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Etnología

Te explicamos qué es la etnología, sus orígenes, historia, importancia y objetivos. Además, sus diferencias con la etnografía.

¿Qué es la etnología?

La etnología es una de las ciencias sociales, muy próxima a la antropología (a veces considerada como una de sus ramas), que se dedica al estudio sistemático y la comparación de las culturas actuales y pasadas. Así, extrae conclusiones respecto a conceptos fundamentales de la sociedad humana: diversidad cultural, relaciones de parentesco y organización familiar, religiosidad, o sistemas económicos y de subsistencia, entre otros.

Para la etnología, todas las manifestaciones humanas son igualmente importantes. Por eso, no discrimina entre los bienes culturales o intangibles y los materiales o tangibles, ya que todas son fruto de la organización humana y sus valores fundamentales.

Sin embargo, es común que esta disciplina se interese hoy en día por las manifestaciones humanas poco convencionales, es decir, propias de pueblos pequeños, aislados o sociedades rurales tradicionales, en oposición a la considerada como tendencia civilizatoria dominante.

Esta preferencia responde, en parte, a los orígenes de la etnología a principios del siglo XIX. En ese entonces, se la consideraba un conjunto organizado de descripciones, datos, anotaciones y relatos que concernían a las “costumbres exóticas” de los “pueblos extraños”. Las comillas indican que se trata de consideraciones muy relativas, y en términos científicos, muy poco objetivas: ¿a partir de qué valores distinguir a un pueblo “extraño” de uno normal?

Por esta razón la etnología cambió sus fundamentos en el siglo XX, rechazando el uso de términos frecuentes en sus fundadores, como “salvaje” o “primitivo”, ya que partían de considerar a Europa y la cultura occidental como lo “normal”, “avanzado” o “civilizado”: un criterio que terminaba por legitimar como ciencia los criterios racistas y etnocéntricos de la época imperial europea.

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Objetivos de la etnología

El objetivo fundamental de la etnología podría entenderse como la descripción y comparación de las diferentes culturas humanas, con el propósito de entender y registrar la diversidad propia de nuestra especie. En ese sentido, es un objetivo muy antiguo, que muy distintas culturas abordaron en su momento.

Por ejemplo, en la Grecia antigua el geógrafo e historiador Heródoto (484-425 a. C.), estudió las diferencias y contrastes entre griegos y persas o egipcios. La diferencia es que la etnología actual aspira a hacerlo mediante técnicas dotadas de validez científica, es decir, universales, comprobables y que no dependan de la subjetividad del investigador.

Para ello, en general, la etnología cuenta con un método de investigación conocido como etnografía.

Importancia de la etnología

La etnología ofrece a la especie humana un conocimiento de sí misma y las posibilidades de aprendizaje que ello conlleva. Es decir, al comparar los rumbos que toman las diferentes culturas, con sus éxitos, sus fracasos, sus dificultades y sus diferencias, podemos aproximarnos de un modo más completo y más complejo a lo humano, que simplemente indagando en nuestra propia cultura.

La etnología, hoy en día, es una disciplina que permite a la humanidad forjar su visión de sí misma, y no tanto, como antes, el estudio de los “otros” o los “diferentes”. De la mano con la historia, la sociología y otras ciencias sociales centradas en lo humano, constituye una de las principales fuentes contemporáneas de reflexiones sobre quiénes somos y de insumos para la museística y la interpretación de nuestro pasado.

Diferencia entre etnología y etnografía

Como vimos, la etnología es una ciencia social. Por otro lado, la etnografía es un método de investigación sistemático, puesto al servicio justamente de la etnología y de la antropología social. Por ende, un etnólogo puede al mismo tiempo ser un etnógrafo, pero no necesariamente viceversa.

La etnografía propone la observación directa de las prácticas culturales de un grupo humano, a menudo incluso tomando parte en ellas, para así poder estudiar el discurso (lo que la gente dice) y la práctica (lo que la gente hace), a través de herramientas como el diálogo, la toma de notas, la grabación, etc. Así, se trata de un método de estudio de campo, que va directo a la cosa, en lugar de estar mediada a través de los libros.

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Referencias