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Pangea

Te explicamos qué fue Pangea, cuándo existió, cómo se formó y se dividió. Además, qué es la teoría de la deriva continental.

¿Qué fue Pangea?

Pangea fue el antiguo supercontinente que existió entre el final de la Era Paleozoica y comienzos de la Mesozoica, esto es, entre 335 millones de años y 175 millones de años antes de nuestra época. En ella convergían todos los continentes actuales, formando una gran masa terrestre con la apariencia de una letra C, distribuida a través del ecuador.

Pangea estaba rodeada por un único mar, llamado Panthalassa, y albergaba otro de menor tamaño en su parte cóncava, llamado el mar de Tetis. Su superficie era tan masiva, que el interior continental tenía muy poco contacto con la humedad del océano y por lo tanto recibía muy pocas precipitaciones, por lo que era un gigantesco desierto.

En su interior, los animales terrestres podían migrar libremente sin verse interrumpidos por pasos de agua. Allí vivían los primeros dinosaurios de la historia.

Su nombre proviene del griego pan, “todo”, y gea, “tierra”. Fue propuesto por el geofísico alemán Alfred Wegener (1880-1930), autor también de la Teoría de la deriva continental (1912), proceso este último que da cuenta tanto de su formación como su separación.

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Formación de Pangea

La formación de Pangea fue apenas una etapa en un largo camino de formación y desarticulación de numerosos supercontinentes. Puede tomarse como punto de partida la formación de Rodinia, hace unos 1100 millones de años, durante el período Proterozoico.

Rodinia existió hasta hace 750 millones de años, cuando se fragmentó y permitió la posterior formación de Pannotia, hace 600 millones de años. Este, a su vez, se fragmentó hace unos 540 millones de años, en dos grandes fragmentos: Gondwana y Proto-Laurasia.

Estos fragmentos tuvieron una vida propia de divisiones y desplazamientos. Hace 359 millones de años aproximadamente, a inicios del período carbonífero todos los continentes anteriores se unificaron Pangea. Durante este período de formación se dio origen a numerosas cadenas montañosas, como las Atlas, las Apalaches, los Urales, Ouachita, entre otras.

Separación de Pangea

Pangea inició su descomposición a mitad del período Jurásico (hace 201-145 millones de años), cuando sufrió una grieta que abarcaba desde su océano interior (Tetis) hasta lo que sería luego el Pacífico este.

Así se separaron la actual Norteamérica de África, generando abundantes fallas que a su vez dieron origen al río Mississippi, y a un nuevo océano: el Atlántico norte, que inició un agrandamiento hacia el sur que le tomó varios millones de años. Al mismo tiempo, Laurasia inició un movimiento que cerró el mar de Tetis y África padeció una serie de grietas que luego dieron origen al Océano Índico.

Posteriormente, durante el período Cretácico (hace 140-150 millones de años), el supercontinente Gondwana se dividió en cuatro continentes nuevos: África, Sudamérica, India y la Antártida/Australia. De esta última, Nueva Zelanda y Nueva Caledonia iniciaron pronto su vida independiente, como islas, durante el Cretácico tardío.

Finalmente, a inicios de la Era Cenozoica (períodos Paleoceno y Oligoceno), Eurasia se separó de Groenlandia y Norteamérica, abriendo el mar Noruego hace unos 60 millones de años. La expansión de los océanos Índico y Atlántico prosiguieron, Australia se separó entonces de la Antártida y se desplazó hacia el norte, mientras que esta quedaba en su lugar actual en el polo sur.

Así se dio origen también a la corriente circumpolar, que recorre el espacio libre entre la Antártida, África y Sudamérica. Hace unos 35 millones de años, India chocó con Asia y formó los Himalayas. Los continentes finalmente se aproximaron a su posición actual, por lo que podría decirse que vivimos en la época final de la separación de Pangea.

Teoría de la deriva continental

Esta teoría es la explicación que en 1912 enunció Alfred Wegener para explicar la formación y ubicación actual de los continentes. Fue demostrada y explicada propiamente gracias al desarrollo en 1960 de la tectónica de placas.

La formulación de esta teoría inicial se basó en el hecho de que los continentes encajan entre sí como piezas de puzzle, y de que la distribución geológica y del registro fósil evidencian importantes semejanzas en las regiones que alguna vez estuvieron en contacto, como la costa este sudamericana y la costa oeste africana, donde pudo hallarse el mismo tipo de fósiles vegetales y animales.

En su tesis original, Wegener supuso que los continentes se desplazaban muy lentamente sobre una capa más viscosa y densa de la Tierra, la misma que conformaba los suelos oceánicos y se prolongaba bajo los continentes. Este concepto suponía unas enormes fuerzas de fricción que Wegener no supo explicar y ello motivó el rechazo de sus teorías en el momento.

Hoy en día, en cambio, sabemos que son muy cercanas a la realidad tectónica del planeta, y que las capas superiores de la litósfera se desplazan sobre las capas viscosas del manto, permitiendo así la reconfiguración constante de la superficie terrestre de nuestro planeta.

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Referencias