Definición de aleccionar
El verbo aleccionar proviene de lección: una enseñanza. La acción, por lo tanto, alude a educar, instruir, entrenar o adiestrar. Por ejemplo: “No te preocupes, te voy a aleccionar para que puedas desempeñarte con éxito en tu nuevo puesto”, “Con esta medida, el gobierno pretende aleccionar a los dirigentes opositores”, “Debemos aleccionar a los visitantes para que cuiden las instalaciones”.
Al aleccionar, por lo tanto, se busca transmitir conocimientos, ideas o mensajes para que sean asimilados por el receptor. El concepto muchas veces se asocia a la lección que se brinda por la fuerza o a través de un ejemplo.
Supongamos que los padres de un adolescente, cansados de que el joven no cumpla con los horarios de regreso acordados y llegue siempre tarde a cenar, deciden dejar de preparar comida para él cuando se demora. De este modo, luego de unas cuantas noches de quedarse con el estómago vacía, el muchacho comprende que deberá adaptarse a las reglas de su familia si pretende seguir comiendo en su casa. Este es un ejemplo bastante común de la forma en la que los padres buscan aleccionar a sus hijos.
Claro que por otro lado existe la violencia y la imposición por la fuerza de ciertos principios o costumbre. En un caso como éste, poco importa si las enseñanzas son o no beneficiosas para el individuo, ya que el modo en el que se interiorizan atenta contra la libertad y los derechos básicos de la persona, por lo cual no florecen como deberían y suelen derivar en comportamientos negativos.
El concepto de aleccionar se encuentra con frecuencia asociado a la humillación, aunque en diferentes grados. Por ejemplo, cuando un equipo de fútbol tiene un desempeño considerablemente mayor que el de su contrincante en un partido, los medios de comunicación pueden aferrarse a este término para hacer referencia a la destreza con la que obtuvo la victoria, opuesta a las malas decisiones o la falta de nivel del otro.
Por otro lado, tenemos casos en los cuales la humillación es real y muy profunda. Esto ocurre, por ejemplo, cuando lo vecinos de un barrio deciden aleccionar a los delincuentes por su cuenta, a falta de una repuesta por parte de la policía al creciente número de robos en la zona. Dado que no se trata de un acto que simplemente pretenda hacer justicia sino también llamar la atención de las autoridades y exigirles que reaccionen, es común que los criminales se vean sometidos a castigos mayores de los que habrían recibido en un centro penitenciario.
La acción de aleccionar también puede ser masiva a través de los medios de comunicación o de la industria del entretenimiento. Una película financiada por las autoridades de un país puede destacar las bondades del ejército con el objetivo de mejorar la imagen de las fuerzas armadas. La trama del filme muestra a los soldados como héroes y a los altos mandos militares como personas honestas y de gran capacidad. La finalidad de la película en cuestión es aleccionar al espectador para despertar en él sentimientos positivos hacia las tropas.
El ejemplo de la propaganda militar se da muy a menudo en Norte América, donde la importancia que tiene el ejército es mucho mayor de la que recibe en otros países. De forma independiente al género o la trama, las historias estadounidenses siempre parecen encontrar un espacio para los soldados, así como para el FBI, y cuando la situación social del país lo requiere no dudan en mostrarlos como seres sobrehumanos, de una determinación inquebrantable y una sensibilidad que vuelve difícil asociar su personalidad con las noticias acerca del machismo y la homofobia.