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Capacidad

Te explicamos qué es la capacidad, sus diferentes sentidos y qué es la capacidad jurídica. Además, diferencias con habilidad y competencia.

¿Qué es la capacidad?

Normalmente empleamos la palabra capacidad en una muy amplia gama de contextos y con significados similares, pero distintos. En general, estos significados tienen que ver con la posibilidad o la idoneidad de algo o alguien para llevar a cabo un trabajo, servir para una tarea o resistir algún tipo de fenómeno. Todo dependerá del ámbito al cual hagamos referencia.

La palabra capacidad se obtiene del adjetivo capaz, y etimológicamente estas palabras provienen respectivamente del latín: capacitatis y capax, ambas derivadas del verbo capere, traducible como “tomar” o “recoger”. De allí que la capacidad tiene que ver con la posibilidad de que algo albergue otra cosa en su interior.

Así, por ejemplo, en el mundo de la física es común emplear «capacidad» como sinónimo de volumen: un tanque de combustible de un vehículo suele tener unos 40 litros de gasolina de capacidad. Esto significa, claramente, que por encima de dicha capacidad, el líquido rebosará y se derramará.

Con esa misma lógica en mente, se puede hablar también de capacidad calórica, cuando hablamos de la cantidad de calor que un cuerpo puede almacenar, o la capacidad eléctrica, cuando lo almacenado es energía eléctrica por un material conductor. Como se verá, son sentidos distintos de un mismo principio mental.

Algo similar ocurre cuando hablamos, en otros contextos, de capacidad craneal: la cantidad de materia gris que cabe en nuestro cráneo (o en el de otras especies). Por otro lado, la capacidad de canal es la cantidad de información que puede resistir un canal de comunicación, transmitiéndola de manera fiable. Por encima de dicha capacidad, se pierde calidad en la información.

Un sentido ligeramente distinto es el que involucra otros usos de la palabra, como al hablar de capacidad aeróbica o capacidad anaeróbica. En este caso, en lugar de contener algo, nos referimos a la posibilidad de funcionamiento del cuerpo frente a distintos tipos de esfuerzos: uno rico en oxígeno (aeróbica) y otro bajo en oxígeno (anaeróbica).

Nuestro cuerpo posee la capacidad de obrar eficientemente en ambos contextos durante un tiempo determinado, antes de presentar síntomas de fatiga. Esto podríamos pensarlo como que nuestro cuerpo puede “almacenar” (figuradamente) sólo cierta cantidad de esfuerzo de cada tipo, antes de verse “rebasado” (aunque en realidad, se ve falto de energía para continuar con el esfuerzo).

Ver además: Resistencia

Capacidad jurídica

En materia de derecho civil, se habla de capacidad jurídica para referirse a la posibilidad de que una persona sea titular de relaciones jurídicas o de que actúe por sí misma en la vida civil.

Esto se pone en evidencia cuando se declara la incapacidad de alguien, o sea, su imposibilidad para responder a sus obligaciones y de velar por sus propios intereses, como ocurre con los menores de edad, o con las personas en coma irreparable, o bien con las personas que sufren alguna enfermedad mental inhabilitante.

Existen, en general, dos formas de capacidad jurídica:

  • Capacidad jurídica de goce, que es la aptitud para tener tanto derechos civiles como obligaciones respecto del colectivo. En principio, toda persona física tiene esta capacidad.
  • Capacidad jurídica de ejercicio, que es la aptitud para hacer valer los propios derechos y contraer nuevas obligaciones de manera voluntaria.

Capacidad, habilidad y competencia

Es común también hablar de capacidad, o más bien de capacidades, a la hora de calificar la personalidad y/o el modo de ser de un individuo. En específico, este término se refiere a cierto tipo de características individuales que le permiten a alguien desempeñarse de manera eficiente frente a una responsabilidad, y que pueden diferenciarse entre sí de la siguiente manera:

  • Capacidades. Son las condiciones o aptitudes básicas, fundamentalmente intelectuales o de personalidad, que habilitan a una persona para hacer algo o al menos aprender a hacer algo. Se requiere de cierta capacidad lingüística, por ejemplo, para aprender otros idiomas.
  • Habilidades. Son las aptitudes, innatas o aprendidas, que le permiten a una persona hacer, esto es, cumplir con tareas determinadas disponiendo de lo que tenga a mano. Por ejemplo, una persona con habilidades manuales será capaz de llevar a cabo tareas de refacción o construcción con mucha mayor soltura que alguien que carezca de ellas.
  • Competencia. Son las capacidades de excelencia en la realización de una tarea, es decir, la posibilidad de llevarla a cabo de manera eficiente, única, original o singular. Las competencias suelen ser el producto del talento y el aprendizaje, es decir, del desarrollo sostenido de las propias capacidades y de la adquisición de habilidades útiles en el camino.

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Referencias