5 Mitos y Leyendas de la Región Orinoquía
Entre los mitos y leyendas de la región Orinoquía más importantes están el Silbón, Florentino y el Diablo, el Rompellanos, la Sayona o Llorona y Juan Machete. En todos se representa el espíritu supersticioso y mágico-religioso del pueblo llanero.
Estos mitos y leyendas son fruto de la imaginación popular y se han transmitido de generación en generación. Están vinculados con la vida diaria del llanero, la naturaleza de la región y sus creencias religiosas.
Los mitos y leyendas principales de la región Orinoquía
1- La leyenda del Silbón
Esta leyenda está muy arraigada en los llanos orientales colombianos y versa sobre un espanto con forma de hombre muy alto y extremadamente flaco.
Es el terror de hombres borrachos y mujeriegos que viven de fiesta en fiesta. Él anuncia su presencia con un silbido estridente que aterroriza a quienes lo oyen, para luego molerlos a palos como castigo por su mal comportamiento.
Generalmente aparece entre mayo y junio, durante la estación lluviosa del llano. Otra versión que corre en el llano es que el Silbón es un ave que emite un silbido muy fuerte en las noches oscuras y tormentosas, y llega a las casas para asustar a sus moradores.
Luego de que canta, el ave se aleja hablando fuerte en un dialecto indio que solo algunos llaneros sabios entienden.
2- Florentino y el Diablo
Florentino tenía fama de ser el mejor coplero y jinete del llano. Una noche, mientras cabalgaba solo por la sabana para asistir a un joropo en un pueblo, él notó que era seguido por otro hombre vestido de negro.
De pronto, cuando se preparaba para cantar, el misterioso hombre desafió a Florentino a un contrapunteo.
Florentino aceptó, y al comenzar el cruce de coplas se dio cuenta de que en realidad estaba contrapunteando con el Diablo. Si perdía, este robaría su alma.
A pesar del peligro, Florentino no se amilanó y mantuvo su fe en sí mismo como improvisador.
Entre copla y copla fue transcurriendo la noche. El Diablo estuvo ocupado toda la noche intentando derrotar a Florentino.
Pero este no se rindió y logró cansar al Diablo, que tuvo que retirarse totalmente derrotado al salir el sol.
3- Juan Machete
Juan Francisco Ortiz quiso ser el hombre más poderoso de la región, a pesar de ser ya bastante rico.
Entonces hizo un pacto con el Diablo: a cambio de entregar a su mujer e hijos, pidió al Diablo más tierras, dinero y ganado.
Juan cumplió al pie de la letra el ritual para lograr el objetivo. Debía tomar una gallina y un sapo, coserles los ojos y luego enterrarlos vivos invocando al Diablo, un Viernes Santo a la medianoche.
El ambicioso hombre lo hizo. Luego de varios días comenzó a ver cómo su fortuna aumentaba.
Una mañana se levantó muy temprano y observó un toro negro grande e imponente al cual no le prestó mayor atención.
Mientras tanto, sus negocios siguieron prosperando y llegó a ser el hombre más rico de la región.
Un día la buena fortuna comenzó a desaparecer, hasta que el hombre quedó al borde de la miseria. Arrepentido por el pacto diabólico que había hecho, enterró el dinero que le quedaba y desapareció en la selva.
Cuentan que a veces se ve a Juan Machete vomitando fuego y deambulando por el lugar en donde enterró el tesoro para impedir que lo desentierren.
4-El mito de Rompellanos
Rompellanos era un antiguo guerrillero de los años 50 que estuvo combatiendo entre el departamento de Arauca y el de Casanare.
Su verdadero nombre era Eduardo Fernández, pero se le conoció con el apodo de Rompellanos cuando se convirtió en un mito.
Era un hombre generoso con los pobres y robaba a los ricos hacendados del llano para ayudar a los humildes.
Luego de acogerse al decreto de amnistía del gobierno colombiano en el año 53, se fue a Arauca y estuvo bebiendo por tres días.
Era el 22 de septiembre cuando lo vieron tomando acompañado de dos funcionarios del servicio secreto SIR (actual DAS).
Esa noche el Rompellanos fue asesinado y su cadáver permaneció tendido bajo la lluvia hasta la mañana. Dicen que la intensa lluvia purificó su alma.
Nadie reclamó su cadáver, por lo cual fue enterrado sin urna en el cementerio del pueblo. Años más tarde llegó una mujer que dijo ser su esposa e intentó llevarse el cuerpo, pero la gente del pueblo no lo permitió.
Desde su muerte se convirtió en benefactor de los pobres y necesitados, y en su memoria se canta la canción del cantautor Juan Farfán, que añora los tiempos pasados y aboga por el rescate de las costumbres y las virtudes del Rompellanos.
5- La Sayona o Llorona
Cuenta la leyenda que una mujer muy hermosa dio a luz un bebé.
Para ganarse el afecto y la confianza de la mujer, un pretendiente de la joven madre inventó una historia falsa sobre el supuesto amorío que mantenía su esposo con su propia suegra, lo que provocó un sentimiento de odio de la mujer hacia su madre.
La hija, cegada por los celos y enfurecida, atacó a su madre y la asesinó con un puñal. Luego prendió fuego a la humilde casa de palma donde vivía.
La mujer huyó desesperada cuando la casa comenzó a arder, pero en ese instante recordó que dentro de la vivienda estaba su propio hijo.
Entonces intentó ingresar a la casa en llamas para rescatarlo, pero fue imposible. Y solo alcanzó a escuchar los gritos y el llanto desgarrado del niño mientras era consumido por las llamas.
Esta tragedia sumió a la mujer en una pena tan grande que perdió la razón y de pronto desapareció en la extensa llanura.
Desde entonces aparece en los caminos para asustar a los hombres parranderos y mentirosos. Pero en otras ocasiones los seduce con su hermosura y encanto.
Cuando comienza el romance y los hombres están a punto de besarla, entonces la mujer se transforma y sus dientes comienzan a crecer para devorarlos, tras lo cual huye del lugar emitiendo desgarradores gritos de dolor.