Historia

Plan de Iguala: qué es, objetivos, consecuencias, personajes


¿Qué fue el Plan de Iguala?

El Plan de Iguala fue un documento firmado por Agustín de Iturbide el 24 de febrero de 1821. La firma del documento representa el equivalente a las declaraciones de independencia que se firmaron en muchos otros países latinoamericanos.

Los principios básicos del documento, planteados a manera de plan, pedían que el país pasase a ser gobernado por un monarca europeo, pero con un México independiente. Al firmar este documento, los militares mexicanos y la Iglesia retuvieron todos sus poderes básicos. Los derechos de los criollos y peninsulares pasaron a ser similares.

A diferencia de muchos otros movimientos independentistas de América del Sur, este documento se basó principalmente en los principios del Partido Conservador. Otros países, como Colombia y Venezuela, declararon su independencia utilizando principios liberales.

Como consecuencia de esto, las clases bajas se vieron perjudicadas por este plan. Además, México se convirtió en el único país de Latinoamérica que pidió la representación de un monarca europeo aunque se independizara de la Corona española.

¿En qué consiste?

El Plan de Iguala consistió en declarar, de manera definitiva, la independencia de México del control de la Corona española. El documento oficial del Plan de Iguala estuvo basado en varios atributos sociales que tenía México para la época y en algunos antecedentes ocurridos antes de 1821.

Por ejemplo, una de las características principales era la conservación del sistema de castas establecido durante el dominio español. Este sistema quería ser retenido por los conservadores, quienes pertenecían a las clases más altas y se veían beneficiados por su imposición.

Además, el plan independentista estuvo apoyado por más de 10 años de guerra civil ocurridos dentro de México, la cual comenzó en 1810 con el aclamado “Grito de Dolores” de Miguel Hidalgo. Durante este tiempo se había luchado, sin éxito, por la libertad del país.

Las clases más altas de México se unieron para proclamar el Plan de Iguala en 1821. El encargado de hacerlo fue Agustín de Iturbide.

Maniobras de Agustín de Iturbide

Durante una gran parte de la segunda década del siglo XIX, varios sectores de México habían luchado por la independencia del país. Sin embargo, la única persona de autoridad en entender el verdadero problema del país fue Agustín de Iturbide.

Iturbide se dio cuenta de que los peninsulares, quienes obtenían muchos beneficios de Europa, eran los principales “enemigos” de todas las clases proindependentistas de México.

Por tanto, realizó un documento que aseguraba que todas las personas debían ser juzgadas por igual y todos, sin excepción, pasarían a ser ciudadanos de México.

Además, Iturbide se reunió con otros líderes del movimiento insurgente y les explicó algunos beneficios fundamentales de su separación de España. Uno de estos era la debilidad que estaba sufriendo el ejército de la Corona, tras años de lucha armada contra Francia.

Al no recibir una fuerte oposición militar por parte de los europeos, lograr la independencia debía resultar mucho más sencillo, según las ideas de Iturbide. Ambos bandos de la resistencia mexicana, con ideologías distintas, se unieron en el pueblo de Iguala para firmar el documento y unificar sus ejércitos.

Este nuevo ejército independentista expulsó a lo que quedaba de las fuerzas españolas en México. El emisario español Juan O’Donojú firmó el documento, lo que dio legalidad escrita a la independencia de México.

Grito de Dolores

Para el momento de la firma del Plan de Iguala, México había sufrido una guerra de más de 10 años, iniciada por el padre Miguel Hidalgo con su famoso “Grito de Dolores”. Este fue el grito de guerra de los mexicanos durante la guerra, pero su origen se remonta a 1810.

Originalmente, Miguel Hidalgo había formado parte de un complot contra la Corona española, pero este fue aplacado. Sin embargo, el padre actuó inmediatamente, armando al pueblo y pidiendo que se alzaran contra el yugo español.

Se dice que Hidalgo dio uno de los discursos más inspiradores en la historia de México y, probablemente, el más importante. Este sirvió para inspirar a los civiles, quienes se alzaron junto al sacerdote en lo que fue uno de los antecedentes de la independencia de México.

Los ejércitos de civiles estaban poco organizados, lo que conllevó a una serie de acciones imprudentes que no permitieron alargar la vida del movimiento independentista.

El padre fue capturado y ejecutado poco después, en 1811. Sin embargo, las repercusiones sociales y políticas del alzamiento civil armado fueron grandes, y significaron el inicio de una década de conflictos armados dentro de México en búsqueda de la independencia.

Sistema de castas

Cuando México formaba parte de Nueva España, la dependencia colonial de la Corona española, existía un sistema de castas que funcionaba tal como le convenía al país europeo. Las personas más privilegiadas eran los españoles nacidos en Europa, a quienes se les refería como “blancos peninsulares”.

Por otra parte, y como era costumbre en la mayoría de las naciones coloniales, las personas menos privilegiadas del país eran aquellas que tenían descendencia africana (en su mayoría, esclavos).

Los otros habitantes mexicanos, quienes eran los indígenas locales y los españoles nacidos en México, ocupaban los dos escalafones centrales del sistema de castas.

En la sociedad mexicana de Nueva España, la única manera de decidir el lugar de la sociedad al cual una persona pertenecía era mediante su color de piel y lugar de nacimiento. No existía un sistema de clases sociales moderno; escalar en el sistema de castas era prácticamente imposible.

Objetivos del Plan de Iguala

El Plan de Iguala tenía como principal objetivo la independencia de México. Sin embargo, en el documento se establecieron otros puntos adicionales, los cuales sirvieron para sentar las bases de los principios por los que se rigió México como nación independiente.

Los tres objetivos principales del plan —los cuales hicieron que pasara a la historia como “El Plan de las Tres Garantías”— son:

Independencia inmediata de México

La firma del documento cumplía con el objetivo principal de independizar a México de todo control político externo. Según este documento, los mismos mexicanos debían ser los responsables de ejercer la autoridad política del país, dejando por fuera cualquier influencia del virreinato de Nueva España.

Como el documento fue firmado por los conservadores, la independencia no significaba directamente un desligue total de la Corona española. De hecho, se invitaba a algún monarca europeo a hacerse con el reinado de México que, si bien independiente, se iba a mantener funcionando como monarquía.

Los conservadores mexicanos incluso invitaron al mismo Fernando VII, el rey de España, a ejercer controles monárquicos sobre el país.

Sin embargo, mientras se decidía quién iba a ejercer el poder de la nueva monarquía, los conservadores llamaron a formar una junta de gobierno. Esta junta tuvo la responsabilidad de gobernar el país mientras se calmaban las aguas de la reciente independencia.

La junta de gobierno pasó a redactar una nueva Constitución, en la cual se confirió por primera vez en la historia el nombre oficial de “Imperio mexicano” al recién independizado país.

Religión oficial del país

El segundo punto establecido por el documento convirtió a la religión católica como la única y oficial religión del Estado mexicano. Esto era parte del plan de los conservadores para no quitarle el poder a la Iglesia católica.

De hecho, mediante el Plan de Iguala se le aseguró a la Iglesia que esta podía mantener todas sus tierras en México. Ningún fuero de la Iglesia iba a ser alterado por el Estado.

Estas medidas sirvieron además para obtener mucho más apoyo por parte del clero en lo que respectó al movimiento independentista de los conservadores.

Unión de todos

El Plan de Iguala se basó en la manifestación de unión como principal característica social. Tras la firma del documento, todas las personas que habitaran en México pasaron a convertirse en mexicanos, sin importar su lugar de origen.

Esta unión incluyó a todos los españoles e incluso a los africanos. El Plan de Iguala no solo les pasó a garantizar la ciudadanía mexicana, sino que también se prometió que todos serían juzgados bajo las mismas leyes.

Consecuencias del Plan de Iguala

Intentos de reconquista

Aunque España en teoría había reconocido la independencia de México mediante la firma de O’Donojú, el Congreso español se reunió en Madrid en 1822 y decretó que el documento independentista era inválido.

Como consecuencia de esto, la Corona española se negó a reconocer a México como nación independiente. El ejército español trató de reconquistar México en diversas ocasiones, desde 1822 hasta 1835. Ninguno de sus intentos fue fructífero.

En el momento de la reunión del Congreso en 1822, ya se había establecido el Primer Imperio mexicano, con Iturbide a la cabeza.

Primer Imperio Mexicano

El 27 de septiembre de 1821 el ejército de los independentistas (conocido como el Ejército de las Tres Garantías, en honor al Plan de Iguala), entró a Ciudad de México. Quien encabezó este ejército fue el mismo Agustín de Iturbide.

Aunque el Plan de Iguala planteaba la instauración de un monarca europeo, Iturbide tenía otra idea. Su plan era establecer una junta de gobierno, para luego ser nombrado él mismo emperador de México bajo un nuevo régimen monárquico.

El Congreso actuaba de manera independiente y muchos de sus integrantes veían favorable la instauración de una república. Sin embargo, Iturbide actuó rápidamente para evitar dicha proclamación.

Se le ofreció a España establecer una mancomunidad entre México y la Corona española, con Fernando VII como rey, pero con leyes distintas para ambos países. Sin embargo, como los españoles tenían como objetivo principal la reconquista de México, no aceptaron la oferta.

Iturbide hizo que sus tropas lo apoyaran públicamente para que fuese nombrado emperador, y su movida política funcionó a la perfección. Su ejército y sus seguidores lo siguieron hasta el Congreso, los legisladores fueron intimidados por tal presencia de personas y nombraron a Iturbide primer emperador de México.

Tratado de Santa María-Calatrava

El Imperio mexicano cayó poco después de su establecimiento (en 1823) como consecuencia de la falta de apoyo popular generado por los problemas económicos del país. México pasó a convertirse, por primera vez en su corta historia, en una república independiente.

Los españoles trataron de reconquistar el país por varios años, pero nunca lograron su cometido. En 1836 ambos países firmaron el Tratado definitivo de paz y amistad entre México y España, también conocido como el Tratado de Santa María-Calatrava.

Mediante este documento la Corona española pasó a reconocer a México como una nación independiente por primera vez, desde la declaración de independencia de 1821. Además, los españoles renunciaron a todas las pretensiones de poder que tenían dentro del territorio mexicano.

El acuerdo fue firmado por dos personas a quienes se les debe su nombre. El primer firmante fue Miguel Santa María, un diplomático mexicano que se encargó de representar al país norteamericano. El segundo firmante fue José María Calatrava, un jurista español que representó los intereses de España en el acuerdo.

Personajes principales

Agustín de Iturbide

Agustín de Iturbide era un jefe militar de los conservadores, a quien se le atribuye el haber logrado la independencia de México mediante el Plan de Iguala.

La labor que realizó al construir una coalición militar entre ambos bandos de independentistas sirvió para tomar Ciudad de México e independizar al país.

Fue nombrado emperador de México poco después de la toma de la capital, bajo el nuevo nombre de Agustín I. Además, se le acredita la creación de la primera bandera en la historia de México.

Juan O’Donojú

O’Donojú era un político español, a quien se le confirió el cargo de jefe político superior en el virreinato de Nueva España. Este cargo significaba el ejercicio de los deberes de virrey dentro del territorio controlado por España en América.

El virrey llegó a México en 1821 y se encontró con que todos los estados mexicanos (con excepción de Veracruz, Acapulco y Ciudad de México) estaban de acuerdo con la ejecución del Plan de Iguala.

Se reunió con Agustín de Iturbide y con Antonio López de Santa Anna. Firmaron el Tratado de Córdoba, el cual en realidad tenía los mismos principios que el Plan de Iguala con algunas modificaciones en lo que respectaba a la junta de gobierno.

Referencias

  1. Iguala Plan, Encyclopaedia Britannica, 1998. Tomado de britannica.com
  2. Plan of Iguala, Encyclopedia of Latin American History and Culture, 2008. Tomado de encyclopedia.com
  3. Grito de Dolores, Encyclopaedia Britannica, 2010. Tomado de britannica.com
  4. Juan O’Donojú – Spanish army officer, References of Encyclopaedia Britannica, (n.d.). Tomado de Britannica.com
  5. The First Mexican Empire, Mexican History Online, (n.d.). Tomado de mexicanhistory.org
  6. Agustín de Iturbide, Encyclopedia of World Biography, 2004. Tomado de encyclopedia.com