Definición de acritud
El vocablo latino acritūdo llegó al castellano como acritud. De acuerdo al primer significado mencionado por el diccionario de la Real Academia Española (RAE), el concepto es sinónimo de acrimonia: la aspereza, la dureza o el rigor de algo.
Por ejemplo: “La acritud se mantuvo durante toda la sesión legislativa”, “Gracias a los cambios que impulsó este gobierno, ahora hay acritud legal y los delincuentes pagan por sus delitos”, “Siempre ejercí mi trabajo con acritud”.
La acritud, de este modo, puede referirse al carácter de una persona o al tipo de vínculo que establece con otros sujetos. La noción alude a la severidad o la inclemencia. Un docente que ejerce su labor con acritud no tolera la falta de respeto y la indisciplina de sus alumnos. Por eso suele aplicar castigos a aquellos que no se comportan de la manera adecuada o que violan las normas de conducta.
En un sentido similar, el jefe de una empresa puede dirigirse a sus empleados con acritud. Este hombre prefiere mantener distancia con sus subordinados y opta por no permitir el desarrollo de una relación afectuosa.
Es importante señalar que la acritud en el trato con otras personas no es algo agradable; por el contrario, puede entenderse como un sinónimo de acidez, brusquedad, ironía y mordacidad, entre otros términos similares. No debe confundirse con una actitud estricta, sino que hace referencia a la ausencia de dulzura en la comunicación.
Si bien no es una palabra muy usada en el habla cotidiana, sí es común etiquetar a alguien de «agrio» cuando no nos parece adecuada su forma de tratarnos. Por ejemplo, un dependiente de una tienda que atiende de mala manera a sus clientes sin razón aparente, o un empleado de un organismo de gobierno que parece desear infundir miedo en el público, dos casos que se dan muy a menudo en ciertas ciudades.
La acritud, de acuerdo a la RAE, también se vincula a la aspereza que se siente a través del olfato o del gusto: “Ten cuidado con este ingrediente: si utilizas demasiada cantidad, su acritud opacará los demás sabores”, “Hay personas que encuentran desagradable la acritud de la cebolla”, “La acritud de este vinagre se advierte por su aroma”.
En el ámbito de la ingeniería, se llama acritud al estado de un metal que, por diferentes cuestiones, haya perdido su maleabilidad y su ductilidad. Esto también se conoce con el nombre de endurecimiento por deformación o en frío, y tiene lugar a causa de una deformación plástica en el material que aumenta la densidad de sus dislocaciones.
Por dislocación entendemos, en el mundo de la física del estado sólido y la ciencia de materiales, una serie de defectos que tienen lugar en la red cristalina de dimensión uno. El fenómeno del endurecimiento por acritud se da a nivel macroscópico a modo de resistencia a la deformación antes mencionada, y esto ocurre a través del proceso de saturación del material con más dislocaciones, ya que éste se resiste a que se generen nuevas y se muevan.
En el caso de los cristales de tipo metálico, la deformación plástica no puede revertirse y la generan las dislocaciones al moverse, algo que afecta a toda su estructura. Si estos cristales se encuentran a una temperatura normal, es decir, que no se aproxime a ninguno de los extremos de frío o calor, la deformación de un material también da lugar a la creación de dislocaciones; en este caso, se producen más de las que se eliminan, y generan tensiones que bloquean la movilidad de otras. Así disminuye la ductilidad del material, como consecuencia de un crecimiento en su resistencia.