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Pragmático

Te explicamos qué es lo pragmático en un sentido coloquial y ejemplos cotidianos. Además lo pragmático en filosofía y la lingüística.

¿Qué es lo pragmático?

En nuestro día a día, utilizamos el adjetivo pragmático para referirnos a una actitud en la vida que privilegia lo útil, lo práctico y lo concreto, y no lo abstracto, lo teórico y lo ideal.

A las personas con este rasgo las tildamos de pragmáticas, y en general se las considera ideales para la toma de decisiones inmediatas de manera eficiente, ya que no suelen irse por las ramas ni complicarse en consideraciones inútiles. Al mismo tiempo, se las considera usualmente personas más “terrenales”, menos dadas a la reflexión y la imaginación.

Sin embargo, este uso es apenas un sentido coloquial y común de la palabra, cuyos orígenes se remontan al griego pragmatikós, con el que nombraban antiguamente a las personas hábiles para negociar. El término puede emplearse, a grosso modo, para referirse a cualquier enfoque en cualquier asunto, siempre que privilegie lo práctico por encima de lo teórico.

En cambio, el pragmatismo es una doctrina filosófica nacida en Estados Unidos a finales del siglo XIX, fruto del pensamiento de Charles Sanders Pierce (1839-1914), William James (1842-1910) y John Dewey (1859-1952).

Según sus propios creadores, se trataba más de una manera de pensar que de una corriente filosófica, cuyo postulado central puede resumirse en que la teoría debe extraerse de la práctica (y no al revés), y luego aplicarse a la práctica misma (o sea, a su mejoramiento) para alcanzar así una práctica inteligente.

El pragmatismo, fiel a su actitud pragmática, no se convirtió en una corriente teórica, sino que se aplicó de manera poco uniforme a diferentes ámbitos del saber humano: la educación, la psicología, el derecho, la política, etcétera, siempre en pos de la recuperación de la razón y los valores humanos para obtener así acciones inteligentes y liberadoras, responsables en todos los ámbitos de la vida humana.

Esta corriente dominó el pensamiento en los Estados Unidos hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando cedió paso al neopositivismo y a diferentes concepciones religiosas de la vida espiritual.

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Ejemplos de pragmatismo en la vida cotidiana

Una actitud pragmática en la vida cotidiana es aquella que se centra en la resolución práctica de los inconvenientes y no en rumiar teóricamente lo que debería hacerse. Pueden ser ejemplos de ello las siguientes situaciones:

  • A la hora de cocinar, una persona pragmática elabora una comida a partir de los alimentos que hay en la despensa, incluso si tiene que desobedecer o reinventar la receta, en lugar de seguirla al pie de la letra o llegar a descartarla si le faltan ingredientes.
  • Una persona pragmática prefiere comprar los instrumentos más útiles y necesarios para sus labores, en vez de aquellos que tengan una apariencia más prolija o que puedan resultar ornamentales.
  • Cuando un partido político decide hacer un pacto con un partido de tendencia ideológica contraria, en el cual ambos se verán beneficiados con cuotas de poder, se puede decir que está ejerciendo la política de un modo muy pragmático.

Principios básicos de la corriente filosófica del pragmatismo

El postulado fundamental del pragmatismo filosófico fue el enunciado por Pierce en el siglo XIX, como el “principio del pragmatismo”, y dicta que el significado de la verdad puede sólo determinarse por su utilidad en la vida. Esto quiere decir que el valor único de las cosas es el valor que determine su utilidad, su capacidad para resolver inconvenientes en la vida concreta.

Así, por ejemplo, las discusiones filosóficas se resuelven, desde un punto de vista pragmático, mediante la comparación de sus consecuencias “prácticas”: la verdad, entonces, es aquello que mejor funcione para nosotros. O sea, aquello que satisface los intereses subjetivos del individuo.

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Pragmática del lenguaje

En el campo de la lingüística, por otra parte, se conoce como pragmática o pragmalingüística a una disciplina que estudia el contexto de las significaciones del lenguaje, es decir, que estudia la situación en que se lleva a cabo el acto lingüístico, tomando en cuenta la influencia y pertinencia en la comunicación de todos los factores no lingüísticos.

Así, la pragmática estudia aquello que acompaña al lenguaje: la gestualidad, la proxémica, los elementos físicos presentes en la situación comunicativa, el conocimiento compartido por los hablantes, etc. Todo aquello que no incumbe a la semántica, por no ser de tipo lingüístico (esto es, por no tener que ver con el lenguaje mismo), está entonces dentro del área de interés de la pragmática.

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Referencias