Mostaza: características, hábitat, cultivo, cuidados, enfermedades
La mostaza (Sinapis alba) es una especie cultivada y silvestre perteneciente a la familia Brassicaceae. Se conoce comúnmente como mostaza blanca, mostaza amarilla, ajenabo, jenabe, mostacilla pilosa.
Esta especie es una planta herbácea anual que mide de 30 hasta 90 cm de alto, tallos con forma angular, estriados y con una cobertura de tricomas rígidos que le dan una textura áspera. Las hojas tienen pecíolo y son muy lobuladas, sobre todo las inferiores, mientras que sus márgenes son dentados.
Las flores de la mostaza tienen un color amarillo característico y se disponen en racimos. Estas flores poseen cuatro pétalos de hasta 1 cm de largo y cuatro sépalos que miden hasta 5 mm. El fruto es una silicua, áspera en su parte inferior, y las semillas son su producto más comercial ya que de allí se obtiene la materia prima para preparar la mostaza de cocina.
La mostaza blanca es una especie cosmopolita, presente en regiones templadas y subtropicales en todo el mundo. Cuando está presente en otros cultivos puede considerarse una maleza. Tiene diversos usos medicinales y culinarios especialmente.
Asimismo, esta especie se puede usar como forraje, pero tomando en cuenta que los animales solo la pueden consumir antes del período de floración, ya que tanto sus flores como sus semillas son tóxicas para ellos.
Este tipo de mostaza puede ser una especie bastante rentable para los productores ya que representa una alternativa para incrementar la rotación de cultivos. Esta especie es resistente a la sequía, a temperaturas altas y a algunas heladas.
Sinapis alba, además presenta propiedades biocidas, las cuales son útiles para tratar algunas enfermedades fúngicas presentes en el suelo como Phytophthora y Fusarium. Para ello se realiza su siembra directa en campo, se deja allí hasta 90 días y se incorpora como biomasa en el suelo.
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Se trata de una hierba anual, erguida, con muchas ramas. Su tamaño va desde los 30 a los 80 cm. El tallo es áspero y duro, normalmente con pubescencia blanca.
Las raíces son delgadas y fusiformes, y las plántulas tienen cotiledones conduplicados. Las semillas presentan un sabor y olor a mostaza cuando se estrujan.
Las hojas están en posición alterna, las inferiores son más anchas que las superiores, pinnadas o pinnatífidas, con pecíolo y un lóbulo terminal de gran tamaño. Las hojas superiores son más pequeñas y tienen pecíolos más cortos y pinnatipartidas.
Las flores están dispuestas en racimos, son de color amarillo claro, miden de 4 a 5 mm y presentan cuatro sépalos y cuatro pétalos, estos últimos miden hasta 1 cm de largo.
El fruto es una silicua que mide entre 20 y 45 mm, áspero en su pate inferior, con un pico en forma de espada. Las valvas tienen tres nervaduras.
La semilla es de color amarillo pardo y mide de 1,8 a 2,5 mm.
Tanto la floración como la fructificación ocurre de abril a septiembre.
Las semillas se componen de un 30% de aceite que puede ser comestible mientras sea rectificado y refinado. En contacto con la piel provoca úlceras y ampollas.
Por otro lado contiene prótidos, sinapina, mucílago (que contiene entre el 80 y 84% de carbohidratos), y sinalbina. Sus hojas tienen astragalina. En cuanto a su distribución, la mostaza contiene nitratos en las partes verdes, por lo que puede ocasionar toxicidad.
Igualmente, la mostaza blanca contiene fitoalexinas, esteroles, flavonoides. Otros componentes de la mostaza son el ácido palmítico, ácido esteárico, ácido oléico, ácido linoléico, ácido linolénico, ácido araquidónico, ácido gadoléico, y ácido erúcico.
-Reino: Plantae
-Filo: Tracheophyta
-Clase: Magnoliopsida
-Orden: Brassicales
-Familia: Brassicaceae
-Género: Sinapis
-Especie: Sinapis alba
La mostaza blanca también se conoce como Bonnania officinalis. El término mostaza proviene del latín mustum ardens, y se debe a que cuando sus semillas se trituraban con mosto, se detectaba el sabor gustoso y picante-ardiente característico de la mostaza.
La mostaza blanca tiene origen en Eurasia, tal vez en el Mediterráneo. Es una especie de distribución cosmopolita y se encuentra en regiones subtropicales y templadas del mundo.
Canadá es el país más productor de mostaza, de hecho suple entre el 85 y 90% de la producción mundial de este cultivo.
Este cultivo se desarrolla entre los 0 y 2300 msnm. Preferiblemente, se desarrolla mejor en suelos calcáreos, franco-arenosos que retengan cierta humedad.
Las semillas de mostaza tienen muchos usos tanto culinarios como medicinales. Su uso principal es como condimento comercial. Especialmente se utilizan las semillas enteras como encurtidos e ingredientes para los adobos completos.
La mostaza se prepara con semillas trituradas mezcladas con vinagre, sal, otras hierbas aromáticas y algunos colorantes artificiales. Además, se utiliza como abono verde. A pesar de ser una especie útil, en estado natural puede ser nociva o mala hierba.
Mientras se use con discreción, en la cocina puede mezclarse con cualquier tipo de hierba y ofrecer un sabor suave y bien delicado. No solo las semillas son útiles en la cocina, sino que las hojas tiernas también pueden consumirse como vegetales en sopas y en ensaladas.
Para su uso masificado en grandes cantidades se recomienda hervirlas en agua con sal durante media hora, luego escurrirlas y mezclarlas con cebollas picadas y los aliños al gusto y con zumo de limón.
La mostaza es igualmente usada como planta forrajera. En ocasiones, su cultivo en barbecho es muy útil ya que esta especie captura nitratos, por lo que evita la pérdida de los nitratos solubles.
Asimismo, se puede usar como laxante, pero en ocasiones genera intoxicaciones, por lo que no es muy recomendable su ingesta.
Las semillas de tanto la mostaza blanca como la mostaza negra sirven para elaborar cataplasmas útiles por su acción de calentar, por ende enrojecer la piel y de esta forma si son aplicados en el pecho o en la espalda pueden aliviar catarros.
Estos cataplasmas también sirven para aliviar dolores reumáticos y del nervio ciático aplicados de forma localizada.
El cultivo se realiza en toda Europa. Por la mayor parte de la península ibérica se cultiva en ribazos, tierras removidas, y cunetas.
Principalmente su cultivo es para producir mostaza blanca destinada a todo el mundo.
La mostaza blanca se puede cultivar a partir de semillas o plántulas. Con respecto a las condiciones, puede ser bajo sol directo, como en semisombra.
El suelo debe ser fértil, con buen drenaje y materia orgánica. El pH del suelo óptimo está entre 5,5 a 6,8 para este cultivo. En pH de 7,5 también puede ser tolerado por estas plantas.
Esta especie se desarrolla bien en terrenos que contengan buena proporción de arcilla y arena pero que sea algo secos.
La distancia de siembra debe ser de 25 cm entre hileras. Con respecto al aporte de nitrógeno, este no es exigente. Por ello, no es recomendable incrementar este contenido con el uso de estiércol, sino mejor con otros compuestos de abono pero pobres en nitrógeno.
Si es a partir de semilla, la mostaza germina en condiciones de frío (más o menos 7 °C en la tierra), humedad y en estas condiciones puede emerger entre 5 y 10 días. Por debajo de 4 °C la germinación ocurre más lentamente.
Durante los 30 días que se mantiene en semillero, la mostaza desarrolla un follaje maduro, y entre 35 y 40 días comenzará a producir sus brotes.
La floración suele durar de una a dos semanas, y a veces más tiempo. A partir de las flores se forman vainas en los próximos 45 días. Las semillas maduran cuando las vainas cambian de color verde a amarillo-marrón o café.
Su ciclo de cultivo es corto en comparación con otros cereales de grano, por lo que el tiempo de cosecha es más rápido y los lotes se liberan tempranamente.
Luego de la cosecha, la mostaza blanca deja un residuo en campo del cual se conoce que su aporte al sistema agrícola es parecido al del cultivo de trigo y con una relación carbono/nitrógeno muy similar.
La utilización de estos rastros o residuos ayudan a controlar las malezas, disminuye la erosión, mejora la infiltración del agua, incrementa la materia orgánica y permite enriquecer la biodiversidad bacteriana benéfica.
La recolecta de semillas se realiza cortando los tallos en tanto se ponen amarillas las silicuas. El tiempo atmosférico debe ser nublado, se van cortando los tallos con una hoz y se van haciendo manojos.
Seguidamente las semillas se ponen a secar girándolas frecuentemente. Las hojas frescas también se pueden recolectar antes de la floración.
La humedad ideal para almacenar las semillas de mostaza es 10%.
La mostaza blanca representa un cultivo de grano que se siembra y cosecha con maquinaria similar a la usada para el cultivo de trigo, lo cual permite diversificar la producción a aquellos productores que estén fuera del rango de los cultivos tradicionales.
Este cultivo no suele podarse. Con respecto al riego, no tolera el anegamiento, pero sí resiste cierta sequía. Por esta razón, se recomienda al menos esperar a que se observen unos 3 cm de profundidad en el suelo seco entre cada riego.
Adicionalmente, para comenzar los riegos en campo, se debe esperar que la planta tenga al menos 4 hojas. Antes de esto, el riego puede depender solo del agua proveniente de la lluvia.
Sobre el abonado, se recomienda aplicar fertilizantes orgánicos que contengan fósforo y potasio, y en menor cantidad el nitrógeno.
En caso de usarse como forraje, los animales no deben consumir esta planta cuando está en floración o en fructificación ya que se considera tóxica. Lo ideal es consumir la planta mucho antes del período de floración.
El equilibrio ecológico de la capa fértil de los cultivos puede romperse mediante prácticas como abonados y tratamientos químicos agresivos, los cuales producen una alteración en cuanto a la biodiversidad microbiana en el suelo, favoreciendo más bien a los fitopatógenos.
Existen algunas técnicas para desinfectar el suelo basadas en productos químicos como el metam-sodio, la cloropicrina, el bromuro de metilo, etc., pero esto representa un riesgo de salud para las personas que los aplican, y crean resistencia y toxicidad en los suelos.
Otras técnicas son mucho más amigables con el medio amiente, tales como la solarización y la desinfección con vapor de agua.
En este sentido, la mostaza blanca y otros cultivos como el nabo también representa una técnica biocida amigable con el medio ambiente, que consiste en plantarla directamente sobre el terreno a desinfectar y mantenerla allí de 40 a 90 días, hasta que se pueda incluso incorporar los residuos como abonos verdes.
Sinapis alba ha sido probada exitosamente en condiciones de invernadero contra patógenos como Pytium, Verticillium, Phytophthora y Fusarium.
Este efecto ocurre posiblemente porque muchas de las plantas de la familia Brassicaceae producen sustancias químicas azufradas conocidas como glucosinolatos, las cuales se degradan en el suelo y liberan compuestos capaces de inhibir el crecimiento de hongos y la geminación de muchas semillas de malezas.
Los efectos biocidas de la mostaza blanca se han probado en cultivos de plátano, tomate, y melón, entre otros.
Con respecto a las enfermedades y plagas que atacan a la mostaza se encuentran Albugo candida (moho blanco de las crucíferas), Alternaria brassicae (mancha oscura de las crucíferas), Alternaria brassicicola (mancha oscura de la col), Athalia rosae (mosca de la hoja de la col), virus del amarillo de la remolacha, Brevicoryne brassicae (áfido de la col), Lipaphis erysimi (áfido de la mostaza).
Destacar también Liriomyza brassicae (minador serpentina), Mamestra configurata, Phyllotreta cruciferae (escarabajo de las crucíferas), Plutella xylostella (polilla), Rhizobium radiobacter, Rhizobium rhizogenes.
Otros patógenos un poco menos frecuentes son Aphis fabae, Ceutorhynchus obstrictus, Delia floralis, heterodera cruciferae, Hyaloperonospora parasítica, Linaria vulgaris, Lygus lineolaris, Meligethes aeneus, Meloidogyne hapla, Peridroma saucia, Phyllotreta striolata, y Pratylenchys penetrans.
Para tratar estas enfermedades y plagas se recomienda rociar las plantas con productos que contengan Bacillus thuringiensis contra las orugas, y contra los escarabajos un spray compuesto a base de piretrina.
Cuando presentan hojas con el llamado óxido blanco, se deben eliminar estas inmediatamente. Además se recomienda regar las plantas en la base del tallo para evitar enfermedades foliares por la humedad que retengan las hojas.
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