Definición de accidente de tránsito
Se denomina accidente a un evento que ocasiona un daño involuntario o que altera el estado habitual de un suceso. Tránsito, por su parte, es el acto de transitar (dirigirse de un lugar a otro, viajar).
La idea de accidente de tránsito se vincula a la contingencia que se produce en la vía pública y que involucra a uno o más vehículos. Cabe destacar que, más allá de cuestiones imprevisibles o azarosas, la noción también suele incluir aquellos eventos que se producen por irresponsabilidad o negligencia de las personas.
Supongamos que un sujeto sufre un paro cardíaco mientras se encuentra conduciendo su automóvil. Al desvanecerse, pierde el control del vehículo y atropella a un peatón. El conductor, que no tenía antecedentes cardíacos, circulaba respetando las normas de tránsito, mientras que la víctima tampoco infringía ninguna norma. Puede decirse que este accidente de tránsito, por lo tanto, fue realmente fortuito o azaroso, ya que no se advierte ninguna conducta negligente.
En la mayoría de los casos, de todas formas, los accidentes de tránsito ocurren como consecuencia directa de un error humano. Lo habitual es que se produzcan por una conducción temeraria de los vehículos, por un accionar imprudente de los peatones o por deficiencias en la infraestructura vial (mal estado de los caminos, falta de señales, etc.).
Si un hombre conduce ebrio a 180 kilómetros por hora y choca contra otro vehículo, posiblemente la noticia sea presentada como un accidente de tránsito o accidente vial. Sin embargo, el daño causado podría haberse evitado si el conductor hubiese respetado las normas sobre el consumo de alcohol al conducir y sobre la velocidad máxima permitida al circular.
Una de las principales causas de los accidentes de tránsito es la deficiencia de la educación vial que reciben los niños por parte de sus mayores. A pesar de que en muchos países el gobierno exige a los ciudadanos superar un examen teórico en el cual se ponen a prueba sus conocimientos técnicos acerca de las reglas de conducción y de los diferentes elementos de la vía pública, esto no ocurre en todo el mundo; por otro lado, se trata de una imposición relativamente reciente, por lo cual muchos conductores jóvenes no han tenido que acatarla.
Esto lleva a que un gran porcentaje de los conductores no conozcan en profundidad las normas vigentes y que, en su lugar, decidan basados en su propio criterio cómo moverse por las calles de su ciudad. Esta información poco precisa y, muchas veces, incorrecta luego pasa a sus hijos, y así sucesivamente. Si sumamos este fenómeno a la falta de control que existe en ciertos países, no es difícil entender por qué hay tantos accidentes de tránsito por día.
Por otro lado, es sabido que en cada ciudad se percibe una tendencia diferente en referencia al respeto que los conductores y los peatones tienen por las normas viales. Mientras que en algunas los ciudadanos cumplen estrictamente con las reglas e incluso denuncian de forma inmediata a quienes no lo hacen, en otras partes del mundo se vive un auténtico caos a la hora de dar un paseo en coche.
Las estadísticas de muchos países señalan que el mayor número de accidentes de tránsito son provocados por conductores muy jóvenes, los cuales no cuentan con mucha experiencia al volante. Nunca es bueno generalizar, pero sobran los ejemplos de adolescentes que confunden la conducción con una competencia, y dejan a un lado su responsabilidad para embarcarse en auténticas carreras por la calle, causando todo tipo de desgracias, poniendo en riesgo tanto su propia vida como las de sus amigos y, por qué no, la de cualquier persona inocente que se cruce en su camino.