Definición de adulto
De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), adulto es un adjetivo que procede del vocablo latino adultus. El concepto permite calificar a aquel o aquello que haya alcanzado su desarrollo pleno.
Por ejemplo: “Cuando seas adulto, tomarás tus propias decisiones: ahora eres un niño y debes obedecerme porque soy tu padre”, “A la derecha, pueden ver un ejemplar adulto de leopardo”, “A un siglo de nuestra independencia, somos un país adulto y maduro”.
Los niños necesitan de la presencia de un adulto para su desarrollo, al menos dentro de un marco social normal, donde las actividades y los conocimientos necesarios para la subsistencia están en manos de los mayores. Además de aprender a hablar, leer y escribir, deben recibir ejemplos de relaciones interpersonales, indispensables para cuando les llegue el momento de salir al mundo exterior y tratar con otras personas.
Para la biología, un organismo alcanza la adultez cuando ya puede reproducirse. En el caso del ser humano, la noción se vincula además a diversas cuestiones legales y culturales, trascendiendo el aspecto vinculado a la fisiología y a la capacidad reproductiva.
La primera etapa de la vida humana es la niñez, luego llega la adolescencia y finalmente el individuo se convierte en adulto, cuando su desarrollo físico ya se ha completado, momento en el cual puede hacer un uso mayor de sus facultades. La adultez, a su vez, puede dividirse en diversas etapas, como la adultez temprana, la adultez media y la adultez tardía o vejez.
A nivel legal, es habitual que se considere que una persona es adulta a partir de los 18 o de los 21 años, de acuerdo al ordenamiento jurídico. Se cree que, a partir de una cierta edad, el sujeto ya tiene la madurez física y psicológica necesaria para tomar sus propias decisiones de manera consciente y asumiendo las consecuencias de sus actos.
Un adulto, por lo general, debe dedicarse a alguna actividad laboral o productiva para obtener los recursos que le permitan subsistir y mantener a sus hijos. Por eso los adultos tempranos y medios constituyen el grupo económico activo de una sociedad: los niños y los adolescentes deben asistir a la escuela, mientras que los adultos mayores ya están jubilados.
Cabe señalar que esto no siempre se cumple, especialmente en la era actual, caracterizada por haber roto con muchas de las estructuras y los preceptos que tenían validez en el pasado. Uno de los puntos que cada vez es menos común es la paternidad: si bien existen muchas personas tradicionalistas, que creen en el modelo básico de familia, y nacen preparados para casarse y procrear, también están quienes optan por encontrar su propio camino a través el desarrollo profesional y personal, sin necesidad de una pareja.
Por otro lado, la adultez no es algo que pueda definirse de una misma forma para todos los casos, ya que no se trata de un concepto enlazado obligatoriamente a la madurez física ni a la edad de un individuo, como puede apreciarse en muchos artistas y personas de espíritu libre que continúan disfrutando de la vida como si fuesen niños. Esto no quita que ante la ley sean adultos, pero desde un punto de vista social están más cerca de la infancia.
Convertirse en adulto parece una cuestión natural, pero hay quienes aseguran que es posible negarse voluntariamente a dar ese paso, y prefieren mantener vivo al niño interior para no perder esa intensidad propia de los primeros años. Mientras que algunas personas nunca cuestionan los mandato y permiten de forma pasiva que su entorno las vaya transformando en esposos, padres y abuelos, otras descubren a tiempo que existen infinitas posibilidades.