + “Lisboa”). Sin embargo, no es necesario añadir el sustantivo genérico “ciudad” a “Lisboa” ya que, justamente, “Lisboa” es una “ciudad”. Sería lo mismo señalar que el evento deportivo se realizará en “Lisboa”, sin la inclusión del elemento “ciudad”.
Algo similar ocurre cuando una persona informa que algo se producirá “el día martes” (aposición formada por “día” y “martes”) debido a que “martes” siempre es un “día” (y no una “semana” o un “mes”, por ejemplo).
Otros ejemplos de aposiciones son los siguientes:
-Manolo, el carnicero, se ha convertido en papá pues su mujer acaba de dar a luz.
-La Montaña Roja, cumbre de Lanzarote, permite disfrutar de unas espectaculares vistas.