Definición de ángulos complementarios
Para poder conocer el significado del término ángulos complementarios, lo primero que hay que hacer es descubrir el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma. En este sentido, esto es lo que podemos exponer:
-Ángulo es una palabra de origen griego, ya que deriva de “ankulos”, que puede traducirse como “torcido”. Después trascendió al latín en forma de “angulus” y con el significado de “ángulo”.
-Complementario, por otro lado, tiene procedencia latina. Es fruto de la suma de varias partes claramente diferenciadas: el prefijo “com-”, que significa “unión”; el verbo “plere”, que es sinónimo de “llenar”; el elemento “-mento”, que puede definirse como “medio”, y, por último, el sufijo “-ario”. Este último se utiliza para indicar “relativo a”.
El concepto de ángulos complementarios nos lleva a centrarnos en los dos términos que componen la expresión. Los ángulos son figuras geométricas que se forman con dos semirrectas que tienen un origen (vértice) en común. Complementario, por su parte, es un adjetivo que alude a aquello que complementa algo.
Los ángulos complementarios, en este marco, son ángulos que se complementan para formar un ángulo recto. Dicho de otro modo: la suma de dos ángulos complementarios da como resultado un ángulo de 90º.
De esta manera, podemos determinar, por tanto, que en un triángulo rectángulo encontramos ángulos complementarios. Sí, lo serán los ángulos agudos, ya que uno medirá 68º y el otro 22 º. Es decir, sumarán 90 º.
Además, también podemos indicar que la diagonal de cualquier rectángulo también se encarga de configura ángulos complementarios.
Es posible apelar a la aritmética para obtener ángulos complementarios. La teoría indica que, para saber cuál es el ángulo complementario de un ángulo a, hay que restar su amplitud a 90º. Así se obtiene su ángulo complementario, que podríamos llamar ángulo b.
Si el ángulo a mide 30º, por lo tanto, debemos realizar el siguiente cálculo: 90º – 30º. De esta manera obtendremos el ángulo b (60º). Si sumamos los ángulos a (30º) y b (60º), notaremos que el resultado es 90º, confirmándose entonces que se trata de ángulos complementarios.
Cabe destacar que los ángulos complementarios también pueden ser consecutivos o contiguos (cuando tienen el vértice y un lado en común). En este caso, los lados que no son comunes de estos ángulos dan lugar a un ángulo recto.
Si los dos ángulos complementarios tienen una amplitud de 45º, además son congruentes ya que miden lo mismo. Otra clasificación de estos ángulos los ubicaría en el grupo de los ángulos agudos (miden más de 0º y menos de 90º).
No podemos pasar por alto que cuando hablamos de ángulos complementarios siempre surgen también los llamados ángulos suplementarios. Estos últimos son los que se caracterizan porque suman 180º. Así, por ejemplo, a un ángulo de 150 º tenemos que exponer que su suplementario sería el que contara con 30 º y a lo que es uno de 135 º su suplementario sería el que mide 45 º.