Sucesión ecológica
Te explicamos qué es la sucesión ecológica, su relación con la evolución y ejemplos. Además, sucesión primaria y secundaria.
¿Qué es la sucesión ecológica?
La sucesión ecológica o sucesión natural es el proceso evolutivo natural por el que unas especies ocupan paulatinamente el lugar de otras peor adaptadas al entorno. Este proceso ocurre sin intervenciones humanas y se da en el marco de las dinámicas de competencia entre las especies de un mismo ecosistema.
Sin embargo, la sucesión y la evolución no son exactamente lo mismo. La sucesión evolutiva, o sea, el reemplazo de una especie por otra mejor adaptada a las dinámicas del entorno, se produce a lo largo de un plazo extenso, de miles de años, que es lo que tarda una nueva especie en aparecer.
En cambio, la sustitución en un ecosistema de una especie por otra competidora, puede darse en unos cientos de años. Del modo que sea, la tendencia en ambos casos es a incrementar el nivel de complejidad de la vida, o sea, a reemplazar especies generalistas con especies especialistas, adaptadas a condiciones cada vez más puntuales.
La sucesión ecológica es un proceso natural de organización de la vida en un mismo hábitat, que tiende a impulsar la vida hacia el cambio y la adaptación, por lo que forma parte de las dinámicas propias de los ecosistemas. Este proceso puede comprenderse en dos etapas: la primaria y la secundaria.
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Sucesión primaria
Se llama sucesión primaria a la que ocurre cuando un hábitat nuevo está en formación, siendo colonizado por las primeras formas de vida capaces de hacerlo. Por ejemplo, la roca viva, recién expuesta, o los terrenos baldíos recién formados, pueden ser colonizados por formas vegetales como musgos o plantas de poco tamaño, conocidas como especies pioneras.
Estas especies se benefician de la descomposición de la roca por parte de la erosión y el meteorismo, sirviendo de primer eslabón a futuras especies que aprovecharán el nuevo hábitat, reemplazando a las pioneras a medida que más y más capas de vida se añaden, formando un ecosistema nuevo.
Sucesión secundaria
La sucesión secundaria se distingue de la primaria en que es fruto de cambios violentos en las condiciones de un ecosistema existente, es decir, de interrupciones importantes como los incendios, inundaciones, enfermedades masivas, etc.
En estos casos la sucesión es reiniciada, pero ya no de cero como en los biotopos vírgenes, sino dando pie a especies más especializadas, o sea, a especies adaptadas a las modificaciones del entorno, que ocupan el lugar de aquellas erradicadas por el evento violento ocurrido.
Ejemplos de sucesión ecológica
La sucesión ecológica puede apreciarse fácilmente en eventos geológicos importantes, como la erupción volcánica. Por un lado, el magma expulsado y los materiales hirvientes pronto se enfrían, añadiendo nuevas capas vírgenes de sustrato a la Tierra, como ocurre en las islas volcánicas del Pacífico, que expanden paulatinamente su tamaño.
Una vez enfriado el nuevo terreno, la sucesión primaria tiene lugar, y a través del paso del tiempo un nuevo ecosistema surgirá allí donde inicialmente no había nada.
Pero al mismo tiempo, los volcanes arrasan ecosistemas existentes, incendian bosques y sepultan madrigueras bajo la lava. Esto empuja a las especies a una lucha por adaptarse al territorio devastado, permitiendo que ciertas especies proliferen primero y ocupen el lugar que antes pertenecía a otras, como ocurre con las especies vegetales pirófilas (que se nutren de los terrenos incendiados).
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Referencias
- “Sucesión ecológica” en Wikipedia.
- “Sucesión ecológica” en Khan Academy.
- “Ecological Succession: Change is Good” (video) en CrashCourse.
- “Ecological succession” en The Encyclopaedia Britannica.