Biología celular

Tijereta común: características, hábitat, reproducción, nutrición


La tijereta común (Forficula auricularia) es un insecto del orden Dermaptera. Se caracteriza por presentar un par de apéndices en la parte posterior del abdomen en forma de tenazas o tijeras, cuerpo alargado, aplanado y con tres pares de patas. Su coloración es marrón rojizo oscuro y puede alcanzar hasta 25 mm de largo.

Es una especie que se localiza en ambientes húmedos y es de hábitos crepusculares y nocturnos. Puede encontrarse debajo de hojarascas y rocas, en grietas de muros y debajo de jarrones, entre otros sitios. Es originaria de Europa, oeste de Asia y norte de África y ha sido introducida accidentalmente en el continente americano.

La tijereta común es omnívora, se alimenta de cualquier cosa, por ejemplo material vegetal vivo o muerto, flores, frutos, hojas, brotes, granos. También puede alimentarse de otros insectos, vivos o muertos e incluso puede alimentarse de insectos de su misma especie (canibalismo).

Es una especie considerada plaga en algunas regiones, donde puede provocar daños importantes en huertos y jardines. También puede vivir en el interior de las viviendas, provocando daños a los tejidos y contaminando alimentos al caminar encima de ellos y depositar sus heces.

Su aspecto es amenazador debido a la presencia de las tijeras o tenazas (cercos), sin embargo, estas estructuras son órganos intimidatorios pues no poseen veneno ni gran fortaleza para servir como arma ofensiva.

Índice del artículo

Características

Adultos

La tijereta común es un insecto de cuerpo alargado y deprimido dorsoventralmente, con una longitud promedio de 12 a 15 mm, pero que puede alcanzar hasta 25 mm. La cabeza está provista con un par de antenas con 14-15 artejos, más cortas que la longitud del cuerpo, y apéndices bucales masticadores poco desarrollados.

El pronoto presenta forma de concha. El tórax presenta tres pares de patas además de dos pares de alas. Las alas están bien desarrolladas, pero no cubren el abdomen. El cuerpo es marrón rojizo y las patas son más claras que el cuerpo.

El abdomen es visible dorsalmente, remata en un par de apéndices en forma de fórceps o tijeras que reciben el nombre de cercos. La longitud del abdomen con cercos incluidos, excede la longitud del tórax y la cabeza juntos. Los cercos son sexualmente dimórficos, más largos, robustos, curvos y crenulados en los machos; cortos, rectos y lisos en las hembras.

También se observa polimorfismo en los machos, con algunos ejemplares más robustos y con cercos más desarrollados que otros.

Estadios de ninfa

Según algunos autores, la especie posee 4 estadios ninfales mientras que otros sostienen que realmente son 5. Las ninfas son semejantes a los adultos, pero de color más claro y sus alas y cercos están reducidos o ausentes. Las alas se desarrollan a partir del 4º estadio ninfal. El color del cuerpo se va oscureciendo con cada muda.

Las antenas de la primera y segunda ninfa poseen 8 segmentos, luego se va a incrementar este número hasta 12 segmentos en el último estadio de ninfa.

Huevos

Cada huevo posee forma elíptica a ovalada y es de color blanco o ligeramente coloreado de amarillo. En el momento de la puesta mide 1,13 mm de largo por 0,85 mm de alto y su tamaño se incrementa a medida que se acerca el momento de la eclosión.

La hembra puede depositar más de 60 huevos en galerías poco profundas construidas en el suelo.

Hábitat y distribución

Hábitat

Forficula auricularia es una especie terrestre que prefiere climas húmedos y templados, no soportando bien la falta de humedad. Su temperatura óptima de crecimiento es de 24 °C. Su hábitat incluye bosques, áreas agrícolas y subagrícolas. Se encuentra en zonas donde no hay incidencia directa de los rayos del sol, como hojarascas, bajo rocas o troncos.

En condiciones normales se encuentran alejadas de las viviendas a menos que existan poblaciones excesivamente grandes o que las condiciones ambientales sean poco favorables. En las zonas más al sur del continente americano son frecuentes en viveros, invernáculos y otras estructuras agrícolas.

Durante la época reproductiva, la hembra prefiere suelos ricos y de buen drenaje, pues excava en ellos para depositar sus huevos. En las casas se pueden esconder debajo de floreros, grietas en paredes y depósitos de basura.

Distribución

La especie es cosmopolita y su distribución original incluye Europa (excepto la parte más norte de Escandinavia), este de Asia y norte de África, aunque actualmente es fácilmente localizable a nivel mundial.

Altitudinalmente puede distribuirse desde el nivel del mar hasta más de 2824 m de altura. Es de hábitos nocturnos y crepusculares y permanece oculta durante las horas del día en zonas oscuras, debajo de la maleza, rocas, hojas, en gritas, etc.

Suele agregarse en grandes grupos, excepto en la época reproductiva, cuando la hembra se aísla para cuidar y proteger a su prole.

Taxonomía

La tijereta común es un insecto del orden Dermaptera incluido en la familia Forficulidae. Esta familia está dividida en cuatro subfamilias y un grupo grande de especies cuya ubicación taxonómica es incierta (Incertae sedis). El género Forficula, el cual fue propuesto por Linneo en 1758, está incluido en la subfamilia Forficulinae.

Según algunos autores, los representantes de la especie Forficula auricularia podrían ser realmente un complejo formado por dos especies sibilinas, una de las cuales estaría distribuida al norte de Europa y las regiones montañosas del sur de Europa, mientras que la otra estaría habitando las zonas más bajas al sur de Europa.

Reproducción

La tijereta común es una especie de reproducción sexual, con sexos separados (dioica) y dimorfismo sexual. Los machos son de mayor tamaño y presentan unos cercos más grandes y arqueados, mientras en las hembras son rectilíneos y de menor tamaño. Durante la época reproductiva, la hembra produce y secreta feromonas que atraen al macho.

Previo a la cópula, los machos de Forficula auricularia deben realizar un ritual de cortejo en el que los cercos juegan un papel importante. Los machos ondean los cercos en el aire y tocan a la hembra con los mismos. Si la hembra acepta el cortejo del macho, este arquea su abdomen debajo del de la hembra y lo coloca en posición para la cópula.

Durante la cópula la hembra puede desplazarse y alimentarse con el macho adherido a su abdomen. La fecundación es interna. Durante la cópula un macho puede enfrentarse con el que está copulando con la hembra y desplazarlo para tomar su lugar. Tanto machos como hembras pueden llevar a cabo el acto sexual con distintas parejas.

La hembra fecundada deposita unos 50 huevos (aunque en ocasiones pueden ser más de 60) en una galería poco profunda construida en el suelo, y realiza un cuidado parental de los mismos, limpiando su superficie con la boca para protegerlos de hongos parásitos. Luego de aproximadamente 70 días después de la puesta, eclosionan las ninfas.

La hembra continúa el cuidado de las crías regurgitando el alimento para darles de comer. Luego de la primera muda, las ninfas emergen de la galería y son capaces de conseguir su propio alimento. En ocasiones, las hembras pueden colocar un segundo grupo de huevos durante el mismo periodo reproductivo.

La especie pasa por 6 estadios de ninfa en un período de 56 días y madura sexualmente, siendo capaz de reproducirse en la próxima estación reproductiva.

Nutrición

Forficula auricularia es una especie omnívora, con apéndices bucales de tipo masticadores. Se alimenta de otros organismos, tanto animales como vegetales, vivos o en descomposición. En condiciones adversas también puede practicar el canibalismo. La especie es especialmente voraz en los últimos estadios de ninfa.

La dieta vegetal de esta especie incluye líquenes, algas, flores, frutas, hojas, brotes e incluso semillas. Practica orificios pequeños y profundos en las frutas. En los hogares puede ocasionar daños a las plantas y a sus flores y en viveros puede ocasionar daños considerables en diversas producciones frutihortícolas.

En cuanto a sus hábitos carnívoros, sus principales presas son áfidos, gusanos, arañas y protozoos. Es un voraz predador de estos organismos en su ambiente natural, ejerciendo un control sobre sus poblaciones.

Picadura

Cuando la tijereta común se siente amenazada, levanta la porción final del abdomen como un elemento disuasivo ante el posible depredador. Sin embargo, y a pesar de su apariencia peligrosa, estos cercos no son venenosos y su picadura no es dañina, asemejándose más bien a un pellizco.

No existen efectos secundarios o consecuencias graves por la picadura del insecto. Más perjudicial es su efecto alérgeno sobre algunas personas. Las reacciones alérgicas pueden surgir por contacto directo con el animal al consumir alimentos contaminados con sus heces o al aspirar restos del exoesqueleto o de las heces del insecto.

Forficula auricularia como controlador biológico

En su ambiente natural la tijereta común se alimenta de gran variedad de insectos y otros artrópodos, incluyendo áfidos los cuales son organismos fitófagos que causan graves pérdidas en los cultivos de algunos árboles frutales, principalmente los árboles de manzanas y peras.

Debido a ello, muchos agricultores europeos intentan garantizar la presencia de las tijeretas en sus cultivos, incrementando el número de lugares donde puedan esconderse y minimizando el uso de pesticidas que puedan afectarlos.

Adicionalmente existen planes de manejo de la especie para incrementar sus poblaciones en caso de presencia de una peste de áfidos. Las tijeretas comunes causan disminuciones importantes de las poblaciones de los insectos plagas, disminuyendo o evitando el uso de pesticidas.

Luego de disminuida la población de áfidos, Forficula auricularia persiste sin causar daños significativos a las plantas.

En programas de monitoreo para el control del áfido Eriosoma larigerum que afecta los sembradíos de manzana en Australia, los investigadores encontraron que el uso de la tijereta común, sola o combinada con otros biocontroladores, era más efectivo incluso que el empleo de agentes químicos, pues los áfidos desarrollaban resistencia contra los mismos.

Forficula auricularia como plaga

A pesar de ser beneficiosa en sus ambientes naturales al controlar organismos plagas, Forficula auricularia puede convertirse en una plaga en ambientes donde ha sido introducida debido a la ausencia de sus enemigos naturales. Las plagas de tijeretas, sin embargo, son poco frecuentes.

Poblaciones muy abundantes de esta especie pueden ocasionar daños importantes en invernáculos así como también en jardines, atacando brotes tiernos de plantas, frutos e inclusive flores.

En los centros de producción agrícola donde se convierten en plagas pueden causar agujeros en los frutos que pueden luego ser colonizados por otros patógenos, desvalorizando al producto. Pueden atacar lechugas, fresas, rosas, entre otras plantas, provocando importantes pérdidas económicas.

En las islas Malvinas se han convertido en una peste significativa que no solo causa daños en jardines e invernaderos, sino que incluso han invadido centros de asistencia hospitalaria, pudiendo buscar cobijo en inhaladores y máscaras de oxígeno, ocasionando gastos de seguridad adicionales para garantizar que estos equipos estén aptos para su uso.

Existen distintas formas de intentar resolver los problemas causados por las pestes de tijeretas comunes, como manejo del hábitat, empleo de pesticidas y uso de organismos biocontroladores.

Manejo del hábitat

Entre las prácticas culturales para la prevención de la plaga de tijereta común, los productores agrícolas emplean la limpieza de maleza, escombros y otros objetos o estructuras que puedan servir de refugio al insecto en la zona de cultivo y en las cercanías de la misma.

También se emplean repelentes, como el querosene, o cebos de cerveza y levadura, para alejar a los insectos o atraerlos hacia trampas donde morirán ahogados.

Control químico

No existen pesticidas específicos para actuar contra Forficula auricularia, por lo cual es necesario el empleo de productos químicos no específicos, los cuales generalmente son muy tóxicos y contaminantes.

Entre los pesticidas más empleados se encuentran piretroides como la permetrina y la cipermetrina, los metamidofos y el dimetoato. Todos ellos actúan por contacto o por ingestión y van desde moderadamente tóxicos hasta muy tóxicos para el ser humano.

Control biológico

En su ambiente natural, la tijereta común tiene numerosos enemigos que mantienen el control sobre sus poblaciones. Entre las especies que depredan a Forficula auricularia se encuentran varias especies de moscas de la familia Tachinidae, tales como Triarthria setipennis y Ocytata pallipes.

Algunos escarabajos Pteros­tichus vul­garis, Carabus nemoralis y Calo­soma tepidum, los hongos Erynia forficulae y Metarhizium anisopliae así como arañas, aves, sapos y serpientes pueden alimentarse de la tijereta común.

Entre estas especies, las moscas taquínidas han sido introducidas como controladores biológicos en áreas donde no estaba ubicada antes la tijereta común y en las cuales ahora es considerada plaga.

Por ejemplo, Triarthria setipennis fue activamente introducida en el área del mediterráneo, varios estados de los Estados Unidos de Norteamérica y en Canadá, logrando establecerse en algunas de estas localidades. Recientemente se ha iniciado un proyecto de siembra de T. setipennis y Ocytata pallipes en las Malvinas para luchar contra la tijereta común.

Referencias

  1. Forficula auricularia (European earwig). Invasive species compendium. Recuperado de: cabi.org.
  2. Forficula auricularia. En Wikipedia. Recuperado de en.wikipedia.org
  3. Tijereta (escarabajo). Recuperado de: ecured.org.
  4. Forficula auricularia (European earwig). Animal diversity web. Recuperado de: animaldiversity.org.
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