17 técnicas de estudio para primaria, ESO y bachillerato
Aprender técnicas de estudio ya seas niño, adolescente o adulto es fundamental para aprender mejor y más rápido, y por supuesto para tener éxito en los exámenes. Te explicaré métodos que sirven para primaria, la ESO o bachillerato; pero si no has aprendido este tipo de técnicas antes, también te ayudarán si estás en la universidad o estás estudiando oposiciones. Si las conviertes en un hábito y además estudias de la forma correcta, verás grandes resultados.
A veces pensamos que estudiar mucho significa estudiar mejor, adquirir más conocimientos y conseguir resultados académicos más altos, sin embargo esto no es del todo así. Evidentemente cuantas más horas invirtamos en estudiar más tiempo le daremos a nuestro cerebro para adquirir conocimientos, pero esto no nos garantiza un mejor resultado.
Como prácticamente todo en la vida, lo realmente importante no es lo que hacemos sino el cómo lo hacemos. Así pues, si tus resultados académicos no son todo lo buenos que desearías o notas que te cuesta adquirir conocimientos formúlate esta pregunta: ¿estoy estudiando bien?
Índice del artículo
- 1 Técnicas de organización del estudio
- 2 Técnicas de lectura
- 3 Técnicas para mantener la concentración
- 4 Técnicas para tomar apuntes
- 5 Técnicas para memorizar
- 6 Técnicas para antes de los exámenes
- 7 Referencias
Técnicas de organización del estudio
– Ponerse objetivos
El primer requisito para que tu estudio sea productivo es que este contenga una estructura. Nunca estudiarás de forma adecuada si lo haces sin ningún tipo de organización y si vas leyendo y mirando cosas sin ningún orden.
Así pues, antes de empezar organiza la materia que vas a estudiar, qué tienes que aprender y cómo lo vas a hacer. Para ello la mejor técnica es ponerse objetivos.
Por ejemplo: durante esta semana tengo que estudiarme el tema 4 entero, por lo que hoy estudiaré las primeras 5 páginas hasta que me las sepa perfectamente, mañana las 5 siguientes y el jueves las 5 últimas.
Con esta simple organización del tiempo y del contenido, tu estudio ya adquirirá un sentido, un propósito y sabrás qué es lo que tienes que aprender.
Si tu ritmo de estudio es lento o necesitas más tiempo del previsto para aprender algunos aspectos no pasa nada, adapta los objetivos a tus capacidades, hazlo más poco a poco si así lo requieres pero hazlo de una forma organizada.
– Concentración previa
Una vez tengas bien organizado el tiempo y el contenido de estudio, lo siguiente que debes hacer es prepararte a ti mismo. Y eso no es otra cosa que asegurarte de que tienes la concentración necesaria para que cuando empieces a estudiar no tengas tu mente pensando en otras cosas y estés realmente atento a lo que estás haciendo.
Para ello lo primero que deberás hacer es crearte tu espacio de estudio. Intenta tener un espacio ordenado, limpio, silencioso y en el que no haya elementos que te puedan distraer con facilidad como el móvil, internet, televisión, etc.
Así mismo, es necesario que en ese momento estés tranquilo, relajado y que no estés pensando en otras cosas.
Si en el momento en el que te dispongas a estudiar estás nervioso o inquieto, dedica unos minutos a tranquilizarte y acomodarte.
Técnicas de lectura
– Prelectura de ampliación
Cuando empieces a estudiar no lo hagas “a lo loco” y sigue una metodología concreta. Para empezar, lo más útil es realizar una prelectura de ampliación. Consiste en leer de forma general y más o menos rápida todo el contenido que quieres estudiar durante el día sin prestar mucha atención en los detalles.
Este ejercicio es ideal para que subrayes las cosas más importantes que vayas leyendo y que vayas adquiriendo un significado general del temario.
El objetivo es que esta lectura te proporcione un conocimiento amplio de todo lo que aprenderás con detalle posteriormente, puedas subrayar los aspectos más importantes y hacerte una idea de todo lo que tendrás que estudiar.
Si mientras haces esta lectura hay algún apartado o detalle que no entiendes a la perfección no pasa nada, déjalo pasar, ya tendremos tiempo luego para detenernos a examinarlo.
De esta forma, con relativamente poco tiempo ya tendremos una idea sobre todo el temario y nos será más fácil hacer la lectura más profunda que haremos a continuación.
– Lectura comprensiva
Una vez tengas la lectura general realizada tendrás que pasar a hacer una lectura comprensiva. La lectura comprensiva, como su propio nombre indica, tiene que permitirte comprender todos los conceptos que contenga el temario.
Así pues, esta lectura debe ser más lenta que la anterior, parando y examinando esas partes que te cueste más comprender y asegurar que no queda ningún aspecto por repasar.
¡Pero ojo! Que lo entendamos todo no significa que lo tengamos que memorizar todo.
Con esta lectura el objetivo es comprender no memorizar, ya que si intentamos memorizarlo todo de golpe nos será imposible.
Así pues, esta lectura nos servirá para que nos quede todo el temario claro y para evidentemente, aprender varias cosas sobre lo que estamos leyendo, pero no es necesario recordarlo todo, esto lo haremos a continuación.
– Análisis de la información
Una vez comprendida toda la información debemos pasar a analizarla. Esto consiste en mirar qué es lo que hay en ese temario que acabamos de leer.
¿Hay mucha información o poca? ¿Donde están las cosas más importantes? ¿Cuáles son las partes claves que me tengo que aprender?
Analiza el texto y marca las partes más importantes, poniendo números, apartados o subapartados, y escribiendo ideas clave al lado cada apartado.
De esta forma, la próxima vez que leas el texto tendrás la información mucho más clara, sabrás cuales son las partes más importantes y adquirirás el significado de cada apartado más fácilmente.
Técnicas para mantener la concentración
– Estudia con energía y sin hambre
Tener hambre hará que estés distraído y sin energía, haciendo mucho más difícil la concentración. Por ello, es muy importante que hayas desayunado o comido antes de comenzar a estudiar.
Entre otros alimentos, las almendras y las frutas son buenas opciones.
– Alterna los lugares de estudio
Si alternas los lugares donde estudias mejorarás la atención y la retención del aprendizaje. Además, estudiar durante semanas en un mismo lugar puede llegar a ser fatigoso y aburrido.
Alternar entre diversas bibliotecas o salas de estudio y tu casa es una buena opción.
– Intenta interesarte por lo que estudias
Si tienes asco a lo que estas estudiando avanzarás como una hormiga.
Pero si tienes un auténtico interés, no te costará esfuerzo estudiar. Será como pasar tiempo libre informándote sobre lo que te gusta.
Técnicas para tomar apuntes
– Realiza tus propios apuntes
Aunque el temario que tengas sea muy bueno, con toda la información completa y con una buena estructura, siempre es recomendable que tus apuntes los hagas tú mismo.
Así pues, en este momento deberías tomar el texto que ya está subrayado, organizado y con ideas clave y conceptos importantes marcados, y empieces a redactar tus propios apuntes.
Es importante que los apuntes que realices adquieran la forma de resumen, por lo que deben ser más cortos que el texto original, aunque sin dejar de apuntar ningún aspecto importante de la lectura.
Lo puedes hacer a mano o a ordenador. Si lo haces a mano te asegurarás memorizar un mayor número de cosas mientras transcribas el temario a tus apuntes, sin embargo si el temario es muy extenso puede no salirte rentable, así que debes decidir tú mismo qué modalidad te podrá ir mejor.
Síntesis
Cuando tengas tu resumen hecho ya tendrás el material necesario para poder memorizar al detalle, sin embargo si lo sintetizas más aprenderás un mayor número de cosas y con menos tiempo. Así pues, haz un “resumen del resumen”.
Según el temario que tengas te será más útil hacer un resumen con la misma forma que el anterior, un esquema o tablas con contenido.
Aquí no hay uno que vaya mejor que otros sino personas que prefieren realizar un tipo de síntesis o temarios que son más fáciles de sintetizar de una forma que otra.
Debes elegir qué forma te irá mejor y te será más útil, lo importante es que queden todas las cosas bien sintetizadas.
Técnicas para memorizar
– Mapas mentales
Otra técnica eficaz para realizar después de haber sintetizado toda la información son los mapas mentales. Un mapa mental es un diagrama en el que apuntas las palabras claves que te permiten comprender y memorizar todo el contenido del temario.
Por ejemplo, el mapa mental de este artículo sería:
– Técnica de la asociación
Esta técnica es excelente para aprender nombres, datos y en general cualquier cosa que tengas que memorizar. Consiste en que asocies lo que tienes que aprender con algo llamativo o que ya conoces bien.
Por ejemplo; si quieres aprender que la dopamina es un neurotransmisor del sistema nervioso central, podrías imaginar “una mina de oro que está en el centro de un país”.
Si tienes que aprender nombres difíciles (como en medicina, fisiología, farmacia, biología…) te resolverá un gran problema y los recordarás con facilidad.
Puedes aprender más de ella en este artículo.
– Escribir para memorizar
Si haces los apuntes a mano retendrás un mayor número de información ya que la escritura favorece a la memorización.
Así pues, toma esos conceptos clave de la materia estudiada que sean realmente importantes y que te cueste memorizar y escríbelas una y otra vez. No obstante, si no te gusta escribir y te resulta aburrido, no es aconsejable que utilices esta técnica, ya que puede que asocies el estudio al aburrimiento.
– Hablar para memorizar
Si al intentar memorizar una cosa además de pensarla, la decimos en voz alta y por lo tanto la escuchamos, nuestra capacidad de retención será mayor.
Así pues, al igual que en el paso anterior dedícate a repetir en voz alta esos conceptos que te cuesten memorizar
– Dibujar para memorizar
Si al lado de los conceptos hacemos un dibujo entrará en juego nuestra memoria visual, la cual reforzará a la memoria verbal que está trabajando.
Dibuja algo relacionado con el concepto que te cuesta recordar y lo memorizarás más fácilmente.
– Hacer tests
Una técnica que ayuda muchísimo a aprender y sobre todo a consolidar el aprendizaje de una forma global, es la realización de tests. Si tienes exámenes o tests disponibles sobre la materia que estés estudiando no dudes ni un instante en tomarlos y realizarlos.
Al hacer exámenes de prueba cambias tu forma de memorizar, ya que no recordarás a través de las partes con las que has estado estudiando, sino que lo harás de una forma global, que por otro lado será el tipo de recuerdo que se te requerirá en el examen.
Técnicas para antes de los exámenes
– Haz ejercicio o da paseos antes de los exámenes
No tienes que estar amargado, triste o nervioso antes de los exámenes. Si has estudiado con antelación deberías ir con seguridad y con tranquilidad. Estar nervioso solo hará que olvides más fácilmente lo que has aprendido.
Por tanto, intenta relajarte antes de los exámenes; con ejercicio físico, dando paseos, estando con tus mascotas o amigos, etc. Estudiar justo antes de un examen no sirve para nada en la mayoría de veces.
Referencias
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- Clariana, M. (2000) Ensenyar i apendre. Bellaterra: Serveis de Publicacions de la UAB.
- Coll, C.; Palacios, J y Marchesi, A (Eds) (2001). Desarrollo Psicológico y Educación. 2. Psicología de la Educación Escolar. Alianza Editorial.
- Sternberg, Robert, J; Wendy W. Williams. (2002). Educational Psychology. Boston [etc.] Allyn and Bacon cop.
- Pintrich, P. R. y Schunk, D. H. (2006). Motivación en contextos educativos. Teoría, investigación y aplicaciones. Madrid: Pearson. Prentice Hall.
- Pontecorvo, C. (2003). Manual de psicología de la educación Editorial Popular.
- Trianes, M.V. y Gallardo, J.A. (Coord.) (2004). Psicología de la educación y del desarrollo en contextos escolares. Madrid: Pirámide.
- Woolfolk, A. (2006). Psicología Educativa. Pearson Education. México.