Biología

Selección sexual: características, tipos y ejemplos


La selección sexual es el éxito reproductivo diferencial resultante de las variaciones en el éxito del apareamiento. Suele ser considerado como un componente de la selección natural.

Existen características sexuales secundarias en algunos animales que parecieran desafiar la supervivencia del portador. Por ejemplo, las coloridas – y energéticamente costosas – plumas de las aves ¿no lo hacen más visible a los depredadores potenciales?

El concepto de selección sexual logró dar explicación al dimorfismo sexual –  diferencias en las morfologías y la etología de los sexos, fenómeno ampliamente distribuido en los animales.

El argumento de la selección sexual es el siguiente: si hay variaciones heredables para un rasgo que tenga efecto en la capacidad de obtener pareja, entonces las variantes exitosas aumentarán su frecuencia.

En la época de Darwin, se consideraba a la selección sexual una fuerza poco poderosa, ya que su resultado no lleva a la muerte inmediata, sino a una disminución en el número de descendientes. Hoy en día se considera a la selección sexual relativamente fuerte, porque afecta el éxito de la cópula y de la fertilización.

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El dimorfismo sexual

Un concepto clave para entender la selección sexual, es el dimorfismo sexual. En la naturaleza, machos y hembras no poseen un aspecto idéntico – en términos de caracteres sexuales secundarios.

En las aves este fenómeno es muy marcado: los machos generalmente exhiben colores brillantes y plumaje elaborado, mientras que las hembras son opacas. También difieren en términos de comportamiento, los machos emiten cantos melodiosos y las hembras son silenciosas.

Podemos extrapolar este fenómeno a los humanos. En nuestras poblaciones, los machos y las hembras difieren de manera substancial. El tamaño del cuerpo, los patrones de distribución de grasa, el tono de voz, entre otras características, son algunas de las diferencias entre los sexos.

Los biólogos evolutivos están constantemente analizando los rasgos de los organismos, con el fin de concluir si son características adaptativas o no, y como pudiesen incrementar la reproducción de su portador.

En el caso del dimorfismo sexual, aparentemente es difícil aplicar la teoría de evolución por selección natural porque surgen varias preguntas.

Si una característica puede aumentar la reproducción o la supervivencia de un individuo ¿por qué es única de los machos? y ¿por qué invertir tanta energía en características que aumentan la visibilidad a los depredadores?

Características

Charles Darwin realizó grandes aportaciones a la ciencia.

El naturalista británico Charles Darwin fue el primero en dar respuesta a estas dos interrogantes. Darwin reconoció que los individuos difieren en su éxito de convencer a los miembros del sexo opuesto para aparearse, y a esto lo llamo selección sexual.

Hoy en día, la mayoría de los biólogos evolutivos no creen necesario separar los conceptos de selección natural y selección sexual. De hecho, consideran a la selección sexual como un componente de la selección natural.

La teoría de selección sexual se puede resumir de la siguiente manera: si existen variaciones heredables en un rasgo que afecte la capacidad de encontrar pareja, entonces las variantes que otorguen al éxito de este evento irán aumentando su frecuencia en la población.

Una de las características importantes en la reproducción, es la asimetría del proceso. No hay duda que los óvulos y la preñez son mucho más costosos que le mera producción de espermatozoides y la eyaculación. De este modo, en término de tiempo y energía, la contribución de la hembra es mucho mayor.

Por esta razón, podemos predecir que los machos deben ser competitivos y luchar por las oportunidades de apareamiento. En contraste, las hembras deben ser selectivas.

Tipos

En la selección sexual debemos tomar en cuenta dos factores: la competencia entre los machos por encontrar una pareja del sexo opuesto, dispuesta a reproducirse con ellos y la capacidad selectiva de la hembra. Así, podemos distinguir dos formas o tipos de selección sexual: la intrasexual y la intersexual.

Selección intrasexual

La selección intrasexual se refiere a la competencia entre individuos del mismo sexo por monopolizar el acceso al sexo opuesto. Generalmente este hecho involucra combates o peleas, y el sexo selectivo se aparea con el ganador de la batalla.

La forma más intuitiva de tener acceso al sexo selectivo, es el combate. Por ello, la selección va a favorecer la existencia de morfologías que permitan la defensa, llámese cachos, cuernos, etc.

La competencia puede ir más allá de la cópula: la competencia espermática. Las eyaculaciones abundantes con un gran número de espermatozoides pueden estar ligadas a la victoria. Los casos más extremos de infanticidio, como en la manada de leones, donde los machos asesinan a los cachorros de otros machos.

Patrón inverso de selección intrasexual

En la mayoría de las especies son los machos los que luchan por tener el acceso a la hembra. No obstante, existen muchos casos donde los machos contribuyen al cuidado parental y la inversión en la descendencia puede ser igual o mayor que la de la hembra. Por ejemplo, los peces, las ranas y la mayoría de las aves muestran este patrón.

En este último caso donde el patrón está invertido, el factor limitante en la reproducción será el macho y las hembras deberán competir entre ellas para poder tener acceso a los machos. También es posible predecir que el sexo selectivo será el macho.

Selección intersexual

En ciertas especies, los machos no buscarán controlar o monopolizar el acceso a la hembra. En contraste, buscarán formas de llamar su atención mediante exhibiciones, que pueden involucrar cantos, bailes, entre otros. Al final de la exhibición, la hembra elige al “mejor” entre sus candidatos.

Es la selectividad de la hembra la que conduce a la evolución de tales actos de cortejo, que consumen gran cantidad de tiempo y energía, siendo un mecanismo importante de selección.

Existen varias hipótesis que buscan explicar la selectividad de la hembra. Puede que elijan al “mejor macho” para que dichos genes pasen a su descendencia. En otras palabras, buscan buenos genes. También es posible que al elegir un macho de buena calidad, estén buscando beneficios directos a la descendencia, como comida.

Ejemplo: las aves del paraíso

Las aves del paraíso constituyen un grupo de especies  pertenecientes a la familia Paradisaeidae y distribuidas por Oceanía, la mayoría en Nueva Guinea. Se caracterizan por ser extremadamente diversas, en término de morfologías y coloraciones. Además de sus complejos bailes de cortejo.

El ancestro de las formas actuales era similar a un cuervo. Fueron necesarios varios millones de años de hembras eligiendo caracteres elaborados para llegar a las morfologías actuales.

Como su nombre lo indica, estas aves viven en el “paraíso” – literalmente. Su hábitat se considera rico en alimento y los predadores son prácticamente inexistentes.

Con esta atenuación de dichas presiones selectivas, la selección sexual actúa en mayor medida, llevando a la aparición de rasgos exagerados, en términos de coloración y cortejo.

Referencias

  1. Arnqvist, G., & Rowe, L. (2013). Sexual conflict. Princeton University Press.
  2. Clutton-Brock, T. (2007). Sexual selection in males and females. Science318(5858), 1882-1885.
  3. Darwin, C. (1888). The descent of man and selection in relation to sex. Murray.
  4. Freeman, S., & Herron, J. C. (2002). Análisis evolutivo. Prentice Hall.
  5. Irestedt, M., Jønsson, K. A., Fjeldså, J., Christidis, L., & Ericson, P. G. (2009). An unexpectedly long history of sexual selection in birds-of-paradise. BMC Evolutionary Biology9(1), 235.
  6. Trivers, R. (1972). Parental investment and sexual selection. Cambridge: Biological Laboratories, Harvard University.