Cocodrilo del Nilo: características, hábitat, alimentación, reproducción
El cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus) es el segundo reptil de mayor tamaño del mundo. El macho adulto, que es más grande que la hembra, puede pesar hasta 750 kilogramos y medir entre 3,5 y 5 metros.
Esta especie forma parte de la familia Crocodylidae. En cuanto a su distribución, es nativa del área meridional, central y oriental de África, donde habita en cuerpos de agua dulce y, de manera ocasional, en lagos salobre y deltas. No obstante, es capaz de vivir en ambientes salinos, aunque rara vez lo hace.
El cuerpo del cocodrilo del Nilo tiene una piel gruesa, que está cubierta por escamas y osteodermos. Dichas estructuras le proporcionan al animal una fuerte protección contra las heridas causadas en las luchas contra los depredadores o con los conespecíficos.
Con relación a la coloración, el adulto tiene la parte superior de color marrón bronce, con rayas negras en la región posterior del cuerpo. En contraste con estos tonos, el vientre es amarillento.
Índice del artículo
- 1 Comportamiento
- 2 Características generales
- 3 Peligro de extinción
- 4 Hábitat y distribución
- 5 Alimentación
- 6 Reproducción
- 7 Referencias
El Crocodylus niloticus puede permanecer inmóvil durante largas horas, bien sea tomando sol o sumergido en el agua. Sin embargo, en ese tiempo, está muy atento de lo que sucede en su entorno. El hecho que mantenga la boca abierta, aparte de ser indispensable para la termorregulación, podría estar asociado a una señal de amenaza, dirigida a otras especies.
Los cocodrilos del Nilo son excelentes nadadores, pudiendo nadar hasta por 30 minutos a una velocidad de 30 a 35 km/h. También pueden sumergirse bajo el agua durante algunos minutos.
En tierra, este reptil normalmente se arrastra sobre su vientre, pero también suele caminar con el tronco elevado del terreno. Las especies de menor tamaño galopan, aunque los más grandes puede realizar un rápido y sorpresivo desplazamiento a alta velocidad, llegando a alcanzar hasta 14 km/h.
El cocodrilo del Nilo es considerado el segundo reptil de mayor tamaño a nivel mundial, después del cocodrilo de agua salada (Crocodylus porosus).
Dicha especie presenta dimorfismo sexual, donde los machos son hasta un 30% de mayor talla y peso que las hembras. Así, este puede medir de 3,3 a 5 metros de largo, con un peso de 150 a 700 kilogramos. En cuanto a la hembra, mide alrededor de 3,05 metros y tiene una masa corporal de aproximadamente 116 kilogramos.
La piel del cocodrilo del Nilo se encuentra recubierta de escamas queratinizadas. Además, cuenta con una capa osificada, conocida como osteodermo. Los escudos que están localizados en la cara de este reptil son mecanorreceptores. Estos captan los cambios en la presión del agua, permitiéndole así rastrear a las presas, al percibir sus movimientos.
Con relación a la coloración, los jóvenes son grises o marrones, con franjas oscuras en el cuerpo y en la cola. En contraste con el color de la parte superior del cuerpo, el vientre es verde amarillento.
Cuando el animal es adulto, su piel se oscurece y las bandas cruzadas se desaparecen. Así, la región dorsal adquiere un tono bronce. En la parte posterior se destacan rayas y manchas negras, mientras que el vientre es amarillo.
En cuanto a los flancos, son verde amarillento, con numerosos parches oscuros distribuidos en franjas oblicuas.
Los expertos señalan que existen algunas variaciones en los patrones de coloración de esta especie. Aquellos que habitan en aguas de rápido movimiento, suelen tener un tono más claro que los que viven en pantanos o en lagos. Esto constituye un camuflaje, que le permite al animal pasar desapercibido en el entorno que lo rodea.
El Crocodylus niloticus tiene las extremidades cortas y una cola poderosa y larga. En cuanto al sistema óseo, la columna vertebral cuenta con vértebras cervicales, torácicas, lumbares, sacras y caudales.
En las lumbares se presenta una formación semejante a las costillas, pero de constitución cartilaginosa. Estas endurecen la región abdominal, protegiendo así los órganos internos que se encuentran en dicha área.
El reptil tiene un hocico largo, donde se encuentran entre 64 y 68 dientes puntiagudos. Si estos sufren daños, son reemplazados. En el área delantera de la mandíbula superior posee cinco dientes, mientras que en el resto de la estructura ósea existe de 13 a 14 piezas bucales. Con relación a la mandíbula inferior, tiene entre 14 o 15 dientes.
Los ojos del cocodrilo del Nilo cuentan con una membrana nictitante, cuya función principal es evitar la desecación del globo ocular. La lengua es un músculo estratificado, escamoso y queratinizado. Esta cuenta con una gran variedad de corpúsculos táctiles.
Debido a que el animal pasa gran parte del tiempo sumergido, su cuerpo tiene diversas adaptaciones. Entre estas se encuentran una membrana en las fosas nasales, que se cierra cuando el cocodrilo está bajo el agua.
Además, las orejas, los ojos y la nariz están ubicados en la región superior de la cabeza. Así, el reptil puede mantener hundido el cuerpo, mientras estos órganos permanecen fuera del agua.
El Crocodylus niloticus tiene gastrolitos en su estómago. Estos son piedras redondeadas que voluntariamente traga el animal. Su función pudiera estar asociada con la contribución en la masticación de los alimentos que ingiere.
Los gastrolitos no se encuentran presentes en las crías, pero sí existen cuando el animal mide entre 2 y 3,1 metros. Así, una especie adulta que pese 239 kilogramos y mida alrededor de 3,84 metros pudiera tener en su estómago hasta 5,1 kilogramos de estas piedras.
La válvula gular o palatal es una especie de colgajo que está en la región posterior de la boca. Mientras el animal está sumergido, dicha estructura cierra el acceso al esófago, evitando así que el agua entre a los pulmones.
Anatómicamente, los elementos ventrales y dorsales de esta válvula forman un sello eficiente, que divide la cavidad faríngea de la oral, de acuerdo a sus necesidades de comportamiento o alimenticios. De esta manera, los pliegues de ambas regiones están complementados por otras rugosidades más pequeñas, ubicadas en los bordes del palatal.
Las poblaciones del Crocodylus niloticus están decreciendo progresivamente, debido a diversos factores, como la fragmentación del medio ambiente donde habita. Esta situación ha ocasionado que la UICN categorice a dicha especie dentro del grupo de animales que se encuentran en un menor riesgo de extinguirse.
Dentro de las amenazas que aquejan al cocodrilo del Nilo está la caza furtiva. En este sentido, algunos pobladores capturan al animal para comer su carne y los huevos. También, varias partes de su cuerpo, como la grasa, la sangre y el cerebro, son comúnmente utilizados en la medicina tradicional.
Por otra parte, dicha especie es un gran depredador y el hecho que sus poblaciones se encuentren cercanas a las zonas urbanas, crea enfrentamientos fatales con el hombre.
Esto ocurre generalmente porque el cocodrilo ataca al ganado, cuando el bóvido se acerca a los lagos a beber agua. Debido a esto, los criadores, para preservar el rebaño, matan al reptil.
La sobrepesca y la contaminación están agotando a los peces, que constituyen las principales presas de su dieta. Esto afecta negativamente al C. niloticus, ya que se ven obligados a migrar de su hábitat natural, en búsqueda de alimento.
Con relación a la degradación del medio ambiente, la construcción de represas en los cuerpos de agua provoca la inundación de las áreas de descanso del cocodrilo del Nilo. También, los habitantes están destruyendo los ecosistemas, para destinar las tierras a zonas agrícolas y a urbanismos.
En una gran parte de su distribución, el Crocodylus niloticus se encuentra incluido en el Apéndice I de CITES. Mientras que, en otras regiones, como Egipto, Mozambique, Etiopía y Uganda, entre otros, esta especie está en el Apéndice II de CITES.
El cocodrilo del Nilo está distribuido en varios países del centro, sur y este de África. Actualmente, se extiende desde el lago Nasser, en Egipto, hasta los afluentes del río Nilo en Sudán, el río Olifants (Sudáfrica), el Delta del Okavango (Botswana) y la Cunene (Angola).
Así, esta especie habita en Angola, Camerún, Botswana, Egipto, Burundi, República Democrática del Congo, Eritrea, Gabón, Etiopía, Kenia y Guinea Ecuatorial. También vive en Madagascar, Namibia, Malawi, Ruanda, Mozambique, Somalia, Sudán, Sudáfrica, Suazilandia, Uganda, Tanzania, Zimbabwe y Zambia.
En estas regiones se localiza en los desiertos, pantanos, lagos, ríos, estuarios costeros y hasta en los arroyos subterráneos de las cuevas. Generalmente prefiere los cuerpos de agua dulce, pero pudiera extenderse a aguas salobres e inclusive a aquellas altamente salinas, que presentan filtraciones de agua dulce.
El uso del hábitat difiere entre los jóvenes, subadultos y adultos. En este sentido, los juveniles se dispersan cuando miden alrededor de 1,2 metros de largo. Durante el invierno, la hembra en gestación ubica cerca del nido las zonas de descanso y de reproducción. Además, su rango de hogar es menor que el de las hembras no grávidas.
El cocodrilo del Nilo es un depredador que puede cazar a su presa tanto en el agua como en la tierra. Su dieta es muy amplia y varía dependiendo del tamaño del reptil. Así, los jóvenes se alimentan principalmente de insectos, como los grillos, escarabajos, las arañas y las libélulas.
También, ocasionalmente, pueden cazar moluscos, cangrejos y anfibios, como el sapo común africano y la rana de caña. Cuando el cocodrilo del Nilo tiene entre 5 y 9 años come insectos, arácnidos, peces y anfibios, entre los cuales se encuentra la rana Goliat (Conraua goliath).
De manera general, los juveniles y subadultos prefieren los reptiles, como las tortugas, y algunos pequeños mamíferos, como los roedores y las musarañas. Con relación a las aves, también están incluidas en la dieta de esta especie, en especial los pelícanos, las águilas, las aves zancudas y las acuáticas.
Los adultos pueden capturar monos, liebres, murciélagos, pangolines, gacelas, pequeños primates, lémur, aardvarks (Orycteropus afer) y manatíes africanos (Trichechus senegalensis).
Si la presa se encuentra en el agua, el Crocodylus niloticus es un rápido y ágil cazador, que emplea sus mecanorreceptores para localizar al animal. No obstante, en la tierra, el reptil utiliza sus extremidades, que le permiten galopar para perseguir a su presa.
En ambos casos, usa la emboscada como medio sorpresivo de ataque, técnica que le garantiza el éxito en la captura del animal.
La madurez sexual es alcanzada por el cocodrilo del Nilo alrededor de los 12 y 16 años. En el macho esto ocurre cuando mide alrededor de 3,3 metros y pesa 155 kilogramos. En cuanto a la hembra, puede reproducirse en el momento que su cuerpo tiene una longitud entre 2,2 y 3 metros.
Durante la época de apareamiento, el macho atrae a las hembras golpeando el agua con su hocico. Además, al mismo tiempo, este emite algunas vocalizaciones ruidosas. También, pueden ocurrir fuertes enfrentamientos entre los machos, por la opción de unirse a una hembra.
Cuando la hembra acepta al macho, la pareja emite fuertes vocalizaciones. Durante la copulación, el macho emite sonidos similares a un rugido, mientras sujeta a su pareja bajo el agua.
En cuanto a la nidificación, ocurre de uno a dos meses después del apareamiento. La época de la postura de los huevos puede variar según la región que habite el cocodrilo del Nilo.
De este modo, los que viven en el extremo norte, en Egipto o Somalia, la anidación es entre diciembre y febrero, mientras que los de las regiones meridionales como Tanzania o Somalia, ocurre de agosto a diciembre.
Los lugares preferidos para la construcción del nido son las riberas de los ríos, las costas arenosas y los lechos de arroyos. En la zona de anidación, la hembra gestante cava un hoyo de hasta 50 centímetros y deposita entre 25 y 80 huevos. Estos eclosionan luego de aproximadamente 90 días.
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