Definición de antítesis
El recorrido etimológico del término antítesis se inicia en el latín tardío (antithĕsis) y luego pasa al griego (antíthesis) antes de llegar a nuestra lengua. Una palabra griega esta que es fruto de la suma de varios elementos claramente delimitados como son estos:
-El prefijo “anti-”, que puede traducirse como “contrario”.
-El término “tithemi”, que es equivalente a “yo pongo”.
-El sufijo “-sis”, que es sinónimo de “acción”.
El primer significado que menciona el diccionario de la Real Academia Española (RAE) hace referencia a aquello que, por sus características o condiciones, resulta totalmente opuesto a otra cosa.
Por ejemplo: “Ricardo es la antítesis de Juana: él es callado y retraído, mientras que ella está todo el día hablando y socializando”, “El proyecto político de la oposición es la antítesis del modelo que venimos desarrollando con éxito a nivel nacional desde hace más de una década”, “El accionar de los policías en este caso constituye la antítesis de lo que indican los procedimientos”.
Hay que establecer que una de las frases más importantes de cuantas han pasado a formar parte de la retórica es precisamente un perfecto ejemplo de lo que es la antítesis. Nos estamos refiriendo a la que pronunció Neil Amstrong cuando en el año 1969 llegó a la Luna: “Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad”.
No obstante, existen otros muchos ejemplos de antítesis también muy conocidos como son estos versos de reconocidos escritores:
-“Cuando quiero llorar no lloro, y a veces, lloro sin querer” (Rubén Darío).
-“Es tan corto el amor y tan largo el olvido” (Pablo Neruda).
-“Eres como la rosa de Alejandría, colorada de noche, blanca de día” (Lope de Vega).
En el plano de la retórica y de la filosofía, la antítesis es la oposición que existe entre dos expresiones o juicios. Su uso permite el desarrollo de la dialéctica que deriva en la construcción de conocimiento.
En este marco, encontramos una proposición, una concepción o un discurso que constituye la tesis. Se trata de una afirmación que, de algún modo, se justifica o se demuestra. La antítesis es el razonamiento contrario: propone algo que contradice la tesis, confrontando sus argumentos. La dialéctica indica que, tras la oposición entre la tesis y la antítesis, surge una nueva mirada que se condensa en la síntesis. Esta tercera proposición (la síntesis) representa una comprensión diferente del asunto en cuestión.
Un ejemplo simplificado del proceso es el siguiente: “Los perros son negros” (tesis) / “Sin embargo, ayer vi un perro blanco” (antítesis) / “Hay perros negros y perros blancos” (síntesis).
Dentro de lo que es el ámbito de la filosofía podemos subrayar que la utilización de la antítesis y de esta en sí cuenta con una serie de particularidades. En concreto, entre las mismas podemos destacar las siguientes:
-Su utilización se puede entender porque la misma, de manera clara y contundente, se puede emplear para acometer una refutación.
-Asimismo, hay que tener en cuenta que, por regla general, las antítesis que se emplean en este caso van precedidas de expresiones tales como “sin embargo”, “no obstante” o “pero”, entre otras.