Función emotiva del lenguaje: características y ejemplos
La función emotivadel lenguaje, también conocida como función expresiva o sintomática, es la manifestación del lenguaje que usan las personas cuando quieren hablar sobre sus estados de ánimo. Es decir, es la capacidad que tiene el ser humano de exponer sus pensamientos y emociones a través de las palabras.
Esto sucede, por ejemplo, cuando las personas se lamentan por haber perdido a un ser querido o cuando deciden contarles sus experiencias a sus familiares o amigos. El elemento más importante de la función emotiva es el emisor (sujeto que transmite un mensaje), ya que es el encargado de comunicar sus preferencias, sensaciones, prejuicios y deseos.
Cabe acotar que, al momento de contar sus sentimientos, las personas pueden recurrir a la risa, el llanto, los movimientos de las manos o el desplazamiento de la mirada. Estos hechos demuestran que los gestos y el tono de voz son significativos porque incrementan el efecto de los mensajes.
Por ejemplo, si una persona dice “qué bien me siento hoy” y sonríe, entonces se puede pensar que su actitud es positiva; pero si comenta “qué difícil es la vida” y desvía la mirada, es porque está manifestando algún malestar emocional. Por ello se afirma que la función emotiva se caracteriza por ser subjetiva, pues cada frase transmitida es personal.
No obstante, es conveniente mencionar que la función emotiva del lenguaje va más allá de los encuentros personales. Esto es porque las personas también utilizan las cartas y las redes sociales como medio de comunicación, donde las oraciones exclamativas e interjecciones (palabras cortas) son los recursos que se emplean para expresar disgusto, tristeza o felicidad.
Índice del artículo
- 1 Características de la función emotiva
- 2 Otros elementos importantes
- 3 Ejemplos de usos de la función emotiva
- 4 Temas de interés
- 5 Referencias
Características de la función emotiva
Cuando el lenguaje se emplea de manera emotiva, cuenta con los siguientes elementos o características:
– Emplea aumentativos y diminutivos en las palabras
Es cuando el emisor modifica el sentido de las palabras agregándoles sufijos para expandir o minimizar sus significados. Generalmente, las personas incrementan el valor de las palabras por sorpresa o admiración y la disminuyen en sentido despectivo, como se verá con las siguientes frases:
– ¡No solo fue un juego, sino un partidazo! En esta frase se expresa que un partido deportivo fue muy bueno, tanto que no debería olvidarse fácilmente.
– Aquel hombrecito piensa que tiene la razón. En este caso, el término hombrecito puede indicar que la persona no es del agrado de los demás.
– Utiliza las oraciones exclamativas
En la comunicación escrita se usan los signos de exclamación para transmitir los sentimientos del emisor. Es decir, estas oraciones representan el tono de voz que emplean las personas cuando se emocionan. Por ejemplo:
– ¡Cuánto te extraño!
– ¡Felicidades!
– ¡Qué bonito verte!
– ¡Ojalá le vaya bien!
– ¡Ya no puedo más!
– Emplea las interjecciones
Son las expresiones que muestran las reacciones espontáneas del emisor, entre ellas resaltan: ay, oh, guao, uy, eh y ah:
– Ay, qué dolor de cabeza tengo.
– Uy, esa herida debe doler.
– Guao, aún me cuesta creerlo.
– Ah, qué bueno.
– Oh, es un detalle maravilloso.
Otros elementos importantes
De igual forma, para expresar sus emociones los seres humanos suelen enfocarse en los siguientes elementos del lenguaje:
– Primera persona del singular (yo) y sus verbos
Cuando el emisor utiliza la primera persona del singular es porque está hablando sobre sí mismo: comenta cuáles son sus intereses, pasiones y frustraciones. En este caso, los verbos más empleados son: soy, voy, sé, siento, veo, digo, fui, corro, camino, estoy y miro. Así se aprecia en los siguientes ejemplos:
– No estoy cómoda con este proyecto.
– Creo que nada me ha salido bien en los últimos días.
– Yo veo el futuro con optimismo.
– Me siento satisfecho con el resultado de la prueba.
– Sé que todo me saldrá bien.
– La tercera persona (él, ella, ellos) y sus verbos
El emisor no solo utiliza la primera persona verbal, también emplea la tercera tanto en plural como en singular. Es preciso mencionar que cuando una persona usa la tercera persona en sus oraciones no es únicamente para referirse a alguien más, sino que puede señalar el paisaje, algún animal o un tema específico.
Por ejemplo: Qué maravillosa está la noche; ahora la política es un desastre; esa mujer me tiene loco. Las dos primeras frases muestran como –a través de los verbos está y es– el emisor habla sobre aspectos que no lo incluyen directamente (la noche y la política), pero de los que tiene una opinión definida.
En cambio, la última frase detalla como una persona externa al emisor (esa mujer) lo conmueve. Esto se observa mediante el pronombre (ella) y el verbo (tiene).
Ejemplos de usos de la función emotiva
En las siguientes líneas se expondrán dos ejemplos sobresalientes de la función expresiva del lenguaje:
– Solicitud de matrimonio en un juego de béisbol
En noviembre del año 2019 –al finalizar el partido entre las Estrellas y las Águilas, equipos mexicanos–, un hombre se arrodilló ante su novia para pedirle que se casara con él. Lo fundamental de este suceso es que utilizaron algunas oraciones que son esenciales para explicar cómo se manifiesta la emotividad a través de la comunicación escrita y oral:
– La primera estaba expuesta en una pancarta que llevaba el joven, donde se leía: “No me imagino la vida sin ti, ¿Quieres compartir tu mundo con el mío?” Mientras que su discurso oral fue: “Qué triste que el equipo haya perdido, pero qué felicidad tenerte conmigo”. Ambas oraciones muestran un interés particular: que la solicitud de matrimonio fuese exitosa.
– Otra reacción importante fue la de la dama, quien entre risas y lágrimas respondió: “sí, porque yo tampoco me imagino la vida sin ti”. Tanto las frases de él como la de ella revelan alegría y un deseo preciso: estar juntos.
De esa manera se observa que la función emotiva del lenguaje está presente en cada instante de la vida, ya que las personas expresan sus sentimientos e ideas diariamente, sea en los espacios públicos o privados.
– ¡Caracas aclama a Fidel Castro!
Este es el título de un artículo periodístico que se publicó en Caracas en 1959, año en el que Fidel Castro visitó la ciudad. Este artículo es relevante porque reúne las opiniones que tuvieron los caraqueños de la época sobre el político cubano. Vale destacar que cada testimonio refleja una función emotiva determinada:
– Ojalá no hubiera venido nunca, solo destruye más el país. Exhibe rechazo.
– Él es el presidente que necesito. Revela respeto.
– Es un representante digno, yo espero ser así. Muestra admiración.
– Su ideal es un engaño, no puedo creer en él. Manifiesta desconfianza.
– Su figura debe ser exaltada, como la de todos los héroes. Expresa adoración.
Temas de interés
Función metalingüística del lenguaje.
Función estética del lenguaje.
Función referencial del lenguaje.
Función persuasiva del lenguaje.
Referencias
- Aranguren, E. (2014). ¿Qué es la función expresiva del lenguaje? Recuperado el 28 de abril del 2020 de euphoniaediciones.com
- Imaginario, A. (2018). Función expresiva o emotiva. Recuperado el 28 de abril del 2020 de significados.com
- Morales, A. (2016). Funciones del lenguaje. Recuperado el 28 de abril del 2020 de todamateria.com
- Peters, L. (2005). About the expressive function of language. Recuperado el 29 de abril del 2020 de harvard.edu
- Rosales, B. (2018). Titulares periodísticos del siglo XX. Recuperado el 28 de abril del 2020 de anhvenezuela.org.ve
- Santiago, C. (2019). Hombre le pide matrimonio a su novia. Recuperado el 29 de abril del 2020 de diariolibre.com
- Villoria, M. (2008). Función apelativa y emotiva. Recuperado el 29 de abril del 2020 de clenguas.ual.es