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Figuras retóricas

Te explicamos qué son las figuras retóricas y para qué sirven estos usos del lenguaje. Además, los tipos que existen y algunos ejemplos.

¿Qué son las figuras retóricas?

Se conoce como figuras retóricas o figuras literarias a ciertos usos del lenguaje verbal que se alejan de la forma comunicativa eficaz, es decir, del modo en que comunicamos una idea concreta, y persiguen modos más expresivos, rebuscados, artísticos, divertidos o potentes de transmitir una misma idea.

No deben confundirse con los tropos o usos figurados, imaginativos o comparativos del lenguaje, como ocurre en las metáforas. Las figuras retóricas emplean las acepciones ordinarias de las palabras, pero las ordenan de manera tal que se potencian sus significados o se realza su belleza interior.

Las figuras retóricas son sumamente comunes y evidentes en el lenguaje literario, o sea, en la escritura de las obras de arte del lenguaje (Literatura), pero también es posible emplearlas en el habla cotidiana, imprimiéndole a la comunicación un sello de originalidad, un cierto estilo.

Ver además: Texto literario

Tipos de figuras retóricas

Se conocen dos tipos de figuras literarias: las figuras de dicción y las figuras de pensamiento.

Figuras de dicción. Son aquellas que afectan la forma de las palabras, lo cual a menudo incide también en su significado. A su vez se clasifican en cuatro tipos:

  • Figuras de transformación. Conocidas como metaplasmos, consisten en utilizar palabras de un modo en que comúnmente serían incorrectas, sin cambiar por ello su significado. Las más conocidas son:
    • Prótesis. Consiste en agregar un fonema al principio de la palabra.
    • Epéntesis. Adición de un fonema en el interior de la palabra.
    • Apócope. Se pierden uno o más sonidos al final de la palabra.
  • Figuras de repetición. Ocurren cuando se recupera un sonido ya enunciado dentro del texto: sílabas, fonemas, etc. Algunas pueden ser:
    • Anáfora. Consiste en la repetición de una o varias palabras provenientes del inicio de un verso o enunciado.
    • Polisíndeton. Consiste en el uso de muchas más conjunciones de las consideradas normales en una oración.
  • Figuras de omisión. Se eliminan elementos de la oración o la frase, haciéndola más ligera. Tales como:
    • Asíndeton. Se omiten las conjunciones o nexos de una enumeración.
    • Elipsis. Se eliminan partes de la oración que pueden comprenderse por contexto.
    • Paralipsis. Se omite algo del texto, pero se le llama la atención al lector sobre lo omitido.
  • Figuras de posición. Consisten en la alteración del orden normal de los elementos de la oración. Algunos de ellas son:
    • Hipérbaton. Se altera la sintaxis de la oración para incidir en su métrica o llamar la atención sobre algo.
    • Anástrofe. Se intercambia el lugar sintáctico usual de dos elementos de la oración.

Figuras de pensamiento. Aquellas que atañen más que nada al significado de las palabras. Pueden ser de los siguientes tipos:

  • Figuras de amplificación. Consisten en alargar los contenidos de un texto. Algunos casos son:
    • Expolitio. Se dice una idea y luego se la desarrolla más extensamente.
    • Paráfrasis. Se dice una misma idea con otras palabras (propias).  
  • Figuras de acumulación. Persiguen la añadidura de elementos que complementen lo ya dicho. Algunos casos son:
    • Enumeración. Se dan múltiples ejemplos de una idea ya dicha.
    • Epífrasis. Se añade a una idea principal una serie de descriptores que la complementen.

Figuras lógicas. Aquellas que se vinculan con la relación lógica o de sentido que haya entre las ideas expuestas, generando así contrastes, oposiciones, etc. Algunos casos son:

  • Oxímoron. Se emplean juntos dos adjetivos contradictorios.
  • Antítesis. Se oponen dos términos irreconciliables para sentar las bases de una idea.

Figuras de definición. Conocidas como de descripción, reflejan en el lenguaje las propiedades de lo referido. Algunos casos son:

  • Etopeya. Se describe a un individuo o personaje a partir de sus rasgos morales.
  • Cronografía. Consiste en la descripción de tiempos o eventos temporales.

Figuras oblicuas. Cercanas a los tropos, abordan la realidad de manera indirecta. Tales como:

  • Perífrasis o circunloquio. Se emplean más palabras de las necesarias para describir un asunto.
  • Lítotes o atenuación. Consiste en afirmar un rasgo atenuando o negando su contrario.

Figuras de diálogo o patéticas. Aquellas que apelan a la emocionalidad del receptor, como son:

  • Exclamación o ecfónesis. Se emplean palabras que predisponen al receptor hacia una emoción admirativa (¡Oh!, etc.)
  • Pregunta retórica. Aquellas preguntas que no buscan ser respondidas, sino expresar una idea.

Figuras dialécticas. De índole argumentativa, buscan convencer de algo al receptor. Tales como:

  • Dubitatio o aporesis. Se expresa duda respecto a las posibilidades distintas a lo afirmado.
  • Correctio. Consiste en añadir una corrección respecto a lo dicho previamente, construyendo una relación de antonimia.

Figuras de ficción. Presentan como reales eventos imaginarios. Dos de ellas son:

  • Personificación. Se atribuyen rasgos humanos a animales u objetos inanimados.
  • Idolopeya. Se atribuye algo dicho a una persona ya fallecida.

Ejemplos de figuras retóricas

  • Los gatos son sumamente limpios. Por no hablar de independientes. (paralipsis)
  • “Llegué, vi, vencí” (asíndeton)
  • Los soldados llegaron. Los soldados estaban ahí. (anáfora)
  • ¿Pa, me prestas tu bici para ir al cole? (apócope)
  • Los bares recorriendo caminaba el poeta (hipérbaton)
  • Había un sol oscurecido, cuya luz sombría… (oxímoron)
  • Por ti siento un amor bueno, bonito, puro, inmenso, imposible (epífrasis)
  • Con no poca paciencia estoy aquí (atenuación)

Más ejemplos en: Figuras literarias