Definición de afonía
El término afonía se ha constituido con vocablos griegos: a (entendido como “sin”) y phonos (traducido como “sonido”). Se trata de un concepto utilizado en el campo de la medicina para referirse a la imposibilidad de emitir sonidos que permitan hablar o, en otras palabras, a la ausencia de voz. Esta eventualidad está considerada como un asunto algo más grave que la disfonía (un trastorno cualitativo o cuantitativo de la fonación que tiene su origen en causas orgánicas o funcionales).
Dicha enfermedad es una dolencia que, en muchas ocasiones, sufren especialmente aquellos profesionales que “viven” de su voz. Así, no es nada raro que con cierta frecuencia se haya producido el hecho de que un cantante se haya visto en la necesidad de tener que llevar a cabo la suspensión de un concierto por estar sufriendo una afonía.
Es importante tener en cuenta que la voz es un sonido que se extiende por la laringe a partir del aire pulmonar que se ha espirado y termina amplificado y reforzado a través de las cavidades de resonancia. La voz constituye un detalle característico de cada individuo en su totalidad.
En este sentido habría que destacar que, aunque muchas y diversas son las causas que pueden llevar a una persona a padecer esta afección que estamos analizando, nos encontramos con el hecho de que las circunstancias más habituales que la propician son el exceso de la utilización de la voz, el tabaco, el consumo de bebidas alcohólicas o el haber ingerido bebidas que estuvieran excesivamente frías.
Una causa bastante frecuente de afonía es el quiebre del nervio laríngeo recurrente, que se encarga de encaminar a la mayoría de los músculos ubicados en la zona de la laringe. Este nervio puede ser dañado en el marco de una intervención quirúrgica (como una operación de tiroides) o por un tumor.
En definitiva, la mayor parte de los cuadros de afonía se originan por motivos fisiológicos, entre los cuales se encuentran las alternaciones y trastornos que afectan a la segunda y tercera área dorsal y que atrofian o dañan los nervios linfáticos, cuya misión está asociada a la coordinación.
Existe otro tipo de afonía, llamada afonía funcional o psicogénica, que aqueja a enfermos con dificultades de tipo psicológico. Al analizar la laringe de los afectados, se comprueba que sus cuerdas vocales no logran unirse o mantener distancia al tratar de hablar. En cambio, pueden hacerlo sin problemas al momento de toser. El tratamiento para la afonía funcional consiste en la ayuda psicológica y en los consejos de un foniatra o patólogo del habla.
Dentro del ámbito sanitario existen diversos tratamientos para ponerle fin a la mencionada enfermedad, sin embargo, tampoco hay que olvidar que también se puede hacer uso para el mismo objetivo de lo que son los tratamientos naturales o trucos caseros. Entre los más efectivos se encuentra algo tan sencillo como hervir agua y una vez que esté fría añadirle el zumo de un limón. Un líquido con el que se deberá hacer gárgaras, al menos, dos veces al día.
Asimismo, tampoco hay que olvidar que también es recomendable el ingerir piña, tomar caldos de calabacín o infusiones de tomillo con un poquito de limón y con una cucharada de miel. Trucos todos ellos fruto de la tradición que han pasado de generación en generación en pro de nuestra salud.