Ateneo de la Juventud Mexicana: origen, características, géneros
El Ateneo de la Juventud mexicana se caracterizó por ser una organización civil. Su objetivo principal se basó en la lucha por eliminar las formas antiguas en las que se veía y se pensaba sobre la cultura.
Para los integrantes del Ateneo, la cultura tenía que pasar a ser una pieza fundamental en el proceso educativo. Además de ser uno de los pilares para que el país pudiera avanzar.
![Retrato de Pedro Henríquez Ureña, uno de los integrantes del Ateneo. Fuente: [[File:Pedro Henríquez Ureña 01.jpg|Pedro Henríquez Ureña 01]], vía Wikimedia Commons.](/academia/assets/jpg/188F1FEC167340CD8526D718D56DD83D.jpg)
En este grupo fue vital el papel que desempeñaron figuras como Antonio Caso, José Vasconcelos, Alfonso Reyes e incluso Diego Rivera, entre muchos otros.
Esta asociación civil estuvo conformada por grupos de estudiantes o personajes ya egresados de la universidad. Estos grupos compartían el rechazo hacia el régimen de Porfirio Díaz y el grupo denominado como “Los científicos”, encargados de la ideología que sustentaba o pregonaba el gobierno de la época.
El nacimiento del Ateneo de la Juventud mexicana marcó un antes y un después entre generaciones, especialmente en relación a la literatura del siglo XX.
Los integrantes del Ateneo se mostraron contrarios a que el proceso educativo tuvieran un carácter científico, ya que este modelo, adoptado tras la reforma y por Porfirio Díaz, alejó a los estudiantes de las ideas humanistas.
Su lucha estuvo centrada en las modificaciones de algunos elementos de la educación mexicana llevados a cabo por el gobierno. Rechazaron el racismo y el determinismo biológico y exigieron remedios para los efectos que tuvo la industrialización y el urbanismo en la sociedad.
Índice del artículo
- 1 Origen
- 2 Aportes
- 3 Vínculos políticos
- 4 En la actualidad
- 5 Características
- 6 Géneros literarios
- 7 Integrantes
- 8 Referencias
La fundación del Ateneo de la Juventud mexicana ocurrió el 28 de octubre de 1909. Aunque no duró muchos años, ya que se desintegró en 1914. Los más de cien miembros con los que contó esta asociación llegaron a hacer vida en la Escuela Nacional de Jurisprudencia. Actualmente ese lugar es la facultad de derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Los integrantes del Ateneo ofrecieron conferencias. También lograron la creación de diferentes universidades como: la UPM (Universidad Popular Mexicana) o la Universidad Nacional de México, hoy en día UNAM.
Los primeros pasos del Ateneo de la Juventud se dieron en la Revista Moderno de México y en la revista Savia Moderna. Algunos de los miembros que conformaron el Ateneo se manifestaron a través de esta publicaciones en los años previos.
Además, antes de formar parte de la asociación civil, muchos de sus integrantes coincidieron en la Sociedad de Conferencias y Conciertos. Esta organización funcionó desde mayo hasta principios del mes de agosto de 1907.
La sociedad estuvo presidida por Jesús Acevedo y contó con la participación de miembros icónicos del Ateneo, como fue el Antonio Caso. Las conferencias que dictó Caso tuvieron como foco tratar a figuras como John Stuart o Nietzche.
Por último, fue muy importante el rol que tuvo el periódico El Tiempo, para sentar las primeras bases del grupo que después se conocería como Ateneo de la Juventud. En ese periódico Francisco Vázquez Gómez publicó un ensayo que trató sobre la educación secundaria. Allí atacó a Gabino Barreda y se apoyó las críticas que tenían algunos pensadores conservadores.
Uno de los aportes más importantes del grupo del Ateneo tuvo que ver con la creación de nuevas universidades, como fue el caso de la UPM y la UNAM. Además ayudaron a fundar nuevos centros que tuvieron en el arte su foco principal.
Los integrantes del Ateneo lograron que en México se adoptaran prácticas nuevas y diferentes para realización y transmisión de las humanidades. Especialmente se enfocaron en áreas como la literatura, la filosofía y también dieron un espacio a la filología.
Todo esto sirvió de muestra para lo que los ateneístas denominaron con libertad en las enseñanzas y a la hora de pensar.
Exaltaron lo local, ya que eran fieles opositores a las ideas del gobierno de Porfirio Díaz. El porfiriato se caracterizó por la presencia y enaltecimiento de culturas extranjeros, como fue el caso de ideas francesas, alemanas o norteamericanas que llegaron a México. Mientras en el Ateneo de la Juventud se apostó por lo nacional.
Aunque sus ideas se centraron en la cultura y la educación, el Ateneo de la Juventud no estuvo alejado de la político, especialmente por su oposición a Porfirio Díaz. Aunque algunas veces se pone en duda el distanciamiento del grupo con el régimen de la época, ya que tuvo algunos vínculos con el porfiriato.
Alfonso Reyes, por ejemplo, que sobresalió gracias a uno de sus discursos era familia del General Bernardo Reyes Ogazón. Más específicamente fue el noveno hijo que tuvo quien fuera gobernador de Nuevo León y ministro durante el gobierno de Díaz.
Pedro Henríquez Ureña, uno de los fundadores y de las figuras más importantes que tuvo el Ateneo, también fue hijo de un ministro de la época.
Los miembros del Ateneo tuvieron algunos roles importantes. Antonio Caso, por ejemplo, estuvo a cargo de la dirección del periódico La Reelección. José Vasconcelos formó parte del maderismo, aunque luego, en 1911 fue designado como presidente del Ateneo de la Juventud.
Ya han pasado más de 100 años de la creación del Ateneo de la Juventud y, aunque sigue presente en México, la organización ha mutado en cuanto a su estructura y objetivo. En 2011 volvió a aparecer aunque ahora adoptó el nombre de Ateneo Nacional de la Juventud. Todo nació gracias al empuje de José Luis Gallegos Quezada.
En su renacimiento, el Ateneo se conformó como una organización civil sin afiliaciones a partidos políticos. Se mantiene la idea de que es una asociación sin fines de lucro. Su objetivo se basó en darles herramientas y poder a los jóvenes de México para que sean actores principales en las decisiones y acontecimientos de la vida pública, a nivel cultural, educativo y en relación a la política.
El Ateneo actual tiene algunas similitudes con el grupo que hizo vida a principios del siglo XX. Especialmente porque es una organización de gran relevancia para el sector más joven del país. Han sido reconocidos por la sociedad, el gobierno y diferentes organismos a nivel internacional.
El Ateneo Nacional de Juventud tiene representación en más de 13 estados de la república mexicana desde 2018.
Se fundó para hacer énfasis en las discusiones que tuvieran que ver con el área de la literatura o la filosofía. La política no era uno de los temas principales que quería tratar, aunque en principio se opusieron al gobierno de Porfirio Díaz y sus ideologías.
Cuando se creó el Ateneo de la Juventud la corriente del positivismo estaba pasando por dificultades teóricas.
Se caracterizó por ser un grupo cultural. Aunque se oponían a la ideología del gobierno de turno, no hicieron manifestaciones contra el porfiriato. También se pronunciaron sobre los problemas que vivía el país, más allá del tema que les preocupaba que tenía que ver con lo cultura.
Estuvieron rodeados por algunas polémicas, especialmente por el foco que tenía su actividad. Llegaron a existir tres ideas diferentes sobre el objetivo que tenía el grupo.
Por una parte, miembros como Caso y Vasconcelos, respaldados por otros miembros del grupo, aseguraron que formaron parte de un movimiento revolucionario. Para ellos la ideología que promovieron sentó las bases de la Revolución en México.
Hubo otra tesis, propuesta por Alfonso Reyes o Henríquez Ureña, que negaron lo propuesto anteriormente. Ellos aseguraron que como organización nunca formaron parte de ningún proceso revolucionario y, por ende, no fueron los predecesores de las ideas revolucionarias de ninguna época.
Por último, Arnaldo Córdova defendió una tercera tesis en la que tomó en cuenta al positivismo.
Los integrantes del Ateneo de la Juventus estudiaron personajes relevantes de la historia. Algunas de sus influencias se pudieron encontrar en Platón, Kant, Nietzsche, Bergson o Boutroux.
La asociación del Ateneo no tuvo entre sus miembros a ningún poeta. Se trató más bien de una generación compuestas por muchos ensayistas, filósofos y también por humanistas. Se centraron en el desarrollo a nivel intelectual de los mexicanos.
Los mismos miembros del Ateneo de la Juventud reconocieron cuáles fueron los escritores o libros que influenciaron sus tertulias. Estos autores además tuvieron un rol fundamental para que el grupo se alejara de las ideas de la corriente positivista.
José Vasconcelos nombró a Schopenhaur, Kant o Boutroux como algunos de los autores que analizaron. Al igual que ocurrió con Bergson, Nietzsche, Croce, Rilde o Winkelman. En el área de la estética, los escritores modernos tuvieron una influencia mucho mayor.
Llegó a contar con más de 100 miembros hasta que el grupo se disolvió en el año 1914. Algunos de los miembros más relevantes fueron: Antonio Caso, José Vasconcelos, Alfonso Reyes o Pedro Henríquez Ureña, de origen dominicano este último. Quienes formaron parte del Ateneo de la Juventud mexicana rodaban los 25 años.
Se consideró a Henríquez Ureña como una de los integrantes del grupo con mayor preparación académica. Tenía un gran dominio sobre los movimientos filosóficos y literarios que estaban en auge en el continente europeo.
Rubén Valenti también destacó por sus conocimientos. Fue el encargado de introducir las ideas de autores como Boutrous, Poincaré o Papini al grupo.
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