Definición de anarquía

Anarquía es un concepto que procede de la lengua griega y que hace mención a la ausencia de poder público. Puede estar relacionado con el movimiento político que propone la existencia de una organización social que no sea jerárquica o con un conflicto en un Estado consolidado (generalmente democrático).

En una situación de descontrol, en la que el Estado se debilita y ya no puede ejercer el monopolio del uso de la fuerza, suele decirse que «cunde la anarquía» porque no existe nadie que tenga la capacidad de liderazgo suficiente como para conseguir restablecer la paz. En dicha situación, el gobierno no logra aplicar la ley sobre su territorio porque está teniendo lugar un desorden político, un conflicto institucional o una crisis social. Muchas veces los ciudadanos incluso desconocen el poder del gobierno en cuestión, lo que lleva al caos. Por eso la noción de anarquía también se usa en el lenguaje cotidiano como sinónimo de barullo, descontrol o desconcierto.

Algunos ejemplos donde aparece el término son: “La oposición ha exigido al presidente que apele al Ejército para terminar con la anarquía”, “La gente está harta de vivir en la anarquía, sin reglas claras”, “Desde que renunció la directora, la escuela es una anarquía”.

La doctrina política que defiende la anarquía se conoce como anarquismo. Los anarquistas promueven una forma de organización social que prescinda del Estado. No creen en el dominio del hombre sobre el hombre. Para esto impulsan instituciones que se formen por el libre acuerdo de los ciudadanos, sin que exista la utilización de la fuerza.

El símbolo de la anarquía es una letra A rodeada por un círculo. Este círculo representa la unidad y el equilibrio del orden natural, sin la necesidad de un orden vertical. Otro símbolo del anarquismo es la bandera negra, ya que el color uniforme demuestra unidad y el negro refleja la pureza del ideal porque no puede ensuciarse ni mancharse.

Entre los fundamentales intelectuales del movimiento cabe mencionar a Mijaíl Bakunin (1814-1876), uno de los máximos difusores del anarquismo en Europa.

En su juventud, Bakunin trabó amistad con el poeta Nikolái Stankévich con quien comenzó a estudiar a autores filosóficos importantes como Kant, Schelling, Fichte y Hegel. Posteriormente se interesó por la política y comenzó a militar en el Partido Socialista; no obstante, sus ideas eran más ambiciosas que las que buscaban los revolucionarios del momento y más tarde debió abandonar esta militancia para formar su propio grupo político, en el que plasmaría todas sus ideas.

Dicho movimiento surgió con el nombre de Alianza Internacional de la Democracia Socialista, y dejaría en evidencia sus claras diferencias con el socialismo. Más tarde estas nuevas ideas políticos se consolidarían con la instauración del anarquismo.

Bakunin estaba convencido de que un mundo mejor era posible y para ello sólo era necesario erradicar la existencia de un gobierno autoritario. Deseaba una organización social de tipo horizontal, sin jerarquías de ninguna índole que pudieran corromper la libertad de los más desfavorecidos.

Su principal objetivo, por el que estuvo trabajando durante casi toda su juventud, fue suprimir la existencia de los Estados Nacionales y crear federaciones, constituidas por libres asociaciones agrícolas e industriales. Estaba convencido de que cualquier estructura sistemática, incluso las que contaran con un líder escogido por la mayoría del pueblo era mala y estaba condenada al fracaso.

Entre las principales propuestas de Bakunin la más resaltable fue la búsqueda de una sociedad democrática que no se rigiera por las leyes de la economía sino que apostara por la igualdad y la unión social.

La principal máxima de este intelectual fue: «Es proponiéndonos lo imposible como podremos lograr lo posible«.

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