Definición de agrafia
El término que tenemos por delante para definir nos encontramos con que tiene su origen en el griego. Procede de un cultismo de dicha lengua que se compone de dos partes. Por un lado, está el prefijo a, que significa “sin”; y por otro lado se halla la palabra grafia que podría traducirse como “escritura”. De esta manera, queda claro que el origen etimológico de dicho concepto nos viene a decir que agrafia se refiere a algo sin escribir o a alguien que no puede llevar a cabo la escritura.
La agrafia o agrafía es un concepto médico que hace referencia a la completa o parcial imposibilidad para manifestar ideas por medio de la escritura. Esta incapacidad se hace notoria a raíz de una lesión o de un desorden de tipo cerebral.
Cabe resaltar que agrafia refiere asimismo a la condición de ágrafo, nombre que reciben aquellos que no logran dominar la escritura, desconocen cómo llevarla a cabo o son poco habilidosos para ello. En otras palabras, la agrafia describe la pérdida de habilidades que permiten escribir por motivos traumáticos, más allá de cualquier alteración motriz.
Hay que tener en cuenta que la agrafia es una discapacidad de alcances variables que no deja que quien la padece pueda dar a conocer sus pensamientos, ideas, procesos o secuencias por escrito, aunque sí puede expresarlos con la palabra hablada.
Existen varios tipos de agrafia que se clasifican fundamentalmente en función de la zona del cerebro que se vea afectado y que por tanto los origina. Así, de esta manera, se puede hablar de agrafia pura, afásica, con alexia, espacial o apráxica.
En concreto, por ejemplo, el último tipo de agrafia citado es aquel que trae consigo que el enfermo no tenga ningún tipo de problema al “escribir” con el teclado de un ordenador pero que sí tenga dificultades al hacer lo propio con un lápiz o un bolígrafo. Así, al hacerlo a mano realizará unas letras muy deformadas por lo que le costará mucho escribir ya sean letras en mayúscula o en minúscula.
Además de las clasificaciones citadas también habría que hablar de lo que se conoce como agrafia aferente. En este caso el principal obstáculo del enfermo a la hora de expresarse y comunicarse con la escritura es que le cuesta separar las palabras e incluso mantener la línea horizontal de las mismas.
La agrafia se relaciona con otros términos. Por ejemplo, con la disgrafia, marcado por un déficit de capacidad y habilidad a la hora de escribir y está considerada como una forma de dislexia. También está vinculada con la afasia (problema que se caracteriza por la pérdida o la dificultad para dominar el lenguaje debido a una lesión en ciertas áreas del cerebro).
Por otra parte, cabe resaltar a la alexia, un cuadro que se caracteriza por dejar a quien la sufre con incapacidad de leer, aún cuando ya se había adquirido la habilidad para la lectura. La alexia suele presentarse junto a un cuadro de agrafia, más allá de que el afectado puede hablar y comprender el lenguaje que oye.
Por último, puede destacarse que el agramatismo es un elemento lingüístico vinculado a la afasia de expresión, que se caracteriza por la eliminación frecuente de los morfemas gramaticales (como artículos, preposiciones y pronombres personales) y el acortamiento de las frases a una simple secuencia de morfemas léxicos.