Geografía

Horizontes del suelo y sus características


¿Qué son los horizontes del suelo?

Los horizontes del suelo son las distintas capas que componen al suelo sobre el que habitan los seres vivos de la biosfera, es decir, a la capa superficial de la Tierra.

Algunos lugares tienen pocas de estas capas, mientras que otros tienen muchas, todas con colores, texturas y propiedades físicas y químicas diferentes.

La suma o el conjunto de los horizontes de un suelo particular forma lo que llamamos el perfil del suelo.

Los científicos dedicados al estudio de los suelos (los edafólogos) utilizan la información que obtienen del análisis de estos perfiles para definir o clasificar a los suelos y para determinar si son buenos o no para ciertas cosas como, por ejemplo, sembrar plantas para el consumo de los seres humanos.

Además, el perfil del suelo también da idea de la historia de ese suelo, de su edad, de los seres vivos que están asociados con el mismo, entre otras cosas.

¿Qué es el suelo?

Antes de que hagamos una lista de los diferentes horizontes que podemos encontrar en el suelo, es necesario que sepamos qué es a lo que llamamos suelo:

Y es que podemos definir al suelo como a una mezcla compleja de diferentes cosas: tiene elementos minerales, tiene materia orgánica que en algún momento fue parte de un organismo vivo y tiene también aire y agua.

Gracias a que tiene tantas cosas diferentes, el suelo es capaz de “soportar” la vida de los organismos que habitamos en la biósfera, lo que lo hace parte fundamental de nuestro planeta y necesario para nuestra vida.

Horizontes del suelo

Como ya lo dijimos, los horizontes del suelo son las diferentes capas que podemos conseguir en un suelo determinado.

Se denominan “horizontes” porque son capas que se ubican de forma paralela entre sí, es decir, una sobre la otra, y las podemos ver si hacemos un “corte” vertical del suelo, así como cuando cortamos un pastel que tiene capas de crema y lo vemos de perfil.

Al conjunto de horizontes del suelo, como también lo comentamos, lo llamamos perfil del suelo. Diferentes suelos tienen diferentes perfiles, es decir, tienen diferentes horizontes.

Se han descrito un total de 6 horizontes distintos, conocidos como O, A, E, B, C y R. Sin embargo, estos horizontes no se encuentran en todos los suelos y decimos que, generalmente, la mayor parte de los suelos solo tiene tres o cuatro horizontes: A, B, C y a veces O.

A continuación veremos cuáles son estos horizontes, y lo haremos en la forma más probable en la que los encontraremos, es decir, en orden de aparición desde la superficie hacia el “centro” (orden descendente):

Horizonte O 

Este horizonte se denomina orgánico o humus y, como podemos imaginarlo por su nombre, es rico en materia orgánica, la cual se deposita como producto de la descomposición de organismos que alguna vez estuvieron vivos.

En un bosque, por ejemplo, la capa orgánica del suelo está formada principalmente por hojas que han caído de los árboles, aunque también puede contener animales descompuestos.

El grosor de este horizonte puede ser muy variable entre suelos, esto quiere decir que algunos suelos tienen capas orgánicas más abundantes que otros e, incluso, muchos suelos no tienen horizonte O en absoluto.

Su color suele ser marrón oscuro, lo que los edafólogos explican por la gran cantidad de nutrientes que contiene.

El horizonte O es importante porque, además de contener gran cantidad de nutrientes, mantiene el suelo suave y suelto, gracias a la formación de poros que permiten la colonización de las raíces de plantas o de pequeños animales terrestres.

Horizonte A

También conocido como la capa superficial del suelo, el horizonte A contiene gran cantidad de los minerales derivados de la materia orgánica que se descompuso.

Estos minerales son utilizados tanto por las plantas como por los distintos tipos de organismos que habitan en el suelo y se alimentan de lo que hay en él.

El horizonte A tiene un color un poco más claro que el horizonte O, pero sigue siendo marrón oscuro gracias a la gran cantidad de nutrientes orgánicos que contiene.

Además, este horizonte puede tener raíces, poros y otras estructuras, que nos dan una idea de los organismos que habitan en él.

Horizonte E

Conocido también como horizonte eluvial, este horizonte se caracteriza por su composición mineral, pero que ha perdido arcillas y compuestos como el hierro y el aluminio.

El horizonte E, que no se evidencia en todos los suelos, tiene un color más claro que los horizontes O y A y presenta una estructura más gruesa que aquellos, pues tiene mayor cantidad de minerales.

Se denomina también horizonte eluvial porque las arcillas, el hierro y el aluminio han sido “arrastrados” hacia horizontes más abajo, dejando mayormente arena, partículas de limo y cuarzo.

Horizonte B

Debajo de los horizontes O, A o E suele encontrarse el horizonte B, también llamado horizonte iluvial o subsuelo.

En su composición suele haber: arcillas, hierro, aluminio, carbonatos, sílice, humus, yeso, óxidos, etc., usualmente derivados de los horizontes superiores. Además, podemos encontrar raíces de árboles y de otras plantas.

Gracias a su composición, el horizonte B puede tener diferentes colores, casi siempre de tonalidades rojizas o anaranjadas.

Horizonte C

Es el horizonte llamado “horizonte parental del suelo”, pues no tiene muchos nutrientes o materia orgánica, sino que está compuesta por rocas partidas, lo que le da un aspecto granuloso y denso.

También es definido como el depósito en la superficie de la Tierra a partir del cual se desarrolla el suelo, es decir, la capa sobre la que se forma el suelo, donde se depositan los demás horizontes.

Horizonte R

Es el horizonte más basal, pues corresponde al fondo o a la base del suelo (no es suelo); también se conoce como “lecho de roca”. Está formado principalmente por rocas hechas de granito, basalto, cuarcita, piedra caliza, arenisca, etc.

Por su composición, suele tener un aspecto rocoso y de color claro, mucho más claro y grisáceo que el de los demás horizontes de los que hablamos.

¿Cómo se forma el suelo sobre el horizonte R?

El suelo está formado esencialmente a partir de rocas, las rocas del horizonte basal R.

Estas rocas cambian con el tiempo gracias a las distintas fuerzas a las que están sometidas: el viento, el agua, la temperatura, etc., que hacen que se rompan en fragmentos cada vez más pequeños.

Estos fragmentos se clasifican de acuerdo con su tamaño: los más pequeños corresponden a la arcilla, le siguen el limo y finalmente la arena (los más grandes). Dependiendo del tipo de suelo, la cantidad de partículas de arcilla, limo y arena varía considerablemente.

Finalmente, las capas orgánicas de los suelos se van formando a lo largo del tiempo gracias a la deposición de los restos en descomposición de animales y plantas que se mueren, los cuales se mezclan con las partículas sólidas/minerales del suelo en formación.