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Elipsis

Te explicamos qué es la elipsis y cómo se usa esta figura retórica. Además, sus diferentes usos y ejemplos en oraciones.

¿Qué es la elipsis?

El término elipsis proviene del vocablo griego élleipsis y que traduce “omisión”, y es una figura retórica que consiste en la omisión o supresión de parte del contenido de una oración, el cual, si bien resulta necesario gramaticalmente, se encuentra implícito en el contexto. Por ejemplo: Las rosas son rojas, el cielo azul (se omite el verbo es).

También puede usarse como un recurso narrativo, en la medida en que se omiten porciones importantes del contenido de una obra (una novela, por ejemplo, o una película), para que el lector pueda deducirlos o inferirlos a partir de lo que sí esté dicho.

De hecho, en lenguaje cinematográfico, se conoce como elipsis a la supresión del material innecesario para contar la historia, como los traslados de un escenario a otro, o las secuencias cotidianas que no son indispensables.

Similarmente, en el lenguaje matemático se emplea el término elipsis para referir a un símbolo específico (los puntos suspensivos) que acusan la repetición por lo general indefinida o eterna de una secuencia, un valor o una cifra.

Ver también: Recursos literarios

Ejemplos de elipsis

A continuación presentamos algunos ejemplos retóricos de elipsis:

  • Manuel vino en automóvil, Miguel en bicicleta. (Se omite el verbo “venir”).
  • Anoche compramos pizza y cervezas también. (Se omite el verbo “comprar”).
  • En la huerta cultivamos el tomate, y el pepino también. (Se omite el verbo “cultivar”).
  • Nosotros traeremos el vino, ustedes el pan, ellos la mesa. (Se omite el verbo “traer”).
  • El año pasado llovió muchísimo, en cambio este año no tanto. (Se omite el verbo “llover”).
  • Las rosas son rojas, el cielo azul. (Se omite el verbo ser).
  • Teresa llegó con su novio, Maricarmen no. (Se omite la repetición de “llegó con su novio”).
  • La película de ayer me resultó aburrida. La de hoy también. (Se omite la repetición de “me pareció aburrida”).
  • Nunca fui bueno en los deportes, pero en ajedrez sí. (Se omite “fui bueno”).
  • Para entrar al brindis debes usar saco y corbata. (Se omite el verbo “usar”).
  • Teníamos treinta y tres millones, y después treinta y cinco. (Se omite el verbo “tener”)
  • Yo me puse a cocinar, Rodrigo a barrer y Malena a ordenar. (Se omite “poner a”).
  • Máximo es un pésimo abogado, y un lamentable profesional. (Se omite “ser”).
  • Las bibliotecas están repletas de libros y de revistas también. (Se omite “están repletas de”).
  • No volaré nunca más por Avianca. Lo haré por Copa. (Se omite el verbo “volar”).