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Coatí: características, hábitat, alimentación, comportamiento


Coatí es el nombre común que recibe cualquiera de las especies que conforman los géneros Nasuella y Nasua, ambos integrantes de la familia Procyonidae. Así, los representantes de estos clados son el coatí andino (Nasuella olivácea), el coatí de cola anillada (Nasua nasua) y el coatí de nariz blanca (Nasua narica).

Una característica que distingue a este mamífero del Nuevo Mundo es su larga cola. Esta no es prensil y tiene un denso pelaje, marcado con anillos en color oscuro o más claros, dependiendo de la especie.

Este animal exhibe comportamientos diurnos. Así, están activos durante el día y descansan en la noche. Para dormir, prefiere lugares elevados, como el dosel de los árboles, donde construye el nido.

El coatí trepa con gran facilidad por los troncos, gracias a sus fuertes extremidades, sus poderosas garras y la cola, que equilibra los movimientos. Cuando desciende, puede hacerlo de cabeza. Esto lo logra debido a que sus tobillos tienen la capacidad de girar hasta 180°.

Con relación a su distribución, se extiende desde el suroeste de Estados Unidos hasta la zona norte de Argentina y Uruguay. En dichas regiones habita en diversos ecosistemas, como los bosques húmedos, matorrales secos, la cordillera andina y los bosques tropicales.

Índice del artículo

Características del coatí

Cola

Una de las características distintivas en todos los coatíes es su cola. Esta es larga, espesa y no es prensil. En cuanto al color, tiene un tono marrón, que resalta por las bandas horizontales que posee. Estas pueden estar bien definidas, tal como ocurre en sus parientes los mapaches, o podrían ser marcas tenues.

A menudo, el coatí mantiene la cola erguida. De esta manera, sirve como una señal, que guía y orienta a la manada para que se mantenga junta. Además, la cola contribuye a mantener el equilibrio, mientras camina y cuando desciende de los árboles.

Extremidades

El coatí camina con la planta de las patas, por lo que es un animal plantígrado. Posee garras afiladas, pero estas no son retráctiles. En cuanto a sus extremidades, son fuertes, y las utiliza para cavar y para escalar.

Las especies de ambos géneros, Nasuella y Nasua, tienen doble articulación en los tobillos, por lo que estos pueden girar más de 180°. Gracias a esta particularidad morfológica, dichos mamíferos pueden descender de los árboles con la cabeza hacia abajo.

Cabeza

Este animal tiene un hocico alargado y puntiagudo. Su nariz se encuentra ligeramente curvada hacia arriba. Además, esta es flexible, pudiendo girarla en cualquier dirección hasta en 60°. Este órgano olfatorio es utilizado para frotar algunas partes de su cuerpo y para empujar los objetos.

Con relación a la cabeza, es delgada y sus orejas son pequeñas. El coatí posee de 38 a 40 dientes, con unos caninos delgados, largos y afilados.

Tamaño

En este grupo de prociónidos, las hembras son más pequeñas que los machos. De manera general, la longitud del cuerpo varía entre 33 y 120 centímetros, incluyendo la cola. En cuanto al peso, oscila de 3,17 a 9 kilos.

No obstante, existen variaciones entre las especies. Así, el adulto del Nasua nasua mide de 41 a 67 centímetros, sin tomar en cuenta la cola. El macho alcanza un peso de 4,5 a 6 kilogramos, mientras que la hembra tiene una masa corporal de 3,5 a 4,5 kilogramos.

Con relación al Nasua narica, es el más grande de las tres especies de coatíes. Su longitud varía entre 60 a 70 centímetros, con una cola de 50 a 65 centímetros. Normalmente, el peso está entre 5 y 9 kilogramos,

El Nausella olivácea es el de menor tamaño. El peso promedio de este animal es de 3 kilogramos y mide de 36 a 39 centímetros, con una cola de 20 a 24 centímetros de largo.

Coloración

El color del pelaje presenta diferencias entre cada especie. Así, el coatí de cola anillada suramericano (Nasua nasua) exhibe un color marrón oscuro o rojizo, con el vientre más claro. Los anillos de la cola suelen ser blancos. Tiene marcas en la cara, ubicadas en las orejas, alrededor de los ojos y en el hocico. En cuanto a las patas, son negras.

El coatí de nariz blanca (Nasua narica), generalmente es rojizo, marrón oscuro o amarillento. Tiene los ojos enmascarados, mientras que la garganta, la barbilla y el hocico son de un tono gris claro.

En la cara posee manchas grises y negras, con una marca blanca en cada mejilla, arriba y debajo de cada ojo y bordeando el extremo del hocico. En cuanto a la cola, tiene anillos de color negro.

Con relación al coatí andino (Nasuella olivacea) tiene un pelaje que varía de rojizo a oliváceo. Su cola es amarilla grisácea, con anillos grises.

En el siguiente video se puede observar una familia de coatíes en su hábitat natural:

Comunicación

El coatí expresa su estado de ánimo por medio de vocalizaciones o de posturas corporales. Así, puede emitir diversos sonidos para transmitirle al grupo su temor o rabia, ante la amenaza de un depredador. También, mientras se asea, produce especies de canciones, que contagian al resto de la alegría que siente en ese momento.

En cuanto a las llamadas de contacto, son un conjunto de sonidos de tonos agudos y de baja intensidad. Generalmente son utilizadas cuando los miembros de la agrupación se dispersan.

Otra manera de comunicarse es empleando el chirrido. Estos son una serie de sonidos cortos, emitidos rápidamente. Son utilizados por los subadultos como una señal de agresión, que usualmente va seguida de una hostil persecución al intruso.

También, suelen vocalizar durante las peleas, a manera de amedrentamiento. Cuando el mamífero necesita reafirmar su dominio sobre el territorio, resoplar fuertemente, mientras mantiene su cola erecta.

Posiciones corporales

Los coatíes asumen posturas especiales, cuando necesitan expresar un mensaje. Así, una señal de sumisión consiste en esconder su nariz entre las patas anteriores. Contrariamente, para mostrarse agresivo, baja la cabeza, descubre los dientes y da un brusco salto hacia el enemigo.

Así mismo, durante una lucha, el mamífero puede elevar la nariz, extender el cuello, elevar la cola y mostrar sus dientes. Esta pose es conocida como nariz hacia arriba y puede ir acompañada de mordiscos, en caso de que el contrincante no se retire.

Por otra parte, las hembras amenazan y persiguen a los machos, durante el inicio de la temporada de apareamiento. También, las madres amedrentan a otras hembras, en el caso que estas se acerquen demasiado a sus crías.

Estado de conservación

Las poblaciones de las tres especies de coatíes presentan un importante decrecimiento. Esto es debido a diversos factores, entre los que se encuentran la caza indiscriminada y la degradación del ambiente.

Esta situación ha ocasionado que la UICN categorice al Nasua nasua y al Nasua narica dentro del grupo de animales con bajo riesgo de extinguirse. En cuanto al Nasuella olivácea, está en peligro de desaparecer de su hábitat natural.

Amenazas

Uno de los problemas que aqueja a este mamífero es su captura y venta como mascota. La situación se agrava porque un alto porcentaje de estos son jóvenes, afectando negativamente el proceso reproductivo. De esta manera, se pone en riesgo la supervivencia del animal.

Además, estos prociónidos son cazados furtivamente para comercializar su carne y la piel. También, son atrapados de manera accidental en trampas, destinadas a otras especies. Así mismo, pueden ser asesinados, producto de la colisión contra los vehículos, cuando estos animales intentan cruzar la carretera.

Por otra parte, existen campañas para controlar algunos depredadores, como el coyote. Una de las técnicas empleadas para asesinarlo es uso de veneno, sustancia que es consumida por el coatí, causando su muerte.

Las poblaciones de Estados Unidos están perdiendo la diversidad genética. Esto se encuentra relacionado con la fragmentación del hábitat, que ocasiona la pérdida de contacto con las comunidades que viven al sur de ese país.

Degradación del hábitat

El coatí se enfrenta a la destrucción de su hábitat natural, causada, entre otros factores por la deforestación y el cambio del uso de los suelos. Así, en diversas regiones andinas, el bosque nuboso es convertido en áreas agrícolas. En cuanto al área del páramo, el hombre está utilizando el terreno para cultivos de pino.

Debido a que algunas zonas de su distribución coinciden con áreas densamente pobladas, este mamífero puede ser cazado por los perros. Sumado a esto, dichos animales domésticos pudieran transmitirles enfermedades como la rabia y el moquillo canino, afecciones a las cuales los coatíes son altamente susceptibles.

Acciones

Las acciones van a depender de la región donde habite el coatí. Por ejemplo, en Nuevo México, el coatí de nariz blanca está considerado como una especie en peligro de extinguirse. Contrariamente, en Arizona, debido a su abundancia, puede ser cazado legalmente todo el año. Así mismo, en Honduras está incluido en el Apéndice III de CITES.

En cuanto al coatí de cola anillada, habita en algunas regiones protegidas de Colombia y Ecuador. No obstante, los expertos consideran necesario la identificación de las amenazas potenciales que existen dentro de su medio ambiente.

El coatí andino carece de registros confirmados sobre las áreas donde está protegido. En este sentido, la prioridad es determinar los problemas a que se enfrenta la especie. Así, se garantiza la planificación y ejecución de medidas conservacionistas efectivas.

Hábitat y distribución

Distribución

Los cusumbos, como también son conocidos, son mamíferos neotropicales, que se distribuyen desde el área suroeste de los Estados Unidos (Texas, Nuevo México y el sur de Arizona) hasta el norte de Uruguay y de Argentina.

Hábitat

De manera general, se encuentran extendidos en una gran diversidad de hábitats. Estos abarcan desde zonas áridas y cálidas, hasta los bosques húmedos de la Amazonia. También habitan en las laderas de las montañas de la cordillera andina, bosques ribereños, pastizales, bosques tropicales y matorrales.

Especies

Nasua nasua

Esta especie se localiza en Suramérica, desde Colombia y Venezuela hasta las regiones del norte de Argentina y Uruguay. En Venezuela, está ausente en los pastizales de las regiones de los Llanos. El coatí sudamericano ha sido introducido en Chile, en la isla Robinson Crusoe, que forma parte del archipiélago de Juan Fernández.

En cuanto al hábitat, prefiere los de tipo forestal, que se encuentren en elevaciones de hasta 2.500 metros. Así, vive en bosques de hoja perenne, bosques lluviosos caducifolios, bosques de galería ribereña, bosque de matorral seco y chaco xérico.

Nasua narica

El coatí de nariz blanca se extiende desde el sur de Nuevo México y Arizona, a través de México hasta Panamá. En este rango está excluido la región de la Sierra Madre Central y Baja California. También, puede encontrarse en la zona oeste de los Andes suramericanos, especialmente en Colombia.

Dicha especie se adapta fácilmente a diversos ambientes. Sin embargo, generalmente se localiza en bosques abiertos y tropicales. En Nuevo México y Arizona, el Nasua narica se encuentra en los bosques de roble y en bosques de pino.

En cuanto al suroeste de Estados Unidos, este animal habita en cañones ribereños, con alturas entre 1.400 y 2.300 msnm. Pocas veces es avistado en desiertos o praderas abiertas.

Nasuella olivacea

Este mamífero es endémico de la zona andina de Ecuador y Colombia, aunque eventualmente puede encontrarse en Perú. En estas regiones, vive en el páramo de los Andes y en los bosques nubosos, en alturas de 1.300 y 4.260 msnm. El coatí andino también habita en los bosques fragmentados que bordean Medellín y Bogotá, en Colombia.

Taxonomía y subespecies

Taxonomía

-Reino: Animal.

-Subreino: Bilateria

-Filum: Cordado.

-Subfilum: Vertebrado.

-Infrafilum: Gnathostomata

-Superclase: Tetrapoda.

-Clase: Mamífero.

-Subclase: Theria.

-Infraclase: Eutheria.

-Orden: Carnivora.

-Suborden: Caniformia.

-Familia: Procyonidae.

Género: Nasua

 Especie: Nasua narica

Subspecies Nasua narica molaris, Nasua narica narica, Nasua narica yucatanica y Nasua narica nelsoni,

Especie: Nasua nasua

Subespecies: Nasua nasua aricana, Nasua nasua vittata, Nasua nasua boliviensis, Nasua nasua spadicea, Nasua nasua candace, Nasua nasua solitaria, Nasua nasua cinerascens, Nasua nasua quichua, Nasua nasua dorsalis, Nasua nasua nasua, Nasua nasua manium, Nasua nasua montana y Nasua nasua molaris,

Género: Nasuella

Especie: Nasuella olivacea

Subespecies: Nasuella olivacea meridensis, Nasuella olivacea quitensis y Nasuella olivacea olivácea.

Alimentación

El coatí es un animal omnívoro. Este prociónido pasa gran parte del día buscando sus alimentos. Generalmente lo hace en el suelo, aunque también pudiera explorar en los árboles.

Su alimentación se basa en insectos y sus larvas, arañas y otros invertebrados. De manera ocasional, suele comer pequeños vertebrados, como roedores, lagartos, pequeñas aves y sus huevos. También, come serpientes, huevos de cocodrilos, ardillas y hasta zorrillos.

Dicha dieta suele complementarla con bellotas, bayas, uvas silvestres, higos, frutas de cactus, raíces, frutas de la estación, semillas y tallos de agave.

Modificación de la dieta

Este animal puede habitar en zonas urbanas o en áreas cercanas a estas. Por consiguiente, se ha convertido en un experto explorador de los alimentos que se encuentran depositados en los contenedores de basura. Además, con frecuencia, el hombre le ofrece comida industrializada, como galletas, pan, jugos de frutas y galletas, entre otros.

De esta manera, la sustitución de la dieta natural por alimentos procesados inapropiados trae como consecuencia un déficit nutricional. Además, el consumo de comida adulterada, dañada o mal conservada, contenida en los depósitos de desechos, podría alterar la adecuada función gastrointestinal.

También, puede haber daños importantes en el sistema inmunológico, ocasionando graves problemas en el estado del animal. Esta situación se agrava por la ingesta de materiales no digeribles, como el papel de aluminio y los envoltorios plásticos.

Métodos alimenticios

Los grupos de coatíes forrajean de manera estructurada, considerando sus edades y etapas de desarrollo.

Así, los subadultos y los adultos se distribuyen alrededor de la periferia, mientras que los juveniles se reúnen en el centro. De esta manera, realizan una vigilancia compartida del área. Este comportamiento también contribuye a la sociabilidad de los miembros de la manda.

Por otra parte, cuando la hembra logra ingresar a la manada, disminuye el tiempo que dedica a la vigilancia del entorno, para ocupar gran parte de su tiempo en explorar activamente el terreno y encontrar así su alimento.

Para localizar su comida, el coatí utiliza su agudo sentido del olfato. Su particular nariz, que puede mover como lo hace el cerdo, la emplea para remover hojas, tierra y pequeñas piedras. De esta manera puede capturar algunos pequeños insectos, mientras está en búsqueda de semillas o raíces.

Por otra parte, este mamífero usa las fuertes y curvas garras de las patas anteriores para cortar los troncos o cavar en el suelo.

Reproducción

En el coatí, la hembra se vuelve sexualmente madura cuando alcanza los 2 años de edad. En cuanto al macho, puede aparearse a los 3 años. En este momento se vuelve solitario y solo formará pareja para copular.

La época de reproducción está asociada con el inicio de la temporada lluviosa. Esto se debe a que durante dicha estación existe una máxima disponibilidad de alimentos, especialmente de frutas.

Al inicio de la temporada de apareamiento, el macho adulto se dirige a la manada de hembras y jóvenes, donde es aceptado. Una conducta reproductiva muy particular entre los coatíes es que la hembra muestra hostilidad hacia el macho, quien generalmente asume conductas de subordinación hacia esta.

Cortejo y copulación

Con relación al cortejo, el macho suele perseguir a la hembra. No obstante, frecuentemente es la hembra la que inicia el acercamiento. Así, se acerca al macho, estableciendo suaves contactos con este. Además, suele presentarle el área anogenital, para que este capte las señales químicas propias del estro.

El celo de la hembra se produce entre finales del invierno y los primeros días de la primavera. Algunos de los signos del estro son los genitales inflamados, el incremento de las interacciones para el aseo corporal y el aumento de las marcaciones de olor en el terreno.

Luego de reconocerse mutuamente, la pareja está lista para copular, acto que se lleva a cabo en el suelo. En los coatíes existe un sistema poligínico, donde los machos pueden aparearse con varias hembras.

Durante la copulación, que dura alrededor de siete minutos, el macho muerde repetidamente a la hembra, especialmente en los momentos cuando esta trata de escapar.

Gestación y crianza

La hembra gestante se separa del grupo y se dedica a descansar. Sin embargo, primero construye el nido, en un área protegida y que tenga fácil acceso para buscar comida. Así, puede escoger algún nicho rocoso o en las ramas de un árbol.

Con relación a la gestación, dura alrededor de 11 semanas. Una vez transcurrido este tiempo, nacen entre 2 y 7 crías. Cuando los juveniles tienen de 5 a 6 semanas, estos y su madre se unen a la manada. Generalmente son bien acogidos por los miembros del grupo, aunque las hembras sin crías pudieran mostrar poca aceptación.

Debido a esto, la madre suele exhibir cierta hostilidad temporal hacia estas hembras. Un comportamiento contrario ocurre entre las hembras adultas con descendencia, que dan señales de comportamientos cooperativos con las nuevas crías.

No obstante, la madre es la que asume casi completamente la responsabilidad de la crianza del joven.

En este video se puede observar una familia de coatíes recién nacidos en un nido de Sudamérica:

Comportamiento

El coatí es de hábitos principalmente diurnos, a diferencia de la gran mayoría de especies de la familia Procyonidae que están activos en la noche.

Cuando el animal se siente amenazado o para contrarrestar la embestida de un depredador, se convierte en un feroz luchador. En los combates, el coatí se defiende utilizando sus afilados caninos y su fuerte mandíbula. También, puede propiciar patadas contundentes, que derriban o desestabilizan al enemigo.

Una conducta propia de estos mamíferos es frotar su pelaje, y el de otros miembros de su grupo, con la resina de los árboles, especialmente con el Trattinnickia aspera. La razón de esto podría estar relacionada con el efecto fungicida, las propiedades repelentes contra los insectos o como una forma de marca de olor.

Grupo social

Durante gran parte de su vida, este mamífero es gregario, no obstante, los machos y las hembras tienen temporadas donde exhiben conductas solitarias.

Los grupos sociales están compuestos por hembras adultas, de dos años o más, subadultos, entre 1 y 2 años y jóvenes de ambos sexos menores de un año. Cuando el macho está maduro sexualmente, alrededor de los dos o tres años de vida, es excluido del grupo, adoptando un estilo de vida solitario.

Entre los miembros de la agrupación se establecen diversos vínculos. Uno de estos surge del aseo mutuo, que además es una conducta beneficiosa para ambos coatíes. Los expertos señalan que la carga de ectoparásitos, como la garrapata, es mucho menor entre los integrantes de la agrupación que en los machos solitarios.

Referencias 

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  3. Smith, Harriet Jane. (1951). Social behavior of the coati (Nasua narica) in captivity. Recuperado de ist.psu.edu.
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