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Tipologías textuales

Te explicamos qué son las tipologías textuales y las características de cada una. Además, en qué se diferencian de los géneros textuales.

¿Qué son las tipologías textuales?

Una tipología textual es una categorización posible de los distintos textos que existen, es decir, una forma entre muchas de clasificar los textos en base a ciertos rasgos específicos. No existe, por lo tanto, una sola, única y universal tipología textual, ya que los textos se pueden clasificar de muchas maneras, atendiendo a su tema, su longitud, su oralidad o escritura, sus estrategias estilísticas, etcétera.

En general, cuando hablamos de textos, no nos referimos únicamente a los textos escritos, sino a las producciones generales del lenguaje verbal. Por ejemplo, cuando hablamos con el conductor del autobús generamos un texto oral reconocible, lo mismo que cuando escribimos un correo electrónico o componemos un poema en nuestra libreta. Es por esto que la lingüística, la disciplina que estudia el lenguaje verbal, se ha ocupado desde sus inicios en construir categorías para agrupar, reconocer y estudiar mejor los distintos textos existentes.

La tipología textual más común y divulgada de todas es, actualmente, la que distingue los textos en base a su función comunicativa dominante. Esto equivale a decir que utiliza como criterio el “propósito” del texto, esto es, lo que le ofrece al receptor.

Esta tipología distingue entre:

  • Narración (texto narrativo). Consiste en un conjunto de hechos hilvanados cronológicamente a la manera de un cuento, una crónica o una historia del tipo que sea. Son ejemplos de este tipo de textos: las crónicas periodísticas, los relatos literarios y los libros de historia.
  • Descripción (texto descriptivo). Consiste en una enumeración o detalle de características de una persona, cosa o hecho, que le detalla al receptor cómo es X (y no qué es X). Son ejemplos de este tipo de textos: la ficha de las obras de arte de un museo, los retratos hablados que las víctimas de un robo dan a la policía, y la poesía o las canciones que describen los estados de ánimo del autor.
  • Argumentación (texto argumentativo). Consiste en un conjunto de razones que buscan influir en la opinión del receptor respecto de algo, o que lo invitan a emprender una conducta determinada, convenciéndolo a través de argumentos. Son ejemplos de este tipo de textos: las columnas de opinión en el periódico, las arengas políticas que se hacen en campaña electoral y las monografías que sostienen un punto de vista académico respecto de una materia.
  • Explicación (texto explicativo o texto informativo). Consiste en una serie de datos, informaciones y detalles objetivos, cuyo fin es brindarle al lector algún tipo de conocimiento o de saberes, sin una intención abierta de decirle qué debe creer o cómo debe pensar al respecto. Son ejemplos de este tipo de textos: los artículos de una enciclopedia, los ensayos científicos sobre la naturaleza y las fichas de los alimentos que detallan sus contenidos y componentes.
  • Diálogo (texto dialógico). Consiste en la recreación de una conversación entre dos o más personas, ya sea real o imaginaria, y que busca reproducir casi teatralmente el modo en que esta ocurrió o en todo caso ocurriría. Son ejemplos de este tipo de textos: las conversaciones informales que tenemos con alguien en la calle, los diálogos socráticos que escribió el filósofo Platón en la antigüedad griega o las conversaciones ficcionales que tienen los personajes de una obra de teatro.

Si bien la mayoría de los textos emplean elementos de estas cinco categorías, comúnmente se clasifican de acuerdo a su intención predominante: contar, describir, influir, informar o conversar. Esto quiere decir que un texto argumentativo bien puede incluir explicaciones y descripciones, así como en un diálogo puede haber narraciones y argumentos.

Ver también: Tipos de texto

Diferencias entre tipologías textuales y géneros textuales

Las tipologías textuales son, sencillamente, clasificaciones de los textos de acuerdo a ciertos rasgos fundamentales o predominantes. Se distinguen de los géneros textuales en que estos últimos adelantan al lector una cierta información respecto de qué es lo que hallará en el texto, basándose en una serie de normas y convenciones de tipo histórico, social y, en ocasiones, literario.

Esto quiere decir que los géneros textuales son formatos preestablecidos para los textos. Por ejemplo, los géneros literarios son géneros textuales, ya que clasifican los textos literarios y nos indican qué expectativas tener de cada uno: una novela seguramente incluya muchos personajes a lo largo de una narración extensa, mientras que un poema será seguramente un texto breve y emotivo, en el que la voz del autor nos comunicará un punto de vista subjetivo.

Sin embargo, en una novela podremos hallar narraciones, explicaciones, descripciones y diálogos, y probablemente resulte más complicado clasificarla como texto puramente narrativo, descriptivo o dialógico. Incluso, en ocasiones, los géneros textuales atienden únicamente al tema del texto, como es el caso de una novela de ciencia ficción o de un cuento de terror: en ambos casos nos adelantan a qué tipo de narración nos enfrentaremos. En cambio, si simplemente decimos “texto narrativo”, no tenemos idea de qué esperar, más que una serie de eventos evocados unos primero y otros después.

Más en: Géneros textuales

Referencias