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21 Animales que Respiran por la Traquea


Los animales que respiran por la tráquea son aquellos que realizan su proceso respiratorio a través de un sistema de tubos ramificados llamados tráqueas. Algunos de ellos son la libélula, la mariposa o la pulga.

Las tráqueas recorren internamente el cuerpo del animal llevando el oxígeno a todos los tejidos. La respiración traqueal es propia de los artrópodos tanto acuáticos como terrestres.

El orificio de entrada de los tubos traqueales se denomina espiráculo o estigma. Estos son pequeños poros que atraviesan el tejido integumentario. La entrada y salida del aire a través de las tráqueas ocurre gracias a los movimientos del abdomen.

Como se mencionó anteriormente, los artrópodos son los animales que presentan este tipo de respiración en particular. A este grupo pertenecen los insectos, arácnidos, crustáceos y miriápodos.

Lista de animales que respiran por la traquea

1- La Libélula

Es un insecto de metamorfosis sencilla o incompleta (hemimetábolos). Es decir, su transformación de larva a insecto adulto no pasa por la etapa de pupa. En su forma adulta es un insecto alado con abdomen muy alargado, grandes ojos y antenas cortas.

2- La Mariposa

Insecto de metamorfosis completa (holometábolos). Es decir, pasa por un proceso de desarrollo de varias fases: embrión, larva, pupa y adulto. Muchas de las especies son reconocidas por la variedad de colores y diseños de sus alas así como por su tamaño.

3- La Pulga

Es un insecto parásito externo carente de alas. Se alimenta de la sangre de sus huéspedes y se desplaza dando saltos proporcionales a su tamaño.

4- La Garrapata

Este animal pertenece a la familia de los ácaros. Son parásitos externos que se alimentan de sangre.

5- El Escorpión

También se le conoce con el nombre de alacrán. Su cola alargada y curva que termina en un aguijón provisto de veneno es una de sus características más particulares.

6- La Tarántula

Es el nombre común que se le da a varias especies de arañas de gran tamaño. Tienen el cuerpo y las patas cubiertos de pelo. Algunas tarántulas pueden “disparar” pelos desde su abdomen como un medio de defensa.

7- El Opilión

Son arácnidos parecidos a las arañas. Se diferencian de ellas, en que su cuerpo no presenta división entre el abdomen y el prosoma, no tejen telas y sólo tienen dos ojos (las arañas tienen 8).

8- La Langosta

Es un crustáceo marino. Su cuerpo es rígido y se divide en tres partes. Posee dos gruesas pinzas que le sirven par a atrapar y triturar su alimento o como medio de defensa.

9- Nécora

Es un crustáceo de caparazón plano y ancho. Entre los ojos presenta ocho o diez dientes puntiagudos similares a los de una sierra. Su primer par de patas son dos pinzas de color negro que utiliza para atrapar su alimento y defenderse.

10- Ciempiés

Este artrópodo tiene forma alargada. Algunas especies tienen forma tubular y otras aplanada. Sin embargo, la característica que los identifica principalmente es que poseen numerosos piececillos a lo largo de los lados de su cuerpo.

11- Pauropus

Son artrópodos diminutos. Su cuerpo es blando y tienen en su cabeza un par de antenas ramificadas. A los costados de su cuerpo presentan 9 a 11 pares de patas.

12- Abeja

13- Araña roja

14- Hormiga

15- Gusano de terciopelo

16- Cucaracha

17- Escolopendra 

Escolopendra. Scolopendra cingulata.

18- Grillo

19- Chinches

20- Escarabajo

21- Saltamontes

Cómo ocurre la respiración traqueal

En los animales que respiran por la tráquea el aire entra a través de los espiráculos. Estos poseen unas pequeñas cerdas que filtran el aire y ayudan a evitar la entrada de elementos extraños a las tráqueas. Además poseen una especie de válvulas reguladas por músculos que permiten la apertura y cierre de los espiráculos.

El aire que ingresa por los espiráculos pasa a los tubos traqueales principales. De allí se difunde por las ramificaciones de estos. Estas ramificaciones tienen puntas muy finas que están llenas de líquido.

El oxígeno se disuelve en este líquido y de allí se expande hacia las células adyacentes. De igual forma, el gas carbónico también es disuelto y expulsado a través de las tráqueas.

La mayoría de las células de los artrópodos se encuentran ubicadas al lado de las terminaciones de las ramificaciones traqueales. Esto facilita el transporte de los gases involucrados en la respiración sin la necesidad de una proteína respiratoria como la hemoglobina.

Algunos artrópodos tienen la habilidad de controlar la entrada y salida del aire a través de los tubos traqueales. Por ejemplo cuando los músculos abdominales del saltamontes se contraen, los órganos presionan sobre los tubos traqueales flexibles y fuerzan el aire a salir de ellos.

Cuando estos músculos se relajan, la presión sobre las tráqueas disminuye, los tubos se amplían y el aire se precipita.

En algunos de los animales con respiración traqueal existen otros órganos que complementan este tipo de respiración. Muchas arañas, por ejemplo, tienen uno o dos pulmones librillo (pulmones laminares o filotráqueas).

En estos órganos respiratorios, el aire y la sangre fluyen a través de espacios separados solamente por hojas delgadas de tejido. Una sustancia denominada hemocianina presente en su sangre que atrapa el oxígeno y se vuelve azul-verdosa a medida que pasa a través de los pulmones laminares.

En el caso de los artrópodos acuáticos, existen diversas adaptaciones de sus sistemas respiratorios traqueales que les permiten respirar en el medio acuoso. Algunos poseen un tubo respiratorio externo que sacan por encima de la superficie del agua. A través de este tubo, el aire pasa a su sistema traqueal.

Otros artrópodos acuáticos utilizan burbujas de aire que se adhieren a los espiráculos y de las cuales toman el oxígeno necesario mientras están bajo el agua. Mientras que otros poseen espinas en cuyas puntas llevan espiráculos.

Ellos perforan con las espinas las hojas de las plantas que están bajo el agua y a través de los espiráculos absorben el oxígeno de las burbujas que se forman en el interior de las hojas perforadas.

Estructura de la tráquea

La tráquea es un órgano que presenta una estructura muy particular. Sus paredes son lo suficientemente rígidas para evitar la compresión por el peso de los tejidos adyacentes.

Esto se debe a que las paredes traqueales están formadas por fibras de quitina espiraladas. No obstante, las paredes también son flexibles de manera que permiten la presión hasta cierto límite, sin sufrir deformaciones o que se produzca el cierre completo de la tráquea.