Medicina

Hipertensión arterial: síntomas, medición, causas, tratamiento, prevención


¿Qué es la hipertensión arterial?

La hipertensión arterial es una enfermedad crónica que aumenta la presión con que el corazón bombea la sangre hacia las arterias para que circule por tu organismo.

Se estima que, a nivel mundial, hay más de mil millones de personas que padecen hipertensión, aunque la mayoría de las personas que sufren esta condición no lo saben, porque no presentan síntomas o tienen síntomas leves.

¿Cómo se mide la presión arterial?

La única manera de detectar con precisión la hipertensión es que un especialista revise tu tensión arterial. También hay aparatos que te permiten medir tu presión en casa, pero siempre es necesaria la valoración de un profesional de la salud.

Al medir la presión arterial existen dos números. En el tensiómetro aparece dos números:

  • El de arriba es la presión arterial sistólica.
  • El número de abajo es la presión arterial diastólica.

Por ejemplo, 105 sobre 69 mm Hg.

  • Se considera presión arterial normal cuando el resultado es menor a 120/80 mm Hg.
  • Se considera hipertensión o presión arterial alta cuando uno o ambos números son mayores que 130/80 mm Hg.
  • Si el resultado del número superior se encuentra entre 120 y 130 mm Hg y el del número inferior es menor a 80 mm Hg, es presión arterial elevada.

Síntomas de la hipertensión arterial

La mayoría de las personas hipertensas no saben que lo son, ya que esta enfermedad no siempre se presenta con síntomas muy evidentes. 

Algunas de las señales de alarma que podrías experimentar son dolores de cabeza por las mañanas, hemorragias nasales, ritmo cardiaco irregular, alteraciones visuales y auditivas.

En casos graves la hipertensión puede provocar cansancio, náuseas, vómitos, confusión, ansiedad, dolor en el tórax y temblores musculares.

Si no se controla, la hipertensión puede causar daño cardíaco, pues el exceso de presión endurece las arterias, lo que reduce el flujo de sangre y oxígeno que llega al corazón.

Por otro lado, también puede ocasionar que se obstruyan las arterias que llevan oxígeno hasta el cerebro, lo que provocaría un accidente cerebrovascular.

¿Cuáles son las causas de esta enfermedad?

Hay distintos factores que pueden afectar a la presión arterial, por ejemplo, la cantidad de agua y sal que tienes en tu organismo, el estado de los riñones, del sistema nervioso y de los vasos sanguíneos, así como los niveles hormonales.

A medida que una persona va envejeciendo, hay más riesgo de padecer hipertensión, ya que los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos, lo que hace que la presión arterial se eleve.

Otros factores de riesgo que debes tomar en cuenta es si padeces de obesidad, vives con estrés frecuente, tomas demasiado alcohol, lo que se traduce en más de un trago al día para las mujeres y más de dos diarios para los hombres, si consumes demasiada sal, antecedentes de hipertensión en la familia, si tienes diabetes o si fumas.

Todos estos factores aumentan el riesgo de padecer hipertensión arterial. Pero también hay casos en los que no se identifica ninguna causa específica que haya contribuido a desarrollar la enfermedad.

¿Qué es la hipertensión secundaria?

Si la hipertensión es causada por un medicamento o por alguna otra afección, entonces se le denomina hipertensión secundaria.

En estos casos puede deberse a una enfermedad renal crónica, trastornos de las glándulas suprarrenales, hiperparatiroidismo, embarazo o preeclampsia, medicamentos como las píldoras anticonceptivas, pastillas para adelgazar, fármacos para la migraña y la gripe, algunos antipsicóticos y ciertas medicinas para el cáncer.

¿Cuál es el tratamiento médico para la hipertensión?

Hay diferentes opciones farmacológicas que te pueden ayudar para tratar la hipertensión. Pero primero se recomienda cambiar tu estilo de vida, para intentar que se controle sin recurrir a los fármacos, pues estos tienen diferentes efectos secundarios. 

Entre las recomendaciones más importantes a considerar, si ya te diagnosticaron con hipertensión, están: llevar una alimentación saludable, bajas en grasas y en sal, controlar tu peso y comenzar a hacer ejercicio de manera regular.

Otros aspectos importantes son controlar el estrés, dejar de fumar, moderar o incluso suprimir el consumo de alcohol y, si padeces apnea obstructiva del sueño, controlarla.

Si todos estos cambios no logran mejorar tu presión arterial en un lapso de tres a seis meses, entonces tendrás que recurrir a tomar medicamentos. 

¿Qué tipos de medicamentos se utilizan para la hipertensión?

El primer grupo de medicamentos para la hipertensión son los diuréticos, que favorecen la pérdida de sal por la orina. Los efectos secundarios de estos fármacos son posibles anomalías en el metabolismo.

El segundo tipo son los betabloqueantes, que tienen una acción cardiodepresora y vasodilatadora. En el caso de personas con insuficiencia cardíaca, diabéticos o personas con padecimientos pulmonares, se debe monitorear su uso. 

Una tercera opción son los calcio antagonistas, que tienen una importante capacidad vasodilatadora. Los posibles efectos secundarios son dolores de cabeza, hinchazón en las extremidades y sensación de calor. 

En el caso de los llamados IECAS, o inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina, actúan sobre el manejo del sodio en los riñones y reducen la pérdida de proteínas en la orina. Con esta opción también se pueden producir anomalías metabólicas e influir de manera negativa en la función de los riñones.

Los antagonistas de los receptores de angiotensina bloquean la acción final del eje renina-angiotensina.

Los alfa betabloqueantes tienen una acción cardiodepresora y vasodilatadora.

Los llamados agonistas centrales alfa adrenérgicos actúan sobre el sistema nervioso central y favorecen la vasodilatación.

Los bloqueantes alfa 1 adrenérgicos periféricos tienen acción vasodilatadora arterial y venosa, pero pueden producir una caída excesiva de la tensión arterial.

Y finalmente, los medicamentos vasodilatadores suelen producir un aumento del vello y también del pulso.

Como puedes ver, lo mejor es no tener que recurrir a este tipo de fármacos. Por ello, la mejor medicina para la hipertensión es la preventiva, que puedes poner en práctica cambiando tus hábitos. A continuación te explicaré sobre ello. 

¿Cómo puedo prevenir la hipertensión arterial?

Si aún no padeces esta enfermedad, es momento de poner manos a la obra para prevenirla. Así que pon mucha atención a los hábitos que te ayudarán a mantener un estilo de vida saludable y no padecer presión alta.

Lo más importante es cuidar tu alimentación y llevar una dieta balanceada y saludable, limitando la cantidad de sal que consumes y moderando tu ingesta de bebidas alcohólicas. 

También es crucial que te mantengas en un rango de peso saludable, pues esto no solo ayuda a disminuir los riesgos de sufrir presión alta, sino que también disminuye las probabilidades de padedecer otros tipos de enfermedades relacionadas con el sobrepeso. 

Evita el cigarro, pues el hábito de fumar puede causar daños en los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de sufrir presión alta. Y, si ya padeces hipertensión, fumar puede empeorar tu condición.

Finalmente, es indispensable que controles el estrés, aprendas a relajarte y a lidiar con los problemas sin tensión de por medio, lo que te ayudará mucho a mejorar tu salud física y emocional.

Sumado a todos estos hábitos de cuidado, es necesario que revises tu presión arterial, por lo menos una vez al año, para que puedas detectar a tiempo si estás presentando algún problema.

Consejos para niños y adolescentes

En el caso de los niños y adolescentes, se recomienda una alimentación saludable, centrada en frutas y verduras, con bajo contenido en grasas y sal.

Es importante que se realicen actividades físicas por lo menos de 1 a 2 horas diarias y limitar el tiempo que se dedica a ver televisión o se pasa frente a la computadora a un máximo de 2 horas diarias.

Si el niño o adolescente tiene sobrepeso, hay que consultar a un especialista para que se implemente una dieta sana, centrada en bajar de peso.

Así que, ya lo sabes, la mejor medicina es la prevención. Tener hábitos saludables te evitará muchas complicaciones de salud, y reduce el riesgo de que padezcas enfermedades como la hipertensión arterial. No esperes más y comienza ya mismo a implementar los cambios necesarios para llevar un estilo de vida saludable.