Definición de anticorrosivo
Anticorrosivo es un concepto que puede usarse como adjetivo o como sustantivo. La noción se forma con el prefijo anti- (que alude a lo que presenta las propiedades contrarias o a lo que resulta opuesto) y el término corrosivo (referente a aquello que puede corroer).
Como adjetivo, anticorrosivo califica a lo que evita la corrosión. En cuanto a su utilización como sustantivo, un anticorrosivo es un producto que se incorpora a un material para impedir que se corroa o para hacer que no provoque la corrosión de otro elemento.
Un anticorrosivo inhibe la corrosión de un metal o de una aleación.
Qué es la corrosión
Puede advertirse que, para comprender qué es un anticorrosivo, antes resulta indispensable prestar atención al verbo corroer y al sustantivo corrosión. La acción de corroer consiste en desgastar algo. Por lo general alude a lo que hace un agente cuando destruye poco a poco un cuerpo metálico.
Corrosión, en tanto, es el acto y el resultado de corroer. Esto quiere decir que, si un metal se corroe, padece la corrosión. A su vez, si una sustancia corroe a un cuerpo, provoca la corrosión de éste.
El anticorrosivo como protección
Teniendo estas ideas en claro, es fácil entender qué es un anticorrosivo. Se trata de un producto que, por sus características, brinda protección al objeto sobre el cual se aplica, evitando su corrosión.
Los anticorrosivos suelen resguardar a metales o a aleaciones. Pueden conseguirse en distintos formatos, como aceites o aerosoles, dependiendo del tipo de anticorrosivo.
Existen distintos tipos de anticorrosivos.
Lo que hacen los anticorrosivos es inhibir la corrosión. Muchas veces estos productos establecen una capa a modo de revestimiento: así imposibilitan que los medios corrosivos tengan acceso al metal o a la aleación en cuestión.
No se puede dejar de mencionar que la corrosión produce efectos irreparables. El proceso propicia la formación de nuevos compuestos en los materiales y por eso su control resulta muy complicado.
El caso de la pintura
Habitualmente asociamos la pintura a una cuestión decorativa u ornamental. De hecho, en general pintamos una casa cuando deseamos embellecerla.
Sin embargo, hay pinturas con propiedades muy útiles que sirven para prevenir distintos problemas o que actúan como tratamiento. En este grupo encontramos a las pinturas anticorrosivas.
Estas pinturas, que se aplican sobre metales, actúan en el procedimiento de imprimación. Esto quiere decir que ayudan a adecuar o preparar la superficie metálica para el pintado posterior.
La función primordial de la pintura anticorrosiva es impedir la oxidación del metal. Además dota a la superficie de las condiciones necesarias para que luego pueda ser pintada con otra clase de acabado.
Las pinturas anticorrosivas son grises, negras, naranjas o rojas. Frecuentemente tienen silicato de sodio entre sus componentes, ya que esta sustancia logra inhabilitar la corrosión.
La importancia de los anticorrosivos en la economía
Puede afirmarse que la pintura anticorrosiva constituye una primera capa protectora. Su aplicación ayuda a extender la vida útil de aquello que protege, con lo cual contribuye al ahorro económico.
De acuerdo a diversos estudios, se estima que la corrosión cuesta hasta el 4% del PIB de las naciones industrializadas debido a los daños que provoca. Emplear anticorrosivos, en este marco, es una inversión y no un gasto.