Definición de alimentación saludable
Se denomina alimentación al acto y la consecuencia de alimentar o alimentarse: es decir, de suministrar comida a un ser viviente o de abastecer de energía a una maquinaria. Cuando una persona ingiere alimentos, se alimenta y da inicio al proceso llamado digestión, que permite convertir los alimentos en nutrientes que el organismo necesita para su funcionamiento.
Saludable, por su parte, es un adjetivo que alude a lo que permite mantener o recuperar la salud. La noción también refiere a aquel o aquello que tiene una apariencia sana.
La idea de alimentación saludable, de este modo, está vinculada a la ingesta de alimentos que tienen efectos positivos en la salud. Al optar por este tipo de comida, la persona protege su organismo y hasta puede revertir ciertas afecciones.
Con la alimentación saludable, un ser humano consigue desarrollarse con menos trastornos en su salud, minimizando el riesgo de contraer determinadas enfermedades, incrementando su bienestar y reforzando su sistema inmunitario. En cambio, la denominada comida chatarra genera todo lo contrario: contribuye a la aparición de enfermedades y afecta las funciones vitales de distintas maneras.
Para poder llevar a cabo una alimentación saludable, se hace necesario que esta respete una serie de normas o pilares muy importantes:
-No debe contar con productos envasados o precocinados.
-Es fundamental que apueste, en todo momento, por lo que son alimentos frescos y de calidad.
-En esta dieta se hace vital que tengan un enorme presencia tanto las frutas como las verduras. De la misma manera, hay que optar en cada temporada por ingerir las que son propias de la misma. Asimismo, no se debe pasar por alto que hay que comer diariamente entre 5 y 7 piezas de fruta.
-No debe estar presente en absoluto lo que se conoce como comida basura o rápida.
-Los dulces y la bollería industrial tampoco son aconsejables que formen parte de esta dieta, ya que aportan muchas grasas, azúcares y calorías.
-A la hora de cocinar, hay que optar por platos cocidos, a la plancha o al horno antes que fritos.
-Es importante realizar cinco comidas al día: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena.
-Hay que masticar bien los alimentos y sin prisas.
-No menos importante es que, como mínimo, al día hay que beber entre 2 y 2,5 litros de agua.
-Hay que eliminar o reducir a la mínima expresión el consumo de alcohol y el hábito de fumar.
-Una o dos veces en semana hay que comer legumbres.
-Al día hay que ingerir dos lácteos que estén desnatados.
-A la hora de cenar hay que evitar las comidas copiosas.
A la adopción de una dieta basada en la alimentación saludable se debe sumar la actividad física frecuente para optimizar el estado. Hay que tener en cuenta, de todos modos, que tanto la dieta como las características de la actividad física deben asociarse a la edad y a otros factores.
Para un recién nacido, por ejemplo, la lactancia materna es el pilar de una alimentación saludable. A medida que crece, la persona debe incorporar verduras, frutas, cereales, legumbres y otros alimentos. Los médicos sugieren, por otra parte, minimizar el consumo de sal, azúcar y grasas.