Psicología

Pensamiento lineal: definición, características y ejemplos


¿Qué es el pensamiento lineal?

El pensamiento lineal es aquel que se basa en una lógica aplicada paso a paso, de manera secuencial y progresiva. Este tipo de pensamiento tiene al análisis y el razonamiento como principales herramientas. Con su uso, la persona obtiene las mismas respuestas que otros anteriormente habían conseguido.

El seguimiento de unos pasos concretos para conseguir la solución correcta es una de las características más importantes del pensamiento lineal. Además, también destaca por su tendencia a la generalización. Esto lo convierte en el tipo de pensamiento más utilizado en las disciplinas científicas o las matemáticas.

La evidencia es uno de los elementos más importantes para desarrollar el pensamiento lineal. Partiendo de las evidencias disponibles, la persona llega siempre a una solución correcta, aunque sin que esto signifique que sea la mejor solución posible.

Frente a este pensamiento se encuentra el llamado lateral, en el que prima la creatividad, el saltarse pasos o la amplitud de miras a la hora de estudiar el problema. Esta mayor flexibilidad hace que sea más adecuado para afrontar las cuestiones que surgen en la vida cotidiana.

Características del pensamiento lineal

El ser humano utiliza el hemisferio izquierdo de su cerebro para el tipo de razonamiento caracterizado por seguir siempre el mismo esquema. El pensamiento lineal se relaciona con esta función cerebral.

Importancia de la lógica

Una de las bases del pensamiento lineal es la lógica, entendida esta como la conexión natural entre las ideas o las cosas.

Esto implica que para obtener una respuesta con este tipo de pensamiento, la persona debe tener en cuenta los pasos que le van a permitir encontrarla y seguirlos sin desviarse de ellos.

Con el pensamiento lineal, la solución que se busca ya ha sido definida, así como la manera de llegar a ella.

Respuestas ya demostradas

Las soluciones que proporciona el pensamiento lineal no son novedosas. Todas ellas han sido ya demostradas, aunque haya sido en otras situaciones. Esto implica que este tipo de pensamiento permite obtener respuestas seguras, sin que haya riesgo de que no funcionen.

Primacía de la razón

Además de la lógica, la otra gran base del pensamiento lineal es la razón. Gracias a ella, los individuos establecen relaciones entre distintos conceptos y consiguen encontrar una respuesta a los problemas.

Análisis

La herramienta más importante del pensamiento lineal es el análisis. Para encontrar soluciones, se analizan los elementos que componen el problema, desde sus causas hasta sus consecuencias. Igualmente, hay que estudiar los pasos que se van a seguir para resolverlo.

Por último, se analiza la solución encontrada y qué resultados ofrece a la hora de implantarla.

Importancia del proceso

Otras de las características que definen a este tipo de pensamiento es la importancia que otorga al proceso seguido para resolver los problemas.

Una vez que se conocen los pasos a seguir, el pensamiento lineal obliga a seguirlos sin saltarse ninguno ni alterar su orden. Esto se convierte en fundamental para encontrar la solución que se persigue.

Objetivo

El objetivo del pensamiento lineal es encontrar una solución al problema planteado mediante el uso de una metodología bien marcada. Siguiendo esos pasos en su orden establecido siempre se encontrará una respuesta correcta, aunque esta no tiene que ser forzosamente la mejor.

Evidencia y planteamientos

El método del pensamiento lineal solo permite usar los planteamientos del problema a la hora de buscar soluciones. Así, no analiza otros temas, ni siquiera aunque estén relacionados con el asunto a resolver.

Por otra parte, la evidencia es la base para crear los pasos a seguir y para encontrar las soluciones.

Diferencias con el pensamiento lateral

Frente a la lógica y el método analítico que caracteriza al pensamiento lineal existe otro tipo basado en la creatividad y en la libertad de su metodología: el pensamiento lateral. Este término fue creado por Edward de Bono, quien lo definió en su obra de 1967 New Think: The Use of Lateral thinking.

A pesar de las diferencias entre ambos tipos de pensamientos, la finalidad es la misma: encontrar respuestas a un problema específico. Ambos, además, no son excluyentes, sino que en muchas ocasiones pueden complementarse.

Diferencias en la metodología

En el pensamiento lineal, seguir los pasos que llevan a la respuesta buscada tiene la máxima importancia. Así, solo relacionando las ideas de manera ordenada puede hallarse la solución.

Por su parte, la metodología tiene mucha menos importancia en el pensamiento lateral. En este caso, lo que importa en encontrar la solución, sin que se ponga énfasis en la forma de lograrlo.

Proceso establecido frente a reestructuración de ideas

Otra diferencia entre ambos tipos de pensamiento es que el pensamiento lineal busca las soluciones siguiendo unos pasos perfectamente ordenados con anterioridad. En el pensamiento lateral, por el contrario, el orden de esos pasos puede alterarse o, incluso, algunos pueden ser ignorados.

Amplitud de miras

En pensamiento lineal solo tiene en cuenta en sus procesos aquellos planteamientos que están estrechamente relacionados con el problema. Sin embargo, en el pensamiento lateral se pueden tener en cuenta otras opciones, aunque en principio parezcan alejadas del objeto que se está estudiando.

Esto está relacionado con el uso de la evidencia como base exclusiva para encontrar respuestas por parte del pensamiento lineal. Por su parte, en el lateral se buscan muchas veces enfoques menos directos y obvios, más creativos.

Solución segura o la mejor solución

Ambos tipos de pensamiento comparten un objetivo común: encontrar la respuesta a un problema. Sin embargo, los métodos utilizados por el pensamiento lineal no aseguran que se encuentre la mejor solución, sino que esta será correcta y segura.

La mayor creatividad a la hora de acercarse al problema permite que el pensamiento lateral ofrezca, en algunas ocasiones, una mejor solución.

Ejemplos de pensamiento lineal

A continuación se muestran ejemplos de casos en los que se da pensamiento lineal:

Operaciones matemáticas

Las matemáticas son el ejemplo perfecto del pensamiento lineal. Para resolver cualquier operación deben seguirse unos pasos ya establecidos que van a proporcionar la solución. Ese proceso dará el mismo resultado sin importar que persona lo realice.

Montaje de un mueble

Cuando se compra un mueble desmontado, siempre viene acompañado por unas detalladas instrucciones. Para montarlo hay que seguirlas paso a paso, sin alterar su orden temporal ni saltarnos ninguno.

Calcular el tiempo de un viaje

Cuando salimos en coche es fácil calcular el tiempo de viaje utilizando el pensamiento lineal. Así, la distancia recorrida en una hora si la velocidad es de 100 km/h será, obviamente, 100 kilómetros. En dos horas, por lo tanto, se recorrerán 200 km.

Método científico

El método lógico-científico, con algunas excepciones, se ha basado siempre en el pensamiento lineal. Sus procesos consisten en medir, observar, pesar y, con todos los datos obtenidos, hallar una respuesta.

Teorema de Pitágoras

Las fórmulas físicas, matemáticas o químicas forman parte también de este tipo de pensamiento. Un ejemplo es el Teorema de Pitágoras, que puede utilizarse en la práctica para calcular qué tamaño de ventana necesitamos para cubrir un marco rectangular.

Cálculos para un aterrizaje espacial

El pensamiento lineal se usa también para realizar cálculos complejos. Uno de ellos fue el efectuado por la NASA estadounidense en 1960. Su objetivo era saber por dónde debía regresar una nave espacial a la Tierra para que aterrizara en el punto del océano previsto y, así, pudiera ser recuperada.

Temas de interés

Cómo ser creativo

Pensamiento vertical

Tipos de pensamiento

Referencias

  1. Lobos Vargas, Blanca. Pensamiento lineal y lateral. Obtenido de psicopedagogabianca.blogspot.com
  2. Interaction Design Foundation. Linear Thinking. Obtenido de interaction-design.org
  3. De Langhe, Bart. Linear Thinking in a Nonlinear World. Obtenido de hbr.org
  4. Eklund, Andy. Is Linear Thinking Bad?. Obtenido de andyeklund.com