Medicina

Adinamia: qué es, síntomas, causas, tratamientos


¿Qué es la adinamia?

La adinamia es un término médico para referirse a cuando el cuerpo no tiene fuerza o ha perdido fuerza, ya sea de forma general o en alguna de sus partes. Una persona que presenta un caso de astenia puede ser incapaz de mover una cierta parte de su cuerpo debidamente.

En muchos casos, la adinamia puede ser un síntoma en sí que puede indicar una enfermedad de mayor gravedad. La forma en la que se presenta la adinamia en cada persona puede ser diferente, dificultando el diagnóstico del problema causante.

Es probablemente el síntoma clínico más difícil de atacar para el médico, ya que involucra muchas posibilidades, y a veces es incluso difícil de detectar durante el interrogatorio.

Características generales

Una persona con adinamia puede experimentar pérdida de fuerza en forma de fatiga, malestar general, debilidad muscular o alteraciones en sus patrones de sueño e hiperestesia.

Estos síntomas pueden dificultar al afectado realizar tareas que requieran de esfuerzo físico. En la astenia, los tipos de debilidades se pueden calificar como debilidad verdadera o debilidad percibida.

Las debilidades verdaderas o neuromusculares son una pérdida de fuerza real y las capacidades musculares, producto de una lesión o defecto muscular.

Por otro lado, la debilidad percibida es una respuesta no neuromuscular, que resulta cuando la persona tiene la percepción de debilidad al realizar una tarea, a pesar que la fisiología del músculo es normal.

En este caso es mas difícil ubicar la causa, ya que generalmente se debe a enfermedades sistémicas que afectan el metabolismo basal.

Estas enfermedades abarcan desde trastornos endocrinos como hipotiroidismo, enfermedades autoinmunológicas como el lupus, e inclusive cáncer e infecciones crónicas. La adinamia puede afectar a cualquier persona; la debilidad suele ser temporal, pero puede llegar a ser crónica o continua.

Síntomas de la adinamia

Los síntomas de la adinamia o astenia suelen variar según si la afección en una parte del cuerpo o en su totalidad, pero alguna forma de debilidad siempre está presente.

Si la debilidad se presenta en una sola parte del cuerpo, lo más común seria la dificultad de movimiento en la parte que se encuentra afectada, así como retardo de movimiento en la misma.

Sin embargo, la persona también puede llegar a experimentar en ciertos casos temblores o espasmos musculares y calambres.

Para las personas que presentan la condición en todo el cuerpo, el síntoma más común es la fatiga, un agotamiento similar a cuando tienes gripe. También pueden experimentar fiebre, falta de energía, malestar físico, pérdida de equilibrio debido a la debilidad o ausencia o pérdida de fuerza muscular.

Algunas veces los síntomas de la adinamia pueden ir acompañados de mareo, aturdimiento, confusión, dificultad para hablar, cambios en la visión o dolor de pecho. Estos pueden ser indicativos de un problema mucho más grave que pueden poner en riesgo la salud de la persona.

Causas de la adinamia

La adinamia puede tener muchas posibles causas: fisiológicas, psicógenas, derivada de enfermedades o por reacción a fármacos o medicamentos.

Entre las causas psicógenas podemos encontrar la depresión o ansiedad; se consideran estas unas de las principales razones de la fatiga, y muchas veces pasa desapercibida al no ser diagnosticada.

Envejecimiento

Entre las causas fisiológicas se encuentra el envejecimiento. Es común que al pasar de los años la adinamia se haga presente en la vida de las personas.

A medida que envejecemos, la capacidad de nuestras células y tejidos para mantener la homeostasis se dificulta. Además, si agregamos el desgaste de las articulaciones, que es inminente en algún punto de la vida de un individuo, un paciente anciano con astenia representa un verdadero desafío para cualquier médico.

Embarazo

El embarazo también es un factor fisiológico en el que comúnmente se presenta la condición; ocurre generalmente a partir del tercer trimestre.

La pérdida de energía se debe a la disminución de hormonas sexuales hacia el final del embarazo. Con el continuo crecimiento del feto se pierde la compensación metabólica del organismo, como un mecanismo intrínseco que indica que el final de la gestación se acerca.

Sedentarismo

Cada vez más, el sedentarismo se vuelve la causa más común de la adinamia. La Organización Mundial de la Salud estima que entre el 60 % y el 85 % de las personas alrededor del mundo no practican la cantidad necesaria de actividad física, debilitando los músculos por la falta de ejercicio.

Infecciones

Las infecciones o enfermedades también son causas de la condición, particularmente las crónicas. El cuerpo humano posee un sistema inmunológico que, cuando es activado para combatir microorganismos virulentos, se ve obligado a reclutar un gran número de células y cambios en los tejidos afectados para hacer frente a la amenaza.

Por lo tanto, debe desviar mucha energía hacia el cumplimiento de esta tarea. En el caso de las enfermedades crónicas pasa algo similar con la astenia y adinamia que en el caso del cáncer, que llega a ser tan prolongado que el cuerpo termina metabolizando toda la grasa disponible y da lugar a un signo clínico conocido como caquexia.

Medicamentos

La adinamia puede llegar a ser un efecto secundario de algunos medicamentos. La falta de vitaminas también puede reducir los niveles de energía.

Tratamientos

Para lograr un tratamiento efectivo es necesario conocer la causa de la adinamia. Cuando la causa subyacente es una enfermedad crónica o terminal, se pueden indicar medicamentos que aumentan el apetito y la ganancia de peso del individuo (en caso de que aplique), y de esta manera se recuperan total o parcialmente sus funciones.

Cuando la causa es psicógena se deberá consultar a un psicólogo y este podría prescribir antidepresivos. Si la causa es debido a una infección, se recomendará antibióticos que puedan combatir el origen, y así recuperar los niveles de energía.

Muchas veces la forma más fácil de tratar esta afección es una buena dieta rica en vitaminas y ejercicio regular que pueda contrarrestar la vida sedentaria, así como los efectos de la edad.