Lengua y literatura

Cantares de gesta: qué son, origen, características y obras


¿Qué son los cantares de gesta?

Los cantares de gesta son relatos muy extensos en forma de verso que contaban las historias de un héroe. Pertenecían al género épico, y se desarrollaron en la Edad Media, especialmente en España y Francia. 

Todas estas manifestaciones literarias eran divulgadas de manera oral, fundamentalmente por los juglares y trovadores, que eran los encargados de memorizar aquellos larguísimos poemas. Esto se debía en gran parte al elevado analfabetismo de la época.

Es importante señalar las cualidades memorísticas de estos juglares, pues debían repetir entre 2.000 y 20.000 versos ante el público (aunque hay que precisar que, como media, un poema de estos no sobrepasaba los 4.000 versos).

Los versos aprendidos se acompañaban, comúnmente, con laúdes, lo cual facilitaba el aprendizaje y la difusión, pues, como su nombre lo dice, tenían un cierto ritmo de canto; de allí “cantares”.

Orígenes de los cantares de gesta

Las primeras fechas de cantares de gesta se tienen entre los siglos XI y XII. En Francia, España, Alemania e Italia se difundían por las calles las hazañas de los grandes guerreros de cada pueblo. 

Nacieron de la necesidad de contar las hazañas de los héroes nacionales de cada región. Los cantares se organizaban en estrofas variables en lo que a cantidad de versos se refiere, los cuales eran relacionados entre sí por medio de la rima.

Normalmente la rima era asonante, aunque en ciertos casos se presentaba consonancia. Este nexo, producto de las rimas, daba gran fortaleza al discurso y facilitaba su entendimiento.

Cuando el cantar era muy largo, el juglar acostumbraba cantar la historia en varios días, dividiéndola temáticamente.

Se tienen registros de estos extensos poemas gracias a las copias manuscritas que realizaron los monjes copistas en los monasterios, entre los que hay que nombrar especialmente a Per Abbat, a quien se le adjudica la compilación y transcripción de los versos del Cantar del Mio Cid.

El Cantar del Mio Cid es el cantar de gesta español más famoso de toda la literatura de este país, y uno de los más renombrados entre todos los poemas épicos medievales.

Características de los cantares de gesta

Lenguaje sencillo

El lenguaje utilizado en los cantares de gesta era bastante sencillo, lo cual facilitaba no solo su memorización sino la difusión entre los pobladores, que también se aprendían pasajes. 

Una misma historia, varios cantares

Por su carácter oral es muy común encontrar variantes líricas sobre un mismo cantar, producto de los cambios que cada juglar añadía, de acuerdo con sus vivencias. En la práctica, cada juglar incorporaba o quitaba pasajes, convirtiéndose también en autor. 

Son tomados como referentes históricos

Los cantares de gesta, pese a ser tocados por las exageraciones propias de la imaginería popular, son en ocasiones tomados como referentes históricos cuando se estudia el quehacer de alguno de los personajes idealizados por ellos.

Quizá los datos de los héroes sean agrandados, pero muchas referencias de la época se registraron, y en ese sentido constituyen una fuente de información.

Requerían de varios días para su declamación

En vista de la magnitud de estas composiciones, cuya medida mínima solía ser de 2.000 versos, rara era la vez que eran recitadas en un solo día. La media total de estas composiciones era de 4.000 versos, pero había algunas que llegaban a los 20.000.

Si el poema era muy largo, el juglar lo dividía. Lo más interesante de este tipo de presentaciones diarias era que los juglares preparaban una especie de estrofa de entre 60 y 90 versos donde hacían un recuento de lo hablado el día anterior.

Este recurso permitía refrescar la memoria de los asistentes y poner al tanto de todo a quienes llegaban de último. 

Son anónimos

No se les conoce un autor específico. Como comentamos antes, cada juglar que lo recitaba incorporaba cosas de su propia cosecha, y así tendríamos que los cantares de gesta en realidad eran obra de varias personas.

No se ajustan a una fórmula métrica ni rítmica determinada

Si bien estaban escritos en verso, cada zona donde se desarrollaban marcaba de algún modo la métrica y las particularidades poéticas.

Podemos apreciar desde cantares octosílabos a cantares alejandrinos, con estrofas de variadas extensiones y rimas ajustadas a las costumbres de cada región o del tipo de forma musical con la que se acompañaban.

Cantares de gesta en España

De entre todas las manifestaciones épicas que existen, la española tal vez es la más viva y actual.

En España, a estas manifestaciones poéticas que persisten se les llama “romancero viejo”. Sus temáticas siguen teniendo motivos medievales, y su aparición sirvió de mucho para la elaboración de piezas teatrales del Siglo de Oro español.

Hay romanceros viejos que se perdieron en el tiempo por no haber sido transcritos. Los cantares de gesta españoles más relevantes son, en orden de importancia, el Cantar del Mio Cid, las Mocedades de Rodrigo, y algunos fragmentos del Cantar de Roncesvalles.

El Cantar del Mio Cid narra las hazañas militares y guerreras de Rodrigo Díaz de Vivar, el Campeador, que lo hicieron noble frente a la nobleza de sangre de los infantes de Carrión. La versión que se conoce actualmente fue transcrita alrededor de 1200.

Las Mocedades de Rodrigo cuenta algunos episodios de la juventud del Cid. Fue compuesto alrededor de 1360.

El Cantar de Roncesvalles narra la tristeza de Carlomagno ante la muerte de su sobrino Roldán. Es el único testimonio en español que incluye historias de Carlomagno, y que al norte de Francia originaría La Chanson de Roland. Fue compuesto, probablemente, entre 1225 y 1250.

Cantares de gesta en Francia

Francia gozó de una producción inmensa de cantares de gesta, en su gran mayoría producidos por monjes.

De estos romanceros se conservan un gran número de obras, dentro de las cuales destaca La Chanson de Roland, que en español significa Cantar de Roldán. 

La temática de la historia de Roldán se centra en la derrota sufrida por el ejército de Carlomagno al ser atacado por la retaguardia por el rey de Zaragoza. La composición narra todo lo acontecido en las inmediaciones del valle de Roncesvalles. En este cantar el héroe fallece.

Además del Cantar de Roldán, sobresalen otras obras como La coronación de Luis, el Charoi de Nimes y el Cantar de los Aliscanos.

El siglo XII es considerado el momento de mayor auge de este tipo de composiciones en las tierras francesas. Los cantares de gesta franceses fueron escritos, al principio, en decasílabos y en su época tardía empezaron a elaborarse en versos alejandrinos.

Si bien se habla del carácter anónimo de los cantares, hay ciertas excepciones en la época tardía donde se aprecia la mano del autor, normalmente perteneciente a clases cultas.

En las obras francesas las acciones de los héroes seguían siendo el plato principal. La descripción del desarrollo de las batallas, y cada una de sus etapas, era minuciosa. Vale la pena acotar el uso de los diálogos dentro de la narrativa, lo cual le hacía más vistosa y representativa.

De los cantares de gesta franceses quedan menos de cien en total. Fueron agrupados en los siglos XIII y XIV en tres grandes periodos por los trovadores y juglares de la época:

El periodo de Carlomagno

Llamado también por los historiadores el “Ciclo del rey” o “Ciclo de Pipino”. En esta agrupación de cantares se habla de las hazañas llevadas a cabo por Carlomagno y su ejército.

El periodo de Garin de Monglane

En este periodo se destacan las proezas de Guillermo de Orange, un guerrero que formó parte del asedio que se le hizo a Barcelona en conjunto con Ludovico Pío.

El periodo de Doon de Mayence

Donde se muestran las distintas hazañas realizadas por los llamados “Barones rebeldes”. También se le añaden las historias acontecidas durante las cruzadas.

Cantares de gesta en Alemania

Los alemanes mantienen el lenguaje sencillo, las narraciones están sujetas a hechos históricos y poseen, por supuesto, los típicos realces mágicos y místicos por parte de sus creadores.

Entre los romances alemanes, El Cantar de los Nibelungos es el más emblemático y representativo. Fue escrito alrededor del siglo XIII. Se encuentra a la altura literaria y creativa del Cantar de Roldán y del Cantar del Mio Cid.

El Cantar de los Nibelungos cuenta las hazañas de Sigfredo y todo el tortuoso camino que debe recorrer para ganarse el derecho a desposar a la princesa Krimilda. También cuenta cómo su punto débil es dejado al descubierto, quedando vulnerable ante su enemigo, Hengen.

Este cantar de gesta es totalmente anónimo. Incluye eventos históricos reales que se entrelazan con elementos fantásticos como el dragón y los poderes mágicos que puede poseer su sangre para otorgarle invulnerabilidad a Sigfredo.

Referencias

  1. Cerezo Moya, D. (2008). El cantar de gesta. Paraguay: ABC Color. Recuperado de: abc.com.py
  2. Mauriello, P. (S. f.). Literatura medieval: cantares de gesta. (N/a): Xoomer. Recuperado de: xoomer.virgilio.it
  3. Sancler, V. (S. f.). Cantar de gesta. (N/a): Euston. Recuperado de: euston96.com
  4. Lozano Serna, M. (2010). Los cantares de gesta: poesía épica. España: La Cerca.com. Recuperado de: lacerca.com
  5. Cantar de Gesta. (S. f.). (N/a): Wikipedia. Recuperado de: es.wikipedia.org