Cultura general

Leyenda de Yurupary: resumen y personajes principales


¿Qué es la leyenda de Yurupary?

La leyenda de Yurupary, canto de Yuruparí o “engendro de la fruta”, es un poema épico que data del periodo precolombino. Apareció en el territorio amazónico que comparten Colombia y Brasil y es considerado tan importante como el Popol Vuh.

Esta leyenda se transmitía de manera oral entre las tribus del Amazonas colombiano-brasileño, sobre todo en la que habitaban la cuenca del río Vaupés. En el poema aparecen buena parte de las tradiciones y fundamentos de estos indígenas.

Aunque existen diferentes opiniones, en general se considera que la primera versión escrita de la obra fue realizada a finales del siglo XIX. Su autor fue Maximiliano José Roberto, un indígena brasileño que transcribió el texto en lengua ñe’engatú con caracteres latinos.

Sin embargo, esta versión desapareció y solo se conservó una realizada por el italiano Ermanno Stradelli, publicada en 1890 por la Sociedad Geográfica Italiana.

En este canto, además de contar la historia de Yurupary, se describen las leyes del Sol, los bailes de los pueblos indígenas o su manera de vestir cuando celebraban fiestas y rituales.

Personajes de la leyenda de Yurupary

Seucí o Seucy

También llamada Seucí de la Tierra, esta joven es la madre de Yurupary. Se la describe en la leyenda como virgen, curiosa, ingenua e impulsiva.

El viejo Payé

En un primer momento, este personaje se presenta como un anciano. Después, se descubre que es en realidad un hombre joven que había tomado esa apariencia.

Payé es el líder de la tribu y se le describe como un hombre sabio y con grandes dotes para la estrategia.

Yurupary

El protagonista del relato. Hijo de Seucí, se afirma que su belleza era aún mayor que la de su madre. Cuando se le mira parece emanar una luz propia, como si fuera fuego. Además, se trata de un personaje que destaca por su inteligencia.

Su carácter civilizador se deja notar cuando impone el orden y las leyes en los pueblos indígenas. Estas normas muestran su talante conciliador y su paciencia.

El personaje de Yurupary ha sido interpretado por algunos expertos casi equiparándolo con un dios. Además de su poder, le adjudican rasgos vengativos.

Caruma

Esta joven es la pareja temporal de Yurupary. Según su descripción, destaca tanto por su belleza como por su inteligencia y perspicacia.

Iacamy

Su físico mezcla rasgos humanos con los de un pájaro. En ocasiones aparece como un hombre romántico y seguro, pero a veces deja ver su lado celoso.

Pinón

Hijo de Iacamy, su rasgo físico más característico es una marca de nacimiento, ya que se trata de una figura en forma de serpiente con estrellas brillantes. Estas le ayudan a ver en la oscuridad. Por otra parte, se trata de un personaje astuto y seguro, con una gran capacidad de liderazgo.

Ualri

Este anciano muestra en el poema su mal carácter y ansia de venganza. Por no cumplir con las leyes creadas por Yurupary es condenado a muerte.

Personajes secundarios

Entre los personajes secundarios destacan los tenuinas, habitantes de la sierra Tenuí. Además, también aparecen los miembros de la tribu de Iacamy, los amantes de Pinón o los guerreros.

Resumen de la leyenda

La leyenda está ubicada en “los principios del mundo”, en la sierra de Tenuí. Esta se encuentra en las orillas del río Isana (Içana en portugués), un afluente del río Negro, a su vez afluente del río Amazonas.

Nacimiento de Seucy

Todos los hombres, excepto algunos ancianos y un payé (el hechicero o médico tradicional de la tribu), resultaron muertos debido a una epidemia. Ante esa situación, las mujeres se reunieron en el lago Muypa, justo donde Seucy (una virgen de origen divino) iba con frecuencia a bañarse.

Las mujeres reunidas no consiguieron llegar a una solución al problema de la desaparición de los hombres. En esos momentos, Seucy llegó allí a bañarse. Fue entonces cuando el viejo payé les echó en cara que habían desobedecido la prohibición de acercarse al lago.

El payé condenó a Seucy a no poder bañarse nunca más en el lago. Además, el resto de las mujeres no podrían tener ninguna voz en los asuntos importantes.

Después, el payé fecundó a todas las mujeres presentes. Estas dieron a luz el mismo día y, entre los nacidos, destacó una niña por su belleza. Esta recibió el nombre de Seucy, ya que era igual que la Seucy de origen divino.

Nacimiento de Yurupary

Seucy creció hasta alcanzar la edad en la que empezó a interesarse por el amor. Todavía virgen, un día probó una fruta llamada Pihycan, que los expertos han identificado con la Piquia, una especie de nuez que crece en la zona.

Los jugos de esa fruta fecundaron a la joven. Aunque intentó ocultar su condición, al final la hizo pública y contó la historia del Pihycan.

El niño, al nacer, llamaba la atención por su belleza y muchos lo comparaban con el Sol. Recibió el nombre de Yurupary (“engendrado por la fruta”) y fue proclamado jefe por los tenuinas.

Desaparición de Yurupary

Cuando había pasado un mes lunar desde el nacimiento de Yurupary, el pueblo decidió ofrecerle las insignias que lo identificaban como cacique. Sin embargo, la itá-tuixáua (piedra del cacique) había desaparecido. La única solución era ir a la sierra del Gancho de la Luna para recuperarla.

Las mujeres de la tribu se dividieron en dos partes. El primero mantenía que todos debían ir a buscar la piedra juntos, mientras que el segundo prefería que solo fueran los hombres. La discusión se alargó durante otra luna. Fue entonces cuando descubrieron que Yurupary también había desaparecido.

En un primer momento, las mujeres acusaron a los viejos. Ataron a algunos y amenazaron a todos con torturarlos.

Por la noche comenzó a escucharse el llanto del niño. Este provenía del árbol del Pihycan, pero cuando se acercaron el llanto cesó. Esto se repitió durante dos noches más, sin que pudieran encontrar a Yurupary.

Poco a poco, todos olvidaron al niño, con la excepción de Seucy, su madre. Ella se había retirado a la cima de una montaña a lamentarse por la pérdida de su hija.

Una mañana, se despertó y notó que la leche de sus senos había desaparecido. Aunque intentó permanecer despierta por la noche para ver quién se estaba alimentando de ella, siempre caía vencida por el sueño.

La situación se prolongó durante dos años. El llanto desapareció y, en su lugar, se escuchaban risas y cantos de un niño que jugaba.

La vuelta de Yurupary

Pasaron quince años sin que nadie tuviera noticias de Yurupary. Fue entonces cuando una noche en la que la Seucy divina había acudido a bañarse al lago, el joven apareció de la mano de su madre, la Seucy de la Tierra.

Los tenuinas le dieron entonces las insignias de cacique al joven, que conservaba la misma belleza que había hecho que lo compararan con el Sol.

El joven, entonces, declaró la necesidad de cambiar las leyes existentes, consideradas por él como caóticas y matriarcales, por las leyes del Sol, ordenadas y patriarcales.

Además, introdujo varios ritos, mitos y cantos sobre los antepasados y visitó varias tribus para que adoptaran las leyes que él había anunciado. En todas ellas encontró el rechazo de parte de las mujeres.

Tras lograr establecer el orden patriarcal, Yurupary se enamoró de Caruma. Sin embargo, esta relación no fue duradera, ya que el joven consideró que no existía la mujer perfecta. Después, abandonó a su pueblo.

Referencias

  1. Caicedo de Cajigas, Cecilia. Leyenda de Yurupary. Recuperado de books.google.es
  2. Anónimo. La leyenda de Yurupary. Recuperado de webcolegios.com
  3. Academic. Leyenda de Yurupary. Obtenido de esacademic.com
  4. Hugh-Jones, Stephen. Yurupary. Obtenido de encyclopedia.com
  5. Quira Medios. Yurupary. Obtenido de quira-medios.com