Definición de anemómetro
Un anemómetro es un dispositivo que se emplea en el terreno de la meteorología para medir la intensidad del viento.
Los anemómetros disponen de varias aspas equipadas con cazoletas, que se ven como pequeños cuencos de metal: cuando el viento sopla, las aspas del anemómetro comienzan a girar. El registro de la cantidad de vueltas permite calcular la velocidad del viento.
Los anemómetros de este tipo, que también se conocen como anemómetros de molinete, son los más usados en el ámbito de la meteorología. Según el modelo, la lectura y el registro de la cantidad de vueltas que el viento produce en el pequeño molino se lleva a cabo de forma diferente, y esto también da lugar a nombres diferentes de anemómetro. Esta variedad es típica en inventos tan antiguos como éste.
En algunos casos, dicho valor puede quedar reflejado directamente en un contador, o bien impreso en una tira de papel (la cual se denomina anemograma), y también existen los dispositivos absolutamente electrónicos, que cuentan con pantallas digitales para expresar los resultados. Cuando el anemómetro cuenta con un registrador de tipo gráfico, se lo denomina anemógrafo.
Existen, de todos modos, otros tipos de anemómetros. En los aviones, se emplean anemómetros equipados con un hilo de níquel o de platino que se calienta por medio de la electricidad. El viento, al enfriarlo, produce un cambio de su resistencia. De este modo, la corriente que recorre el hilo resulta proporcional a la velocidad alcanzada por el viento.
Hay dispositivos de esta clase que apelan a un rayo láser que se divide. El regreso del láser al anemómetro resulta más lento por las moléculas de aire: la diferencia que se registra entre la radiación relativa en el anemómetro y el regreso de la radiación permite estimar la velocidad que tienen dichas moléculas de aire.
También se llama anemómetro al artefacto que, en los aviones, se emplea para calcular la velocidad de desplazamiento. En este caso, el anemómetro tiene un aspecto y una concepción diferentes, y permite comparar la presión dinámica (es decir, la del impacto del aire) y la presión estática mediante un tubo de Pitot.
Se conoce como tubo de Pitot a una toma combinada creada en 1732 por el ingeniero Henri Pitot que sirve para efectuar el cálculo de la presión total (también llamada de remanso, remanente o de estancamiento), la cual es igual a la suma de la estática y la dinámica.
Cabe destacar que la escala de Beaufort posibilita calificar, de acuerdo a la velocidad del viento detectada por el anemómetro, si hay calma, brisa, viento fuerte, temporal o huracán, entre otros estados.
La escala de Beaufort
Aproximadamente en el año 1805, el hidrógrafo y oficial naval inglés Sir Francis Beaufort creó la escala que lleva su nombre; hasta ese entonces, los oficiales navales se veían restringidos a los resultados de sus propias observaciones, las cuales llevaban a cabo con cierta regularidad, pero no se basaban en ninguna escala, y por ello sus mediciones carecían de objetividad.
En un principio, la escala de Beaufort no contaba con los diferentes valores de la velocidad del viento, sino que indicaba una serie de condiciones cualitativas según la repercusión que éstas pudieran tener en la manipulación de las embarcaciones, y les asignaba un número del cero al doce, siendo la menor «apenas suficiente para realizar maniobras» y la mayor, «imposible de sostener para las velas».
Con el tiempo, esta escala pasó a formar parte esencial de las bitácoras de la Marina Británica y desde la década de 1850 trascendió los límites del uso naval, gracias a la asociación de sus valores con el número de rotaciones provisto por el anemómetro.