Definición de analfabetismo
Analfabetismo es la condición de analfabeto, una palabra de origen latino (analphabetus) que deriva a su vez del griego antiguo (ἀναλφάβητος, analfábetos) que hace referencia a aquella persona que no sabe leer ni escribir. De todas formas, el término suele tener un uso extendido y se utiliza para nombrar a los individuos que son ignorantes o que carecen de los conocimientos más básicos en alguna disciplina.
También considerada una epidemia que atenta contra la libertad y el progreso, el analfabetismo alarma a los gobiernos de diversos países desde hace décadas y existen numerosas campañas con el fin de erradicarlo. Más de 800 millones de adultos y más de 100 millones de niños en todo el mundo son analfabetos. Esto supone que, en general, estas personas no saben leer sus derechos, ni las noticias de un periódico, ni redactar un Currículum vítae para buscar trabajo. Las consecuencias de dichas limitaciones resultan tan evidentes como aterradoras.
En los países que cuentan con programas de escolarización obligatoria, el analfabetismo es muy reducido. Sin embargo, el aprendizaje de la lengua es cada vez más deficiente, dados una serie de factores, entre los que se encuentra el mal uso de la tecnología. A mediados de los años 90, las convenciones utilizadas para redactar un mensaje de correo electrónico y para chatear supusieron una gran amenaza para muchos maestros, quienes aseguraban que sus alumnos escribían cada vez peor. Hoy en día, tan sólo 15 años más tarde, en países como Estados Unidos los niños reciben sus primeros teléfonos móviles antes de los 9 años. ¿Cuánto afecta la tecnología al lenguaje? Nada, siempre que se la aplique con una estrategia constructiva.
Idiomas muy complejos como el japonés requieren de una efectividad aún mayor por parte de los maestros y de una atención y constancia por parte de los alumnos que sería inimaginable en occidente. Sin embargo, a pesar de la estereotipada determinación y disciplina de los orientales, el analfabetismo también los ataca. Irónicamente, para llevar a cabo uno de los planes de Japón para mejorar la enseñanza de la escritura y la lectura es necesario que cada alumno lleve consigo una Nintendo DSi al colegio. La propuesta es utilizar un programa que capture y reconozca las palabras dichas por el profesor y las envíe a cada persona para que puedan seguir la clase y guardar un apunte automático, siempre con una ortografíacorrecta. Existen asimismo diversos programas que supervisan la escritura manual realizada en una pantalla táctil con la ayuda de un stylus o estilete, para asegurar un aprendizaje preciso de esta lengua tan compleja que exige, por ejemplo, que el orden y la dirección de cada uno de los trazos de un carácter sean inalterables.
Analfabetismo funcional y digital
Cuando una persona aprende a leer y escribir pero no puede aplicar estos conocimientos de manera práctica, hablamos de analfabetismo funcional. En este caso, el individuo es capaz de hacer un uso básico de su lenguaje, pero incapaz de entender instrucciones escritas, rellenar un formulario, leer un texto en un medio de comunicación, interpretar señales de tránsito o tablas de horarios, así como de utilizar eficientemente herramientas informáticas como un procesador de texto, internet o un teléfono móvil. Si bien estas personas son capaces de entender palabras aisladas, es cuando se éstas se combinan y adoptan significados relativos y contextuales que su interpretación se vuelve imposible imposible para ellas.
Por otra parte, en los últimos años se ha desarrollado el concepto de analfabetismo digital, que se refiere a las personas que no poseen los conocimientos necesarios para interactuar con las nuevas tecnologías (como Internet). Erróneamente, esta condición suele asociarse a personas de una cierta edad, probablemente padres y abuelos de la generación del 80 hacia atrás. Así como en el caso del analfabetismo tradicional, las causas de esta falta de conocimientos y comprensión no está ligada a la edad ni, en muchos casos, al nivel económico de la persona. Los grandes responsables son, en general, técnicas poco prácticas y frustrantes de enseñanza, que no piensan en el alumno como individuo sino como parte de un grupo que engloba a cualquier persona de su misma edad, asumiendo que todos sus integrantes muestren un grado similar de interés y capacidad.
Hace ya unos años, la ONU incluyó la educación como uno de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, y fijó como fecha límite el año 2015 para que todos los niños del mundo puedan acceder a la educación primaria. Para alcanzar ese objetivo, no sólo contamos con las escuelas, sino que la televisión e internet ofrecen diversas herramientas gratuitas para el aprendizaje de la lengua, que van desde series de videos hasta textos, aplicaciones e incluso juegos.